Acribillan a un policía cuando visitaba a novia en Puerto de La Libertad

Carlos Arriola trabajaba en Tamanique. Otro agente que estaba perdido fue hallado muerto en Medicina Legal

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El agente Carlos Arriola

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18 March 2016

Darío (nombre ficticio), de seis años,  empezó ayer su primer día de vacación con la noticia de que el novio de su mamá -a quien él  quería como si fuera su padre- fue acribillado minutos después de haberse despedido de él, en  el Puerto de La Libertad.

El agente Carlos Eduardo Arriola Tobar, de 30 años, quien era policía desde 2010,  fue asesinado frente a la casa de su novia, situada en la colonia El Morral, del referido municipio.

La víctima, quien gozaba de licencia, estaba destacada desde hace varios meses en el puesto policial El Palmarcito, en  Tamanique, departamento de La Libertad.

Ayer, alrededor de las 6:00 a.m., el policía subió en su motocicleta a los dos hijos de su novia y se los llevó hacia el lugar donde ella trabajaba, en el centro del municipio.

“Aquí quédese, corazón, voy a ir a traer a su mamá”, fue lo último que Carlos le dijo a Darío, quien estaba con su hermana de 12 años, cuando el agente se regresó a la casa.

Algunos testigos relataron a las autoridades que Arriola se estaba estacionando frente a la modesta vivienda cuando unos  10 pandilleros lo rodearon y le asestaron varios disparos.

El policía intentó defenderse del ataque pero el arma de equipo que portaba se le encasquilló, según relataron sus colegas.

 “Lo mataron y se llevaron la pistola porque, claro, para ellos (los pandilleros) eso era un manjar”, dijo un agente.

Era padre soltero, deja a una niña en la orfandad

El policía asesinado era padre de una niña de 10 años; cuando ella tenía dos meses de nacida se separó de su compañera de vida y él se quedó a cargo de la bebé, contaron allegados de la víctima.

Hace un año y medio, Carlos empezó a frecuentar  un negocio situado en el Puerto de La Libertad donde conoció a una joven madre soltera con quien inició un noviazgo.

Las atenciones que el agente tenía con ellos hicieron que se ganara el cariño de los niños. 

Ayer, ambos llegaron a la escena del asesinato, acompañados de una pariente, y aseguraron a una sola voz que con él se llevaban “mucho mejor” que con su padre.

“Nos ayudaba con la tareas, nos llevaba a pasear y nos había presentado a su hija. Sí lo queríamos”, dijo con tono de tristeza la niña. 

La Policía informó que la colonia donde fue acribillado Arriola, aunque no lo aparenta, es acechada por la pandilla 18.

Algunos pobladores manifestaron que los enfrentamientos entre pandilleros rivales, o entre miembros de estos grupos y la Policía, son frecuentes en la zona.

Por esta razón, cuando los vecinos escucharon ayer los disparos no dudaron en ponerse a salvo por temor a ser alcanzados por un proyectil.

“Fueron tantos balazos que ni los pude contar; se oyó como cuando revientan una metralleta en Navidad”, contó una señora, quien en ese momento arreglaba a sus niñas para llevarlas a la escuela. 

La escena terminó de ser procesada pasado el mediodía, cuando muchos estudiantes, acompañados de sus padres, regresaban a casa. Algunos de los niños no podían ocultar el temor que les provocaba ver a decenas de policías portando fusiles y listos para disparar.

“Tranquilo, hijo, no pasa nada”, le dijo una mujer, en tono de consuelo, a un niño de unos siete años que se aferraba a ella al pasar cerca de una patrulla con varios agentes del Grupo de Reacción Policial.

Hallan lapidado a policía 

Las autoridades también reconocieron en Medicina Legal el cadáver del agente Edwin Castillo Chávez.

La víctima, de 42 años, estaba desaparecida desde el lunes, cuando salió de licencia del 911 de San Salvador.  

Un día después, fue hallado lapidado en Mejicanos pero no tenía documentos; fue llevado a la morgue como desconocido.

Su familia acudió ayer a la institución y lo  identificaron. El agente tenía unos 19 años de ser parte de la corporación.

En lo que va del año ya suman 12 policías asesinados.