SAN MIGUEL. Sentada sobre una esquina de la Tercera Avenida Norte, Nicolasa de Hernández, miraba con tristeza cómo su negocio había quedado reducido a cenizas, tras el incendio registrado la tarde del sábado, en los mercados 1 y 2 de San Miguel.
La mujer que hasta el domingo en la tarde no sabía cuánto había perdido, expuso que lo que más les preocupa es que no sabe cuándo podrá retornar a su puesto, debido a que parte del techo del edificio colapso por las llamas.
“Vivimos una angustia terrible, estaba con mis dos nietos de seis y dos años, y no hallaba ni para donde correr cuando el fuego comenzó a aparecer”, explicó con sus ojos llenos de lágrimas, la comerciante.
Ayer, las autoridades de Protección Civil departamental, aún cuantificaban las pérdidas, pues entre lo quemado estaban tres bodegas, una de ellas contenía medicamentos, otra productos telefónicos y una más con plásticos.
Ricardo Canales, presidente de la comisión departamental de Protección Civil, sostuvo que las primeras cifras que obtuvieron les indican que las pérdidas superan los 300 mil dólares.
“En la segunda planta del edificio se quemaron tres bodegas, entre ellas una que contenía medicamentos, donde nos indicaron que las pérdidas fueron de 153 mil 220 dólares, pues contenía medicamentos costosos, que estaban almacenados”, reveló Canales.
Explicó que otra de las bodegas tenía almacenados teléfonos, y además una antena telefónica, que también se dañó por las llamas.
Destrucción
El fuego arrasó con una bodega de plásticos que, aseguran, facilitó la expansión del fuego y alcanzó un bazar donde los productos quedaron hechos ceniza.
Canales aseguró que de éstos últimos casos, aún recaban información en cuanto a cuantías económicas, pues muchos de los dueños, aún verifican lo perdido.
Mencionó que otros negocios ubicados a las orillas del edificio también resultaron afectados, por ello los locales con pérdidas alcanzaron los 15 negocios.
Antonio Vásquez, jefe de bomberos de San Miguel, sostuvo que el origen del fuego se registró en una caja térmica de un pozo que abastecía de agua potable al mercado.
El corto circuito pudo haberse originado porque las instalaciones son viejas, indicaron las autoridades.
Por la magnitud del siniestro, parte del techo colapso, y por ellos los locales afectados no pueden ocuparse nuevamente.
“El techo que cedió debe ser demolido, porque amenaza con caerse y es un peligro latente para los que por ahí circulan”, mencionó Vásquez.
De hecho, por la vulnerabilidad de la infraestructura, las autoridades cerraron dos cuadras de la 2ª Calle Poniente y una cuadra de la 3ª Avenida Norte; ambas calles fueron habilitadas ayer por la tarde.
Preocupación
Los comerciantes hasta ahora no saben cuándo serán habilitados los puestos y eso aseguran les preocupa, porque la venta es su único ingreso.
“Trabajamos con préstamos, además les debemos a los proveedores, y hasta ahora no sabemos cuándo van a demoler ese techo y mucho menos cuando será seguro para poder regresar a vender”, indicó de Hernández.
Agregó que muchos deberán empezar de cero, ya que perdieron casi toda la mercadería que tenían en sus puestos. “Mucha gente perdió todos sus productos, otros lograron sacar algo, pero las pérdidas económicas son grandes, muchos deberemos hacer esfuerzos extraordinarios para poder levantar el negocio”, lamentó la mujer.
Canales sostuvo ya están buscando alguna forma de apoyar a los comerciantes junto a la comuna; aunque voceros de la alcaldía indicaron que los locales quemados estaban ubicados en un edificio privado y no municipal.
El alcalde Miguel Pereira sostuvo que ayer se reunió con los 40 comerciantes que se ubicaban a las orillas del edificio quemado, pues ellos por la vulnerabilidad de la estructura no pueden seguir vendiendo en esos puestos.
“Ya nos reunimos y por el momento; mientras ese edificio es demolido, una parte de los vendedores serán ubicados en el parque municipal y otra parte se quedará en la 3ª Avenida”, reveló Pereira.
Los traslados serán efectivos en los próximos días, mientras que los comercios quemados en el interior del edificio, deberán esperar, pues dependerá de la efectividad con que el seguro de incendios les responda, mencionó el alcalde.
Hidrantes sin agua
Una de las grandes dificultades que enfrentaron los bomberos migueleños para sofocar las llamas del mercado, fue que una vez terminada la primera pipa de agua, no encontraron un hidrante con agua en las cercanías de la central de abastos; eso porque aseguraron, por la tarde en la zona no cae agua.
El teniente Vásquez explicó que “haremos un nuevo estudio para ver los hidrantes que funcionan y sobre todo los horarios en los que hay agua en los mismos”.
Canales aceptó que los hidrantes no funcionaron ese día, pero aseguró ya están buscando alternativas para evitar que posibles accidentes no sean atendidos por falta de agua en la zona. Pereira aseguró que se reunirá con personeros de ANDA para buscar soluciones al problema.