Sacerdotes salen al encuentro de fieles en centros comerciales y parques

El lunes un contingente de sacerdotes confesó a fieles en un centro comercial y la medida se replicará en otros 

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Sacerdotes de la Diócesis Castrense y de la Vicaría del Divino Salvador

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17 March 2016

Revestidos con el alba blanca y la estola morada un grupo de cerca de 40 sacerdotes recorrieron el lunes los pasillos del Centro Comercial Galerías, en la capital, en busca de feligreses a quienes confesar. 

El hecho,  que causó  sorpresa a más de un cliente del lugar, ya que es parte de una jornada que la Diócesis Castrense ha emprendido y la cual tiene previsto expandir, en los próximos días, a otros lugares del país.

Durante la actividad, la primera de este tipo, se produjeron no menos de 400 confesiones, en un lapso de dos horas, entre las diez y las doce de la mañana.

Monseñor Fabio Colindres, quien es Obispo castrense y está encargado de la Parroquia San Juan Bautista, explicó que la iniciativa surgió para atender la invitación que el Papa Francisco ha lanzado a los cristianos y que está encaminada a que la iglesia esté descentralizada, que  no esté encerrada, sino que sea capaz de tener un acercamiento.

Padre misericordioso        
“(Estamos) dando respuesta a la invitación del Papa de ir a las periferias, sobre todo en el Año Extraordinario de la Misericordia, que es el que estamos viviendo. Hemos querido dar respuesta  también a las necesidades del mundo actual, de muchísima gente que no está llegando a nuestras iglesias y que definitivamente hay que salir al encuentro de ellas”, reiteró.

Colindres dijo que es la primera vez que la diócesis que él dirige tiene la iniciativa de salir al encuentro de la gente más necesitada  y aclaró que se hizo en el centro comercial Galerías porque fue el primero que abrió las puertas para ello. Así está a la espera de que los demás hagan lo propio.

Según detalla el Obispo, “el objetivo fundamental de salir en busca de las personas es que la gente comprenda que Dios es un padre bueno y misericordioso, que está preocupado de sus problemas, de sus necesidades, de sus angustias, de sus temores y que no necesita ir a buscar a Dios porque es tan bueno y misericordioso que Él sale al encuentro de los que más lo necesitan”. 

“Es uno de los siete sacramentos. Es un momento del hombre o la mujer creyente con Cristo Perdonador, para restituir su corazón herido y dañado por el pecado y también para sanar el impacto que el pecado ha tenido en la sociedad y el corazón del que ha pecado”, precisa el padre Colindres sobre lo que implica la confesión.

El religioso manifestó que la respuesta de la población a esta jornada fue inmediata y les ha mostrado que la tarea del sacerdote en la confesión es más profunda de lo que pueda imaginar, y que la necesidad que tiene el pueblo de confesarse es honda, sobre todo cuando un país vive golpeado por la pobreza, por la violencia, por la miseria y por la desintegración familiar.

“El sacramento de la confesión resulta una verdadera medicina para los que no sólo han pecado, sino para los que se sienten más solos, más tristes, más pobres y agobiados por todo tipo de dificultades”, expuso, tras comentar que se hizo antes de Semana Santa para dar oportunidad a que mucha gente se prepare para vivir dignamente el periodo.

Satisfacción
En la actualidad un comité realiza gestiones con los responsables de otros centros comerciales para continuar con la actividad, pero también tienen la intención de ir a plazas, parques, colonias pobres o comunidades humildes.

Los sacerdotes que participaron en el ejercicio también han quedado sorprendidos de la respuesta de los feligreses.

El padre Fernando Orellana, califica la experiencia como “maravillosa” e insiste que es un esfuerzo para llevar la iglesia a la periferia, es decir hasta las personas que por distintas razones se han mantenido alejadas de ella.

El sacerdote comentó que tuvo oportunidad de atender a personas que tenían muchos años de no confesarse porque debido a sus horarios de trabajo no es posible llegar a las iglesias en busca de un sacerdote, pero deseaban hacerlo. También, asistió a algunos fieles que estaban cargados de mucha aflicción por problemas familiares.

“Yo he venido muy contento, jubiloso, con deseos de volver nuevamente (a hacer esta jornada de confesiones)”, agregó Orellana.

El padre Valentín Alberto Arias, sostuvo que la experiencia es interesante, única y los ha motivado a continuar.

El padre Arias tuvo oportunidad de confesar a 13 católicos, y al igual que Monseñor Colindres y que el padre Orellana, invitó a otros religiosos de las distintas congregaciones a repetir la iniciativa  para cumplir con la misión evangelizadora.

Coincidiendo con ese llamado varios religiosos de la Vicaría del Divino Salvador del Mundo  se dieron cita en el Parque Libertad el miércoles por  la tarde, para administrar el sacramento de la reconciliación a los peatones que circulaban por el lugar.