Llevan a niño por apendicitis al hospital y queda ciego

Durante la preparación para la cirugía, el infante sufrió un infarto. Las maniobras médicas para salvarlo duraron 30 minutos.

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Un niño que iba a ser intervenido por apendicitis sufrió un infarto de 30 minutos en el quirófano. El paciente terminó ciego y con un edema cerebral.

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18 March 2016

“A los tres minutos yo escuché los gritos de todos !paro¡, ¡hay paro (cardíaco)!, entubémoslo rápido. Y ahí empezó todo”; esa es parte de  la narración de Marina, cuyo  hijo de  cinco años y medio ingresó a la sala de operaciones por apendicitis y su cuadro médico se complicó tanto que el niño tiene secuela de ceguera, no puede hablar  y tiene paralizado la parte izquierda del cuerpo.

Aceptar el estado en que se encuentra Eliseo resulta difícil y la llena de impotencia, sobre todo porque el niño gozaba de buena salud, manifiesta.

En un video, tomado con teléfono móvil, cuando el infante tenía cuatro años, se le puede ver jugando con sus compañeritos de colegio. En otro video está celebrando su cumpleaños. La madre muestra los videos y no logra comprender que salió mal aquel día.

El 31 de enero de este año, Marina Elizabeth Cristino llevó a pasar consulta a su hijo al Hospital San Rafael, de Santa Tecla, a causa de  un dolor abdominal.

Antes de ello,  la noche  del 30 de enero, Marina llevó al niño a  la clínica de Fosalud de Lourdes, Colón,  porque tenía fiebre. 
El médico que lo evaluó explicó que posiblemente se trataba de una amigdalitis y le recetó acetaminofén, narra la madre.

El siguiente día, Eliseo tuvo otra vez fiebre alta, por lo que le siguieron dando la acetaminofén que le recetaron.

Sin embargo, a eso de la 1:00 de la tarde, al niño comenzó a vomitar, a quejarse de un fuerte dolor abdominal en la parte derecha.
Marina es enfermera en un hospital público, cuando el estado del niño desmejoró, ella estaba en el trabajo.

Fue el papá del niño quien lo llevó al San Rafael. Mariana se reunió con ellos en el hospital.
Pasadas las 5:00 de la tarde, evaluaron al niño en ese sanatorio. 

Dice Marina que por los síntomas que presentaba, les dijeron que podría tratarse de una apendicitis.
Los exámenes que le realizaron confirmaron el diagnóstico. 

Marina narra que el cirujano que evaluó a su hijo le manifestó que “era necesario ingresarlo”.
Los padres dieron la autorización para  la cirugía.

La madre dice que a eso de las 11:00 de la noche, Eliseo entró a sala de operaciones;el niño iba llorando.

Marina tiene varios años de trabajar como enfermera y ha estado en sala de operaciones, por eso conoce los procedimientos médicos.

Ella calculó que en dos o tres minutos su hijo dejaría de llorar, debido a la aplicación del anestésico.
El niño dejó de llorar, tal como estimó la madre. 

“Yo deduje un tiempo límite de tres minutos desde que entró al quirófano a lo sucedido.  A los tres minutos yo escuché los gritos de todos ¡paro, hay paro (cardíaco), entubémoslo rápido! Y ahí empezó todo”, cuenta la madre entre lágrimas.

De la sala de operaciones salió la médico cirujano para decirle que habían hecho todo lo posible y que el niño había salido del paro cardíaco después de 30 minutos, relata Marina.

En ese momento ya estaba lista la ambulancia para trasladar a Eliseo al Hospital de Niños Benjamín Bloom.

Para Marina todo sigue siendo confuso y lo que quiere es una explicación para saber qué fue lo que pasó con su hijo, ya que para ella no es fácil aceptar que entró con su niño con la vista normal, hablando y caminando.

Ella quiere que le aclaren si el paro cardiaco fue producto de una sobredosis de los medicamentos que se le suministró durante la etapa de anestesia.

Los daños

Después de que Eliseo fue llevado de emergencia al Hospital Bloom, los médicos que lo trasladaron no dieron explicación de qué fue lo que sucedió, expone la madre.

Eliseo pasó 12 días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)del Bloom. En ese tiempo  le practicaron en el Hospital Rosales una Tomografía Axial Computarizada (TAC), la cual determinó que tenía un edema cerebral, es una acumulación de líquido en los espacios intra o extracelulares del cerebro.

Como consecuencia del edema cerebral, el niño tiene  daños neurológicos;no puede mover la parte izquierda de su cuerpo y ha perdido la vista y el habla.

Para determinar los daños de la vista, al infante le practicaron un examen llamado potenciales visuales.

Marina explicó que daño ocular no hay, sin embargo, se deben esperar que el edema desaparezca para saber si volverá a recuperar la vista.

Estando ingresado en el Bloom, el niño sufrió otras complicaciones, tuvo problemas para orinar y de digestión, los cuales fueron controlados favorablemente.

El niño fue dado de alta el pasado 14 de marzo e iniciará una larga fase de recuperación que incluye la compra de medicamentos de alto costo.
El martes de la próxima semana, Elíseo iniciará las terapias en el Centro de Rehabilitación de Occidente.

Cirugía se pospuso

Eliseo fue llevado al Hospital San Rafael por una apendicitis,  pero a causa del paro cardiaco que sufrió cuando lo estaban preparando para la cirugía, no se la  realizaron.

Para evitar que desarrollará una peritonitis, le administraron antibióticos.

Después de doce días, cuando el paciente comenzó a responder favorablemente, la madre autorizó la cirugía,  con el propósito de evitar mayores complicaciones.

“La anestesista me dijo que como no tenían datos de qué fue lo que pasó (en el San Rafael), no sabían si el niño iba a resistir una anestesia más. Era como jugársela. A pesar de todo lo que pasó, mi hijo no presentó ninguna complicación con la anestesia”, explica la madre.

Ahora  Elíseo  se encuentra en su casa, ubicada en Lourdes, Colón. 

El niño se lleva sus dedos de las manos a la boca y  balbucea  “mamá, papá”. Está comenzando a hablar.
También llora mucho. 

“Yo creo que hay momentos en que mi hijo recuerda muchas cosas, quiere hablar, pero al no poder, se pone a llorar”, manifiesta Marina.

La dura prueba que enfrenta la madre  han afectado su salud. Tiene problemas nerviosos, ha perdido la movilidad de tres dedos de su mano derecha y dos de la izquierda.

La denuncia

Al ver todos los problemas que Marina estaba atravesando, su hermana denunció en la Fiscalía General de la República, en Santa Tecla, el caso de Elíseo.

Ahí le dijeron que solo le iban a tomar como denuncia, y será la madre del niño la que tiene que presentar la demanda, según le explicó un fiscal.

Aunque ya hay un número de referencia de expediente.

La madre del niño aseguró que acudirá a la sede fiscal luego de vacaciones, porque lo que le ha pasado a Eliseo “no se puede quedar así”, dice.
Aunque también espera que el fiscal de caso la contacte para ir a poner la demanda y se inicie la investigación.

“Ahora me pasó a mi, mañana no se sabe a quién será; yo quiero que se haga justicia y que me digan qué paso”, manifiesta  Marina, luego agrega:  “de un momento a otro cambia la vida”.