¡Oye, chico, no puedes operar acá!

Médico cubano, tú eres mi prójimo, no tengo nada contra ti; sé que hiciste grandes cosas por los más necesitados pero no puedes estar por encima de nuestras leyes.

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23 April 2019

Nuevamente la ignorancia y la prepotencia cobran vida y en esta ocasión. Los actores son varios. Encabeza el elenco la ministra de Salud que en su triste gestión violentó toda la legalidad, desde el escalafón hasta traer médicos cubanos a operar pacientes en el hospital de San Vicente sin los debidos permisos e incorporaciones que la ley exige. A continuación, como artista de poca monta tenemos a la directora del hospital de San Vicente, quien debe ser investigada por la Fiscalía General de la República pues en su calidad de directora permitió que se realizaran intervenciones quirúrgicas por médicos cubanos de antecedentes desconocidos que amparándose en la penumbra de la impunidad y el manto de silencio de los entes rectores realizaron miles de intervenciones quirúrgicas en el área de oftalmología.

A la vez, es la directora quien comete otra ilegalidad, pues siendo miembro de la Junta de Vigilancia de la Profesión Médica, guardó silencio y permitió que se operara sin los debidos permisos. Esta Operación Milagro tiene su historia. En primer lugar se logró desabastecer a los hospitales nacionales donde se realizaban operaciones oftalmológicas, sacando provecho para hacer parecer y creer que esa Operación Milagro era más que necesaria para servir a pacientes salvadoreños.

Personalmente no tengo nada en contra de otro colega que tiene el mismo derecho que mi persona a ganarse el sustento siempre que las reglas sean claras y trabajemos bajo el marco de la legalidad e igualdad de condiciones si este médico es cubano o albanés poco importa.

Lo que debe primar es el respeto al marco jurídico que cada médico salvadoreño debe cumplir y no se puede permitir que galenos extranjeros entren sin la debida autorización para ejercer la medicina, pues pareciera que en este país hay médicos de primera categoría (cubanos que están por encima de la ley), de segunda e infinitas categorías. Debo señalar la permisividad, el silencio cómplice y vulgar que guardó la Junta de Vigilancia de la Profesión Médica de ese momento (2015- 2016) al permitir tales ilegalidades mientras a colegas salvadoreños se les sigue hasta debajo de las piedras ya sea por maldad, venganza y lo más grave, por ignorancia llegando a niveles de desprestigio y muerte civil, infamia como buscar suspender al colega que siendo médico general realizó una cesárea debido a que era el único médico en determinado hospital nacional.

Debe la Fiscalía General de la República investigar profundamente a cada miembro de la Junta de Vigilancia de la Profesión Médica, ya que aparte de la directora del hospital hubo senda complicidad en los demás miembros.

Recientemente me referí a la esclavitud moderna que sufren los médicos cubanos, pero vamos más allá. Nuestros galenos, valientes patriotas, han sido sometidos por el régimen del FMLN violando el derecho al escalafón y a un maltrato jamás visto, ¡de terror!, acosos, sanciones y supervisiones cual la policía secreta cubana y paradójicamente, fue el partido de los pobres el que se ensañó contra el pobre ,llegando a ser mi colega salvadoreño esclavo de un régimen bajero. Se sabe que un médico cubano gana un determinado salario pero en esferas superiores se dice que una pequeña parte va a parar al bolsillo del médico y en los convenios entre los países suscriptores el estipendio a recibir sobrepasa por grandes cantidades. Vaya usted a saber.

Médico cubano, tu eres mi prójimo, no tengo nada contra ti; sé que hiciste grandes cosas por los más necesitados pero no puedes estar por encima de nuestras leyes. Invito a la Sociedad de Oftalmología y al Colegio Médico que den continuidad a esta situación.

En los lúgubres planes del gobierno saliente e incompetente, (¡gracias a Dios ya es pretérito!) formar comités en barrios, lugares de trabajo, hospitales y toda dependencia gubernamental para vigilar “al amigo”, para ser enemigo de tu amigo y queda un mundo de dudas sobre la verdadera realidad de traer a personas que viven en un régimen totalitario, obsoleto y represivo a un país libre. Estamos ante dos opciones: si estos médicos cubanos vinieron a realizar operaciones oftalmológicas con las mejores intenciones del mundo, en nombre de El Salvador se los agradecemos; lamentablemente su trabajo no puede estar por encima de las leyes salvadoreñas y, en el peor de los casos, si el trabajo de esa delegación era formar comités de barrios para “controlar” al pueblo salvadoreño, pues parece que todo salió patas arriba. Si la misión Milagro era traer “orejas” del servicio secreto cubano, como que escogieron a los peores pues ya las maletas están listas tanto para ustedes como para “la nueva oligarquía roja desteñida”.

Para evitar situaciones semejantes necesitamos crear un convenio entre sociedad de oftalmología de El Salvador y gobierno para tener una real Operación Milagro con salvadoreños para salvadoreños.

Médico