Asesinan a mujer que se dedicaba a vender pupusas en San Pedro Perulapán

Según la Policía víctima ya había sido amenazada por pandilleros de la zona. Cinco personas han sido asesinadas en últimos seis meses en El Espino

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13 March 2016

Roxana Rodríguez, de 28 años, fue asesinada de múltiples disparos cerca de las 7:00 de la mañana en el cantón El Espino, en San Pedro Perulapán, Cuscatlán.

Mismo municipio donde el sábado el Gobierno desarrolló su programa Gobernando con la Gente. 

Roxana, originaria de la zona, recién comenzaba su día de trabajo cuando un grupo de pandilleros acabó con sus esfuerzos, tras asesinarla.

Los preparativos de los alimentos y toda su actividad comercial quedaron abandonados en el lugar.

Para este domingo había en agenda una misa especial por los 15 años de varias niñas a las 10:00 de la mañana.

Su negocio contiguo a la Iglesia Católica de la localidad la colocaba en condiciones ventajosas para la atracción de clientes por la festividad.

Sin embargo, los malhechores solo esperaron que pasara unos cien metros una procesión en honor al patrono San José y para proceder contra Roxana.

“Se escuchó una descarga de tiros”, relató una feligrés.

Como resultado, Roxana fue asesinada y su hijo de siete años quedó en la orfandad al ser madre soltera.

Luego del incidente, el día cambió no solo para los dolientes sino para los habitantes de la zona, quienes ya no pudieron transitar libremente ni participar en las actividades tal y como estaban programadas.

Tras el cerco policial para la custodia de la escena, la fiesta rosa que se realizaría en la iglesia de El Espino fue trasladada a la capilla de El Calvario, a un kilómetro de distancia.

La Policía advertía a los residentes que si bajaba ya no podía subir; un hombre que había olvidado sus documentos tuvo que pedir que se los entregaran a un policía y éste se los llevara a la persona que los requería.

Desarrollo urbanístico versus pandillas

El cantón El Espino registra un notable desarrollo urbanístico: calles de concreto, energía eléctrica, telefonía fija, agua potable y servicio de transporte colectivo.

Todo ese desarrollo contrasta con la actividad delictiva de las maras que tienen sometida a la población. En un tramo de un kilómetro están afincadas las dos pandillas. 

Esto es como una especie de gobierno defacto (ilegal) ya que tienen sometido a sus más de 25 mil habitantes del cantón El Espino dijo un vecino.

Otro habitante relató que la zona es tan peligrosa que después de las 6:00 o 7:00 de la noche nadie transita por las calles del cantón por temor a las pandillas.

Tampoco puede movilizarse libremente por la zona, pues los que están de lado de la pandilla 18 Revolucionarios no pueden pasar al extremo de la  MS, lo que ha convertido a San Pedro Perulapán en uno de los lugares más violentos del país. 

El punto limítrofe entre ambas pandillas es la parroquia de El Espino y quienes cruzan de un sector a otro, corren el riesgo de ser asesinados o asaltados comentaron los vecinos.

Para pasar de un lado a otro, primero debe reportarse con la pandilla contraria y precisarle cuál es el motivo de su paso, su destino, cuánto tiempo permanecerían y a qué hora regresarían.

Los conductores deben pagar un peaje para cruzar el territorio de la MS para evitar inconvenientes en el trayecto. Los lugareños no precisaron el monto que pagan.

En un tramo de un kilómetro de distancia han sido asesinadas cinco personas en seis meses, incluyendo a la señora que hacía pupusas.

En ese tiempo han ultimado a un panadero, una jovencita,  un hombre que se hallaba detrás de la Iglesia Católica y un conserje de la escuela de El Espino.

La Iglesia Católica de estilo colonial reúne a feligresía proveniente de los contornos de El Espino, Tecoluco y Limón.

Durante el domingo hay varias misas en la zona, lo que genera una intensa actividad comercial de la hermandad y de los vecinos.

Solo en la Iglesia hay por lo menos siete puestos donde se venden pupusas y otros alimentos para recaudar fondos para sus proyectos.

A esos negocios se suman los particulares como el caso de la señora Roxana, que ayer paso a ser una víctima más de la violencia de las pandillas que azota a San Pedro Perulapán y todo el país.