SONSONATE. Un promedio de 100 mujeres de las comunidades Las Marías, Tecuani, Palo Verde y Santo Tomás, en Izalco, debe viajar cada 15 días al río Atecozol, para lavar la ropa, debido a que en sus lugares de residencia no hay servicio de agua potable.
Esto, debido a que son los sitios más altos del municipio y de difícil acceso y no cuentan con servicio domiciliar.
Opciones
Algunas personas recolectan agua lluvia en invierno; otras van a pequeños afluentes hasta los que deben caminar grandes distancias; y en pocas ocasiones, la compran a cisternas que llegan a las comunidades.
Los vendedores cobran entre dos y tres dólares por cada barril con agua, lo que afecta la economía de las familias principalmente porque son de escasos recursos económicos.
La alcaldía de la localidad también lleva cisternas para abastecer de agua a las familias, que la ocupan principalmente para beber o cocinar.
Además, cada 10 ó 15 días pone a disposición de las mujeres un camión para que vayan a lavar la ropa hasta el afluente, que está a más de 40 kilómetros de estas comunidades.
A principios del año pasado, fue inaugurada la perforación de un pozo de una profundidad de 250 metros y la construcción de un tanque para almacenar 250 metros cúbicos de agua, en el cantón San Isidro.
Dichos trabajos fueron realizados por la alcaldía de la localidad, con una inversión de 289 mil 819 dólares, favoreciendo a más de 1,500 familias.
La intención de la alcaldía es construir otro tanque similar en la comunidad San Nicolás, que es el punto más alto de las zonas donde tampoco tienen agua.
La idea es llevar el agua a este lugar por medio de bombeo y a través de gravedad, enviarla a las viviendas que carecen del servicio.
Sin embargo, para el desarrollo de esta obra, aún no hay fechas de ejecución y monto a invertir, aseguraron fuentes municipales que confían en lograrlo pronto.