Los cuerpos sin vida de una madre y sus tres hijos fueron encontrados completamente calcinados en las cercanías del río San Antonio, ubicado entre las comunidades El Corralito y Corinto, en la jurisdicción de Zaragoza, La Libertad.
Según la versión oficial, los integrantes de esa familia habían desaparecido desde el pasado lunes, en circunstancias no detalladas por las autoridades.
Pero no fue hasta la noche del jueves que encontraron el cuerpo sin vida de uno de los fallecidos, en una zona montañosa. La falta de equipo impidió que la Policía Nacional Civil (PNC), continuara con las labores de rastreo en el lugar.
Este viernes, la Fiscalía y la PNC confirmaron que a unos 200 metros de donde fue localizado el primer cuerpo, hallaron tres cadáveres más.
Y aunque estaban casi irreconocibles, no descartan que podría tratarse de los tres hermanos y la madre, que desaparecieron desde inicios de esta semana.
Según las investigaciones de la PNC, el cuádruple homicidio podría estar relacionado con el accionar pandilleril en el sector; pues una fuente oficial comentó que dos de las víctimas eran pandilleros activos de la 18.
“Son cuatro personas las que se han encontrado muertas, creemos que son las que desaparecieron el día lunes en la comunidad El Corralito, una señora con sus tres hijos. Dos de ellos son pandilleros y otro, es sordomudo”, explicó un policía.
Sin embargo, comentó que esperarían los resultados de Medicina Legal para confirmar si se trataba de la madre y sus tres hijos.
Extraoficialmente, las víctimas del múltiple asesinato serían: Gustavo Onaziz Torres Valencia, de 21 años (supuesto palabrero); Noé Stanley Flores Valencia, de 19; René Alonso Aguilar Valencia, de 24 (sordomudo); y Blanca Margarita Valencia Navarro, de 43.
Según las indagaciones, todos fueron privados de libertad por pandilleros que operan el sector, cuando se encontraban en su vivienda ubicada en la comunidad El Corralito.
En una de las habitaciones, las autoridades encontraron un rastro de sangre con dirección hacia donde encontraron los cuerpos calcinados.
“En la escena donde hubo la liberación de cadáveres no se ha hallado mayores indicios; en la casa donde residían ellos encontramos manchas de sangre, casquillos y un proyectil. Manchas de sangre a la salida de la casa rumbo a este lugar”, explicó una fuente oficial.
Agregó que otro pandillero que residía en una vivienda de la localidad, podría estar involucrado en el hecho.
Se supo también que la familia, aparentemente, habían recibido amenazas para que se fueran de la referida comunidad.
Una policía comentó que uno de los hijos de la señora fue detenido anteriormente por los delitos de agrupaciones ilícitas y posesión de droga.
Al lugar se presentó personal de Comandos de Salvamento para recuperar los cuerpos del río.
El sector donde estaban los fallecidos dificultaba las labores; sin embargo, personal de la institución humanitaria (un equipo de diez integrantes aproximadamente) tuvo que improvisar una ruta para sacar los cuerpos.
Pasado el mediodía del viernes, el personal había sacado a todos los fallecidos.
Con este caso sería la segunda masacre que ocurre en el departamento de La Libertad en menos de 24 horas, según los registros oficiales.
El Ministro de Justicia y Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, confirmó en declaraciones a medios de comunicación el viernes, que dos de los fallecidos eran miembros de pandillas. Mencionó que hasta el momento no se reportaban capturas.
Ramírez Landaverde señaló que El Salvador todavía presenta una incidencia alta en los delitos y que estos tuvieron una “leve” disminución en febrero.
Esta disminución, según el ministro, siguió al comenzar marzo, pero describió como alarmantes los crímenes del jueves: la masacre en el cantón Agua Escondida, en San Juan Opico, y la muerte de cuatro personas en Zaragoza.