Este 17 de abril cerró el período de declaración de impuestos en Estados Unidos, ciclo en que “el famoso Tío Sam” reclama los tributos sobre las ganancias obtenidas en el año anterior para todos los trabajadores residentes dentro del país y deben pagar incluso aquellos que carezcan de un estatus legal.
Con datos recientes sobre este período, un movimiento que busca la discusión y aprobación de una residencia permanente para los beneficiarios del Estatus de Protección Temporal ( TPS) ha realizado un informe sobre los aportes en impuestos que realiza este grupo, también ha pormenorizado los compromisos en compras de vivienda con deudas de largo plazo en buena parte de los Estados Unidos entre estas familias.
Según sus estimaciones, los ‘tepesianos’ ingresan a las arcas de estados y gobierno federal un monto de $4 mil 600 millones de dólares solo en calidad de impuestos, sin incluir otras aportaciones a la economía con su nivel de consumo y de otros tributos indirectos en las transacciones que realizan.
“Amigos, no estamos aquí pidiendo caridad. Las familias de TPS ya han contribuido a este país y, este día, de impuestos podemos mostrarle los recibos; contribuimos con miles de millones de dólares en impuestos que ayudan a pagar carreteras, escuelas e incluso los salarios del gobierno. Hemos pagado nuestros impuestos durante años, décadas. Ya somos parte permanente de esta comunidad, y es hora de que el Congreso lo reconozca”, afirma el salvadoreño José Palma, coordinador de la Alianza Nacional TPS.
Palma participó como invitado en marzo reciente en una audiencia del Comité Judicial de la Cámara Baja en Washington para explicar a los congresistas de ambos partidos la importancia de avanzar hacia un estatus legal para la clase TPS, la gran mayoría trabajadores que se desempeñan en distintos sectores, e incluso empresarios que llevan años impulsando negocios en el país y haciendo enormes aportes, explican.
Con cerca de 195,000 salvadoreños que forman parte de este grupo que se enfrenta a la terminación del beneficio migratorio para el 2 de enero de 2020, por decisión de la administración de Donald Trump, que se vio obligada a extender 90 días más la fecha mientras un juez federal de California revisa el fondo de una demanda interpuesta por una familia que alega sesgos racistas en la decisión presidencial para cancelarlo.
El estudio difundido por la Alianza Nacional TPS el pasado miércoles en Washington frente al Capitolio, como medida de presión para conseguir que se discuta cuanto antes el borrador de iniciativa de ley introducido en marzo por un grupo de congresistas demócratas en la Cámara Baja, pormenoriza los aportes por estado y rubros.
También explica el impacto que la pérdida del estatus legal tiene en miles de familias que han procreado cerca de medio millón de niños, hijos de portadores del TPS, quienes son ciudadanos americanos por derecho, pero sus padres están en la incertidumbre al no existir una legislación que les ampare.
El informe sintetiza los rubros en los que se desempeñan la mayoría de tepesianos, como se le ha dado en llamar a este grupo; también el volumen de empresas establecidas por estos compatriotas.
Rubros como el sector de la construcción se ubica en la primera posición de trabajos para tepesianos. Les siguen los servicios alimenticios, manufacturas de productos, administración y servicios de todo tipo, cuidados de salud, entre otras actividades.
“Queremos mostrar al gobierno y a los congresistas de que pagamos impuestos, contribuimos igual que el resto de americanos que viven en esta nación, nos sentimos parte y como contribuyentes queremos una solución permanente. Yo cargo conmigo la copia de mi declaración de impuestos, son contribuciones que hemos hecho en los últimos 19 años”, explica el salvadoreño originario de Meanguera del Golfo, La Unión, Nelsy Umanzor.
Según el estudio, la mayor concentración de aportes de la clase TPS se concentra en seis estados de la Unión Americana en los que por añadidura hay una economía robusta y con dinamismo en sectores donde este grupo tiene predominio.
Los datos reflejan que el 65 % de los impuestos de los llamados tepesianos se concentran en los grandes estados como California, Nueva York, Texas, Florida, Maryland y Virginia; esto con el número global de beneficiarios procedentes de 10 países, de los que El Salvador tiene el mayor grupo.
“El 65 % de esta suma de $4 mil 600 millones se concentra en los cinco estados con el mayor número de hogares TPS: California, $268.1 millones al año; Nueva York $ 258.1 millones al año, Texas $164.9 millones al año, Florida, $158.7 millones al año; Maryland, $156.5 millones anuales y Virginia con $234.5 millones anuales)”, expone el estudio.
Los representantes de la Alianza Nacional TPS se presentaron en un acto público frente al Capitolio en Washington DC para mostrar los datos del informe con lo que esperan convencer a los políticos en ambas cámara del legislativo federal para tomar una decisión que beneficie a estos miles de trabajadores que anhelan una residencia permanente.
La ley debe ser avalada por el Congreso, la Cámara baja y rubricado por el presidente Donald Trump.