Unos 200 habitantes del cantón El Llano, en Ilobasco, Cabañas, y sectores aledaños asistieron al entierro del líder comunal José García, y sus hijos Douglas Armando y Andrés Vladimir.
Los tres fueron asesinados a balazos por pandilleros, la madrugada de martes, cuando fabricaban tejas artesanales en su vivienda.
Los dolientes ofrecieron un servicio religioso, ayer por la tarde, en memoria de las víctimas en la iglesia Los Desamparados, en el centro de Ilobasco; luego los sepultaron en el cementerio municipal.
Entre los asistentes, además de conmoción, había hermetismo. Pocos quisieron hablar del hecho en el que perdieron la vida tres hombres que eran muy estimados en la comunidad El Calvario, del cantón El Llano.
Algunos allegados de los García que rompieron el silencio manifestaron que José, desde muy joven, se caracterizó por su entrega a los demás: durante el conflicto armado, según ellos, fue sargento de la Fuerza Aérea.
Cuando salió de baja se dedicó a participar en actividades que iban en beneficio de la comunidad. Su liderazgo hizo que, desde hace más de una década, sus vecinos lo eligieran como su representante.
Durante su administración, García logró que la municipalidad y otras instituciones ejecutaran varios proyectos en la zona, como la instalación de lavaderos públicos; concreteado de la calle e iluminación de la vía pública.
Los vecinos de José también lamentaron que los delincuentes hayan truncado las aspiraciones de sus dos hijos veinteañeros, quienes tenían como objetivo sacar adelante a su modesta y numerosa familia.
Las fuentes aseguraron que Douglas y Armando no tenían vínculos con pandillas.
Ambos le ayudaban a su padre a fabricar las tejas porque con eso sostenían económicamente a sus hermanos.
Además, relataron que Andrés era miembro de una asociación de árbitros; varios de ellos estuvieron en el funeral.
La ceremonia fue escoltada por policías y agentes municipales para evitar la presencia de delincuentes.