La gran onda de los tatuajes y otras yerbas

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29 enero 2013

Los tintes llamativos del cabello (anaranjado, azul, morado, verde, etc.), los cortes estrafalarios del tipo "Mr. T", el uso de "piercings" y los tatuajes en diversas partes del cuerpo, son la moda en los tiempos modernos. A propósito los "piercings" hasta hace relativamente poco tiempo los usaban únicamente algunas tribus de África y Oceanía por motivaciones religiosas o de ornamentación primitiva.

En la actualidad deportistas de fama mundial de la talla de Dani Alves, Balloteli, Ibrahimovic, Beckham y no pocas estrellas de la NBA, no lucen uno o dos tatuajes sino incontables sobre la espalda, nuca, cuello, tórax, brazos y antebrazos, a grado tal que a cierta distancia se percibe solamente un manchón sucio de tonalidad azul verdosa, por cierto nada agradable a la vista.

¿Cuál será la motivación para dejarse manchar el cuerpo y andar atiborrado de fotografías borrosas, flechas, coronas de espinas, ideogramas orientales, leyendas diversas, murciélagos estilizados, calaveras, caballos alados, flores, árboles fantasmagóricos, corazones y simbología "dark"?

Se han citado como causas el exhibicionismo enfermizo, es decir esa tendencia a sobresalir, tener notoriedad o protagonismo a toda costa, aun haciendo el ridículo. Sin embargo otros estudiosos estiman que se trata de una forma de autoflagelo o autocastigo, tal es andar marcados de por vida como si fueran reses de una hacienda ganadera. Un psiquiatra y sociólogo estadounidense interpreta la moda como una rebelión contra la globalización que a través del Internet nos inunda a diario con una avalancha de información imposible de asimilar para mantenerse al día.

Otro investigador lo explica desde el punto de vista pérdida creciente de la identidad de la gente y dice: "Los países subdesarrollados y pobres son blanco a diario de torrentes de propaganda, música, seudomúsica, estilos de vida, ritmos y hábitos foráneos que ante su débil identidad los obligan a convertirse en copiones, muchas veces copian mal y hasta incorporan prácticas y conductas que no les pertenecen ni forman parte de su historia, tal es el caso de países latinoamericanos que celebran Thanksgiving, Halloween, October fest, Revolución Francesa, Navidad y Fin de año al estilo norteamericano, etc."

A menudo estas modas pegan más fuerte en jóvenes inmaduros de pobre escolaridad, baja autoestima, de hogares en los cuales les falta todo o lo contrario. El deseo de "ir donde va toda la gente" y la necesidad biológica e instintiva de "seguir a la manada" que los hace sentirse fuertes y protegidos, sobrepasan el acto inteligente y automáticamente abrazan cualquier corriente nueva.

Muchos jóvenes con las excepciones del caso para sentirse "chic" se tatúan el nombre de la pareja sobre un glúteo, tras una oreja o en el tobillo izquierdo. Asimismo creen que imitar culturas extrajeras y hablar en idioma inglés son sinónimos de elegancia y buena educación. Ojalá no se les ocurra imitar a los talibanes y a los francotiradores que matan escolares en las escuelas de los EUA.

Casi nadie parece percatarse que todo lo que significa perforar piel, labios, orejas, nariz, cejas y ombligos implica riesgos de contraer hepatitis C y el virus de VIH Sida si no se cumplen los procedimientos adecuados. Como en El Salvador "todo es playa" y no existen controles sobre los establecimientos que practican estas actividades el riesgo de contaminación es muy alto.

*Dr. en Medicina. Colaborador de El Diario de Hoy.