Varias familias que residen en el caserío Sihuatenango, del cantón San Isidro, en Panchimalco, han sido obligadas por pandilleros a que abandonen sus viviendas.
Hace tres días, los delincuentes los amenazaron para que se marcharan de la zona, según algunos lugareños. Desde ese momento, el temor hizo que varias familias recogieran algunas pertenencias y se fueran.
Las clases de la escuela del caserío también han sido suspendidas, pues por temor los padres no han mandado a sus hijos a estudiar.
En el lugar, que es de difícil acceso, hay unas 200 viviendas construidas con adobe y láminas. La mayoría de habitantes son de escasos recursos económicos y subsisten de la crianza de animales de corral, así como de cultivar frutas y hortalizas.
La amenaza de los pandilleros coincidió con el asesinato de dos jóvenes, cometidos en ese caserío, el sábado anterior.
La Policía no ha informado si este incidente y el acoso de los grupos delictivos están relacionados. Aunque un grupo de agentes está haciendo patrullajes en el lugar no se han hecho detenciones.