El excanciller de la República, Óscar Santamaría, asegura que hay suficientes razones jurídicas para que El Salvador no acceda a las pretensiones de la justicia española de extraditar a los militares salvadoreños implicados en el asesinato de seis jesuitas y dos de sus empleadas perpetrado en 1989.
La justicia española ha solicitado la extradición de al menos 17 militares señalados en el caso, cuatro de los cuales han sido capturados y están en espera de que la Corte Suprema decida en definitiva.
Santamaría, quien fue canciller durante el gobierno de Alfredo Cristiani (1989-1994) y cuando ocurrieron los hechos, consideró el múltiple crimen como “un hecho bochornoso, repudiable, que debe condenarse”.
No obstante, argumenta que la extradición a España no tendría base legal porque ya hubo un juicio en El Salvador y la justicia no permite que una persona sea juzgada dos veces por un mismo hecho.
“Ya operó la justicia de El Salvador en el caso Jesuitas. Se llevó a los tribunales salvadoreños, se desarrolló un juicio en todas sus etapas, se concluyó con una condena, los culpables fueron a presidio, pagaron parte de ese tiempo y después fueron beneficiados con la amnistía. El sistema judicial ya operó”, sostuvo Santamaría En la entrevista con El Diario de Hoy.
Pero el jurista salvadoreño señala que en el reclamo de la justicia española hay varias “incongruencias jurídicas” que no permiten la extradición.
“De acuerdo con la Constitución salvadoreña, vigente desde el 1983, no se daba la extradición de salvadoreños en hechos que pudiesen haber ocurrido y que reclamaran la aplicación de la justicia por otros países, no existía ningún convenio”, dijo Santamaría.
El tratado de extradición se introdujo a la Constitución en el año 2000, es decir, no existía cuando sucedieron los hechos.
Tampoco estaban en la legislación salvadoreña los delitos de lesa humanidad, sino que los introdujeron en 1998, una década después.
El convenio con España para extraditar a nacionales de ambos países se estableció en 1997.
En los tres casos la ley no se puede aplicar hacia atrás en el tiempo (retroactividad).
Explicó que una nueva ley se puede aplicar hacia atrás sólo cuando favorece a los imputados, cosa que no ocurre en este caso.
A esto se añade que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) ya en una anterior oportunidad resolvió denegar la solicitud de extradición en este mismo caso, según Santamaría, por considerar que se vulneraban las normativas nacionales.
“Yo sí creo que tiene sustento el hablar de denegar esa extradición, porque si se hace con esos impedimentos legales que he mencionado ya no va a ser extradición si no que va ser expatriación de salvadoreños que están desprotegidos porque han perdido sus derechos políticos que se les ha negado”, consideró.
¿Proceso judicial fraudulento?
A juicio de Santamaría, la justicia española argumenta, para juzgar a los uniformados salvadoreños, que “el proceso judicial salvadoreño fue fraudulento”, y que por eso procede la extradición.
“El hecho que ellos no estén conformes con lo que fue el proceso salvadoreño y lo califiquen de fraudulento no anula ni tampoco deja sin efecto lo actuado por las autoridades de justicia en El Salvador; todo lo contrario, tiene validez porque se ha hecho dentro del ordenamiento jurídico nuestro”, acotó el abogado.
Para Santamaría, la decisión de extraditar a los cuatro militares que están guardando prisión preventiva en nuestro país, ha sido tomada por una sola de las partes.
“Aquí la voluntad soberana solo es de una parte, del gobierno español. Creemos que no es procedente que se hable de extraditar a los salvadoreños que ya fueron juzgados por nuestras propias leyes”, indicó Santamaría.
Aseveró que acceder por parte de El Salvador a la pretensión de la justicia española, sería aceptar una vulneración a la soberanía salvadoreña, violaría el principio de autodeterminación de los pueblos, y sería una intromisión en los asuntos internos de El Salvador.
Además consideró que la aplicación de la “justicia universal” que pretende España, es una iniciativa muy propia de ese país, que de alguna manera le ha acarreado problemas con otros estados.
El espíritu de las negociaciones
El excanciller de la República recordó que las negociaciones con la entonces guerrilla del FMLN, que culminaron con la firma de los Acuerdos de Paz en 1992, llevaban la finalidad no solo de poner fin a la guerra interna, sino de reconciliar a los salvadoreños, impulsar la democracia, respetar los derechos humanos y la reunificación del “tejido social”.
Los jesuitas fueron asesinados por un comando militar durante una ofensiva guerrillera en la capital y varias importantes ciudades del país, el 16 de noviembre de 1989, en lo más crudo de la guerra que había estallado en 1980.
“Cuando hablamos de procesos de reconciliación y conciliación dijimos que había una iniciativa que podía tener cabida en este tema y era conceder la amnistía para todos los que habían sido parte en el conflicto armado como actores directos o indirectos, para poder tener una base de partida en ese proceso de reconciliación”, explicó el ex funcionario.
“¿Queremos comenzar una serie de vendettas?”
Para el excanciller, Óscar Santamaría, el que algunos personeros del FMLN anden tratando de que se extradite a los militares salvadoreños a España “ es una hipocresía”.
“Esos que se expresan en esa forma son hipócritas porque han sido favorecidos con las leyes de amnistía, el FMLN se favoreció de todas las amnistías, que no se ande rasgando las vestiduras cuando ya sabemos tantos hechos delictivos que cometieron ellos”, dijo Santamaría.
Consideró que es peligroso reabrir viejas heridas porque a los mismos funcionarios del gobierno del FMLN, pueden salir perjudicados. “Incluso personas del más alto nivel pueden llegar a ser procesados”, advirtió el excanciller.
Santamaría dijo que es necesario reflexionar antes de exigir justicia por hechos cometidos durante el conflicto armado.
“Es eso lo que queremos, comenzar una serie de vendettas y de revanchismos de este tipo con la misma dinámica del conflicto? Eso sería imparable y hasta impredecible hasta donde se puede llegar”, estimó Santamaría.