Cinco jóvenes fueron ejecutados ayer en la madrugada dentro de una vivienda del cantón El Centro, en el municipio de Santa Cruz Michapa, departamento de Cuscatlán.
La Fiscalía General de la República informó en su cuenta de Twitter que las víctimas supuestamente pertenecían a la pandilla 18 Sureños.
Luis Ángel Rosales López, de 18 años, Haydée Rafael Vásquez, de 19; Juan H. y Gerson G., de 16, y Fredy R., de 15 años, estaban consumiendo cervezas dentro de una casa usurpada por la pandilla 18, cuando fueron sorprendidos por varios hombres que, luego de tumbar la puerta de la casa, pusieron boca abajo a los jóvenes y los ejecutaron con disparos de arma de fuego, según el parte policial.
El ataque fue cometido aproximadamente a las 2:30 de la madrugada de ayer.
En el lugar había otra mujer, hermana de Haydée, y su hijo de menos de dos años, pero ambos sobrevivieron al ataque, pues los asesinos no les hicieron daño, según explicaron familiares de algunos de los asesinados.
De acuerdo con parientes de las víctimas, a media madrugada escucharon que golpeaban una puerta, casi al instante escucharon aproximadamente 10 disparos. Minutos después, por la calle principal del cantón los vecinos escucharon los gritos de los familiares que gritaban que habían matado a cinco.
En la habitación donde fueron ejecutados los jóvenes había envases de cervezas.
Se repite el éxodo
Según la Policía local, el sector donde fue cometida la masacre hay una fuerte presencia de pandilleros.
De hecho, algunos policías que llegaron a la escena dijeron que esa casa donde ocurrió la masacre los pandilleros obligaron a los propios dueños a desalojarla para quedarse ellos allí.
Los policías afirmaron que además de la vivienda donde fue la matanza, hay por lo menos cinco casas más abandonadas debido a que los pandilleros forzaron a los moradores a marcharse.
Uno de esos últimos casos ocurrió hace más de medio año cuando miembros de la pandilla 18 llegaron a asesinar a Rafaela del Carmen Aguilar Mendoza.
Dos hijos de la mujer se metieron a defenderla y también fueron heridos de bala. Afortunadamente ambos lograron sobrevivir pero tuvieron que abandonar sus casas.
Un cantón que no usa su calle principal
El cantón El Centro se lo han repartido territorialmente la Pandilla 18 Sureños al norte y la Mara Salvatrucha al sur. Viven en una guerra constante en la que los más perjudicados son los pobladores.
La guerra constante en la que están inmerso ambos grupos ha llevado a que los lugareños que viven al fondo del cantón, en territorio controlado por la 18, dejen de usar la calle principal para salir hacia el casco urbano del pueblo o hacia San Salvador.
Ya son varias las personas que han sido asesinadas por los miembros de la Salvatrucha por el hecho de vivir en territorio que reclama la 18.
Uno de esos últimos casos fue el asesinato de Geovanny Martínez, un hombre de treinta y pocos años a quien mataron cuando regresaba de traer a sus dos hijos de la escuela de ese cantón.
Antes de dispararle, a Geovany le dijeron que colaboraba con los dieciochos. Luego le dispararon en el rostro con una escopeta.
A raíz de eso, los habitantes del norte del cantón han dejado de usar la calle y ahora prefieren caminar aproximadamente 20 minutos por una vereda, a campo traviesa, para llegar al casco urbano de Santa Cruz Michapa.
La mayoría de familias que vive en territorio controlado por la 18 también ha optado por sacar de la escuela pública del cantón El Centro y enviarlos a escuelas del pueblo.
Incluso, las mototaxis y camiones que antes solían transportar gente ya no lo hacen por temor y por las acusaciones de ambas pandillas de entrar o salir de ambas mitades del cantón a espiar para la pandilla contraria.
¿Y la policía no patrulla aquí? Claro que sí.
Pero los lugareños aclaran que solo lo hacen de día, jamás de noche. Y cuando llegan pareciera que les quieren avisar a los delincuentes con el pito o la sirena del carropatrulla.