El Banco Mundial (BM) anunció ayer en su página oficial que “aprobó un proyecto para mejorar el desempeño institucional de las municipalidades en El Salvador y aumentar el acceso para los ciudadanos a servicios municipales e infraestructura resiliente (obras con capacidad para afrontar) eventos naturales adversos”.
El plan costará al país $200 millones de un préstamo que negoció el actual gobierno del FMLN con el BM, el cual busca “beneficiar a aproximadamente 4.5 millones de salvadoreños a través de las 262 municipalidades del país”, según parte del comunicado del BM emitido ayer en su sitio de Internet.
El anuncio de adquirir esa nueva deuda soberana lo hizo hace un mes el Secretario de Comunicaciones de la Presidencia de la República, Roberto Lorenzana, durante una entrevista en un canal oficial.
De acuerdo al funcionario el préstamo servirá únicamente para infraestructura local y no para que los alcaldes paguen sus deudas.
Según un informe sobre finanzas municipales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicado hace un mes, la deuda de las alcaldías aumentó en $285 millones en los últimos siete años, pese a que anualmente el Fondo para el Desarrollo Económico y Social (Fodes) recibe más recursos.
Para 2019, en el Presupuesto General de la Nación de $6,733.2 millones, los 262 alcaldes dispondrán de $374.9 millones. En comparación con el año pasado esto representa un incremento de $27 millones.
A esto se suma que hace un mes la Asamblea también aprobó subir del 8% al 10% para 2020 el dinero que reciben las municipalidades de fondos del Estado.
Según Lorenzana, ya hay acuerdo entre los diputados para avalar el préstamo de $200 millones con el BM. “Entiendo que hay voluntad política en la Asamblea Legislativa. ARENA, FMLN y todos los partidos han dicho que podrían aprobar ese crédito”, aseguró Lorenzana.
Sin embargo, algunos legisladores como el presidente de la Asamblea, Norman Quijano de ARENA, mostraron cierta inquietud con la petición gubernamental.
Quijano explicó que tendría sus reservas si la intención del gobierno es tener disponibilidad de recursos para inyectarle fondos a través del crédito a la partida del Fodes para el aumento que avalaron a las alcaldías hace poco y no hacerlo con los ingresos corrientes del Estado.
El proceso que sigue tras la aprobación del BM es que el Ejecutivo mande la solicitud a la Asamblea para que autorice el crédito en primera vuelta con 43 votos y después viene otra votación de ratificación con 56 votos. Si los diputados lo ratifican, sería ejecutado por el Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local (Fisdl), según dice el BM.