En el año 2009 la Corte Suprema de Justicia (CSJ) emitió una sentencia que avala la participación y aspiración a diputaciones en la Asamblea Legislativa a personas sin partido político y eliminó el monopolio y exclusividad de los institutos políticos para hacer postulaciones para el Órgano Legislativo. En las elecciones de diputados del 2018 Leonardo Bonilla se convirtió en el primer candidato no partidario en ganar un curul en la asamblea legislativa, algo impensable años atrás.
Evidentemente un solo diputado no partidario difícilmente logra apoyo de los bloques de los partidos mayoritarios como lo son en el presente ARENA y el FMLN. Una estrepitosa caída electoral del partido de gobierno FMLN, así como una posible disminución de ARENA y partidos como GANA, PDC y PCN para las elecciones venideras les han creado la necesidad de “sabotear” las candidaturas no partidarias.
Estos elementos han puesto han puesto a fluctuar perniciosas ideas antidemocráticas en varios legisladores, los cuales se ven amenazados en la próxima elección legislativa del 2021, en la que hay altas probabilidades que logren escaños los candidatos no partidarios y para ello han iniciado con reformas que entramparan esas aspiraciones. Existiendo tantas cosas urgentes en nuestro país, las cuales necesitan de un consenso legislativo para una pronta ejecución ¿y nuestros diputados se ponen de acuerdo para limitar las opciones políticas de candidatos no partidarios?
Es lamentable ver que la mayoría de diputados aprobó de forma expedita dos reformas al Código Electoral para que los votos de los candidatos no partidarios se sumen de manera individual y además para que una mujer acompañe esa planilla de no partidarios, con la finalidad de que las candidaturas de este tipo sean genéricamente mixtas. Esto no se detiene aquí, incluso diputados de varias fracciones dijeron estar a favor de eliminar el voto cruzado para las elecciones de 2021, ya que “confunde” a los ciudadanos.
La intención de los diputados de la Asamblea de revertir para 2021 el voto cruzado para elegir legisladores no sería posible a la luz de la sentencia de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que en noviembre de 2014 ordenó que se votara por candidatos a diputados de distintos partidos. Estos son claros indicios de una intromisión abyecta de poderes políticos, que lacera los avances democráticos logrados hasta hoy.
Como sociedad civil no podemos permitir estos descarados movimientos políticos que buscan mantener el monopolio político partidario y subyugar a placer las candidaturas no partidarias. Las candidaturas independientes son otra forma de participación directa en el sistema democrático, sistema que está primordialmente basado en los ciudadanos, pues ellos son los que tienen el poder de elegir y son los beneficiarios o perjudicados directos de sus decisiones en las diferentes esferas electorales. Por lo tanto, es una clara bofetada al fortalecimiento de la institucionalidad democrática que la pasada sala de lo constitucional dejó establecida.
Es importante mencionar y destacar que otros países latinoamericanos tienen candidaturas independientes y no partidarias: Chile, Honduras, República Dominicana, Paraguay y Colombia son algunos de ellos. Nuestro país debe mejorar y robustecer todo avance democrático, ningún método electoral en el mundo es perfecto, pero si perfectible y por tal motivo no hay espacio para una involución política. nuestra ciudadanía no permitirá que se vulneren las opciones de rostros nuevos que buscan incursionar en el espectro político; basta ya de una generación de políticos ominosos que solamente buscan expandir y mantener su caudal político y económico. El Salvador ya no es un latifundio político partidario, es el país de todos y no pertenece solamente a un grupo reducido de legisladores.
Politólogo y Consultor en Seguridad @LuisSaxum