Optimismo por la posible mejora en carretera a La Unión

Conductores aseguran que favorecerá el progreso

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La calle que conduce de La Unión hacia San Miguel

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10 March 2016

ORIENTE. Tras 12 años de tener nulas esperanzas en que las autoridades del Ministerio de Obras Públicas (MOP) o el Fondo de Conservación Vial (Fovial), intervengan y mejoren el deplorable estado de la carretera que une a San Miguel y La Unión, automovilistas tomaron con mucho optimismo que por primera vez esas autoridades han hablado de plazos para reparar la vía internacional.

Felipe Rivas, director Ejecutivo de Fovial, anunció, tal y como lo dio a conocer El Diario de Hoy en su edición de este jueves, que en cinco meses podrían tener  autorización para intervenir  los 33.7 kilómetros de la calle, que están más deteriorados.

Armando Mercado, taxista que constantemente viaja de San Miguel a El Carmen, en donde se ubica uno de los tramos más dañados, aseguró que “ ya era tiempo de que nos dieran esperanzas. Por 12 años hemos pasado esperando que al menos digan, vamos a tratar de arreglarla, pero la respuesta era que no la podía tocar”.

Agregó que si bien falta que el anuncio sea realidad, al menos les dio optimismo que probablemente para el último trimestre de 2016 tengan calle en mejores condiciones, luego  de más de una década de pasar esquivando hoyos y evitando accidentarse por hacerlo.

Mario Romero es otro de los ciudadanos que a diario usan la vía, pero a diferencia de Mercado, este camina en la calzada. 

El hombre es jornalero y reside en la zona de cantón Caulotillo, siempre de El Carmen.

 “Acá, a uno se lo escapan a llevar los carros por ir esquivando los baches, casi se lo llevan a uno porque usan la calzada para evitar lo malo de la carretera y nos dejan sin zona segura para caminar”, dijo.

Al igual que Romero, dijo que espera que la calle comience a ser reparada en cinco meses, por el bien de millares de usuarios  que a diario usan esa calle  y que han tenido paciencia desde 2004, cuando la vía se comenzó a deteriorar.

Roberto Ochoa trabaja como motorista de un microbús de turismo y dice que cada vez que le salen viajes a la cabecera unionense, “piensa y repiensa en hacerlo”, pero que la necesidad lo hace ceder. 

“Los carros se arruinan, se dañan amortiguadores, flechas, barras de suspensión, todo. Los carros se aflojan, pero no se puede hacer nada. Gracias a Dios ya se ve que en agosto podrían tocar la calle”, dijo.