Es imperioso buscar el ahorro de los fondos públicos

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27 enero 2013

Mucho se ha hablado de ahorrar en las arcas del Estado, de hecho hasta se implementó una ley de austeridad en la que se pretendía recortar todos aquellos gastos superfluos, que sólo generan pérdidas a las finanzas públicas. Pero como bien decía mi maestro de la materia derecho administrativo, las leyes muchas veces son "letra muerta".

Digo lo anterior porque se ha visto cómo en algunas instituciones del Estado, cuelan el mosquito pero dejan pasar el camello, persiguen a los vehículos placas nacionales en los días festivos, pero algunos funcionarios de alto rango no liquidan correctamente los viáticos, ni devuelven lo que sobra o en el peor de los casos lo justifican aduciendo que perdieron las facturas.

En los edificios públicos, los empleados no cuentan con agua para beber, ni papel higiénico, pero la Corte Suprema de Justicia pagó el favor político dando diez millones de dólares en bono a sus empleados, como si el país estuviera viviendo el rebalse económico. Hablan de dar mejores servicios públicos, pero no invierten en tecnificar a su personal ni los capacitan en las relaciones públicas.

De manera que el Gobierno está transitando en una ruta que sólo tiene un sentido y es la "quiebra técnica", a menos que se toman daciones adecuadas en materia fiscal y económica, que le permita a las finanzas públicas respirar un poco, para poder cumplir con las obligaciones contraídas con organismos internacionales, de lo contrario nos pasará lo de Grecia o lo que está sufriendo España. Que sus economías colapsaron, a pesar de las advertencias hechas por los especialistas.

El presidente del Banco Central de Reserva dijo que las aguas no las tenemos al cuello, sino hasta las narices; esta declaración debería de ser objeto de admiración y no de crítica de parte del Gobierno y verla como una oportunidad para buscar administrar la cosa pública de una manera sabia y no despilfarrar los pocos recursos con lo que se cuentan.

Ya que cuando don Carlos Acevedo mencionó que aunque se recorten los gatos, es difícil que se salga de los problemas financieros, no quiso decir que se continuara gastando desmedidamente lo poco que hay; lo que se busca con este tipo de declaraciones es que se cuide y se administre celosamente todos los bienes del Estado.

Pero algunos políticos mal interpretan estas declaraciones, como el caso de la Asamblea Legislativa, que se gastó más de $ 40,000 dólares en diciembre en bebidas alcohólicas y regalos para los empleados, en el plano objetivo esto es un despilfarro y un mal ejemplo para las futuras generaciones, ya que las incitan a embriagarse y al desorden.

Sin embargo esto es lo que precisamente están combatiendo el ministerio de Salud y el vice ministerio de Transporte, evitar muertes por accidente de tránsito en virtud de conductores temerarios, pero es lo que están fomentando los padres de la Patria con gastos superfluos, que no traen ningún beneficio para la población.

Si ellos en realidad querían congraciarse con los empleados para obtener rédito político, está bien que den regalos, pero con su dinero y no con el dinero de los impuestos del pueblo, ya que lo que hacen es saludar con sombrero ajeno.

De modo que los salvadoreños debemos de estar más atentos en este 2013, para pedirle a la clase política que cuide los bienes públicos y que la austeridad se cumpla y que se prioricen los gastos por orden de necesidad, evitando gastos suntuosos e innecesarios.

*Catedrático de la Universidad

Francisco Gavidia.

jaimeramirez_ortega@hotmail.com