¿Quieren mejores hospitales? Mejoren prácticas gerenciales

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16 marzo 2013

Los principales problemas de los sistemas de salud de la región no están relacionados con la ciencia médica, sino con las prácticas gerenciales de los hospitales y de las instituciones de la salud.

Los hospitales sufren constantes problemas de insostenibilidad financiera, de desabastecimiento de insumos, de líneas de espera prolongadas, de programación ineficiente de los quirófanos, y de mala calidad en los servicios. Hay incluso hospitales que tienen problemas pagando la factura de la electricidad.

Obviamente los sistemas de salud de la región enfrentan limitaciones presupuestarias, pero aún bajo estas restricciones se pueden tomar mejores decisiones gerenciales. Por ejemplo, uno de los problemas más frecuentes es el desabastecimiento de productos básicos, como jeringas, antibióticos, guantes y gazas. Es común que los hospitales enfrenten simultáneamente faltantes en unos insumos y sobrealmacenamiento de otros que se vuelven obsoletos.

Con el uso de técnicas para predecir la demanda y administrar los inventarios se pueden establecer tamaños óptimos de pedido, puntos de reorden e inventarios de seguridad para cada artículo. Estas técnicas disminuyen los problemas de faltantes y obsolescencia, usando el mismo presupuesto.

Otro problema común es el crecimiento desordenado de los hospitales que ocasiona sobrecapacidad en unas unidades mientras otras permanecen sub-dimensionadas. Así por ejemplo, algunos hospitales tienen una capacidad mucho mayor en quirófanos de lo que tienen en camas. Es decir, pueden operar más pacientes de lo que pueden hospedar, lo que resulta en salas de operaciones ociosas y cuartos abarrotados con pacientes.

Con un ejercicio de planeamiento agregado se pueden establecer planes de crecimiento ordenados para aumentar la capacidad total de un hospital en forma balanceada, usando el mismo presupuesto de inversión. De la misma forma, las técnicas gerenciales avanzadas pueden ayudar a resolver o a aminorar los problemas de líneas de espera, del flujo físico de los pacientes y de rotación de personal, respetando las restricciones impuestas por un presupuesto.

La disparidad de la cobertura geográfica de los servicios de salud en Centroamérica hace que las buenas prácticas gerenciales sean aún más críticas en los hospitales remotos. Un estudio de INCAE Business School, encuentra que mientras 3.6 millones de ciudadanos centroamericanos (8.6% de la población de la región) viven en municipios, cantones y distritos con niveles de estructura hospitalaria iguales o mayores al promedio de Suecia y EE.UU., 14.5 millones (33.8% de la población) lo hace en localidades que dependen de instalaciones insuficientes y distantes.

Este estudio, que puede ser consultado en el website de la biblioteca de INCAE (http://www.incae.edu/images/hospitales.pdf ), describe la estructura de la industria de hospitales en Centroamérica y su dispersión geográfica. Localidades con poblaciones importantes como Cobán en Guatemala (224,000 hab.), Soyapango en El Salvador (273,000 hab.), y El Progreso en Honduras (208,000 hab.), dependen de un único hospital. Estos hospitales tienen que estar muy bien administrados, pues son los únicos centros a los que pueden acudir los habitantes de estas regiones en casos de emergencias médicas extremas.

Durante décadas hemos supuesto que los problemas de los sistemas de salud se resuelven con más presupuesto. Aunque esto es cierto, no es suficiente. Hay que manejar los recursos de forma inteligente y adoptar técnicas gerenciales avanzadas.

Las malas prácticas administrativas son indeseables en todas las organizaciones y en todas las industrias, pero en los hospitales tienen mayores consecuencias. No importa cuán talentoso sea el cuerpo médico de un hospital, si su gerencia es mala, se pondrá en riesgo la salud de los pacientes.

*Profesor de INCAE Business School.