Loor a la mujer venezolana

El pueblo salvadoreño hace años también supo comportarse, con la participación determinante de las mujeres, cuando las circunstancias lo requirieron, como en la “Huelga de Brazos Caídos” en 1944. Menciono los nombres de María Loucel, Claudia Lars, Matilde Elena López, Lidia Valiente, Adelina Suncín y Altagracia Kalil.

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08 April 2019

En el infierno en que han convertido a Venezuela sus usurpadores, sedicentes del socialismo del siglo XXI, brillan con luz propia tres mujeres gloriosas: Lilian Tintori, Fabiana Rosales y Mitzy Capriles quienes, como los tres mosqueteros, son cuatro si mencionamos también a María Corina Machado.

Todas ellas han jugado un papel de primer orden en la férrea lucha contra la narcodictadura de su país, lucha que al final habrá sido determinante para la pulverización del más nefasto de los gobiernos inimaginables.

Nunca pensaron ellas, cuando el sol brillaba, en el papel que les tenía reservado la historia. Una por una han ido protagonizado, en su momento, los variados actos de rebeldía contra la satrapía que sufre su patria, y lo han hecho con vigor, con valentía, con patriotismo y con elocuencia. Loor a ellas. Múltiples han sido sus actos de coraje: protestas de calle, entrevistas con los mandatarios de varios países, giras internacionales, discursos encendidos de patriotismo en la radio, en la televisión y en las redes sociales. Y han luchado y siguen luchando contra un gobierno que, en su sevicia, deja pálida a la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, quien años atrás mancilló el suelo venezolano. Con un valor sin límites, ellas se han expuesto a sufrir los mayores vejámenes antes que dejar de cumplir los deberes que les ordena su conciencia.

Estábamos acostumbrados a ver triunfar en los certámenes internacionales a las bellas mujeres venezolanas. Era una apreciación incompleta. Ahora nos demuestran que, además de su belleza, llevan en su cerebro y en su corazón una mente clara, un corazón valiente y una virtud más: la de expresarse con claridad y con elocuencia, al grado de enternecer a sus propios entrevistadores.

Tarda el brillo de la libertad en aquel país fraterno. Pero se divisa cercano el horizonte que pronto dejará de ser la asolada Venezuela de Chávez, de Maduro y de Diosdado Cabello para volver al de los mancillados próceres de aquel país: Libertador Simón Bolívar, Don Francisco de Miranda, Don Andrés Bello, Don Rómulo Bentancourt, Don Rómulo Gallegos, Don Andrés Eloy Blanco y tantos otros que brillan con luz propia en el panteón de los hombres ilustres.

Cuidémonos. Cumplamos nuestros deberes con capacidad, talento y probidad para no darle pretexto a los caudillos “salvadores de la Patria” que con su populismo en el fondo solo buscan su bastardo provecho personal.

Ya que nuestro triste gobierno, atado como está de pies y manos ideológica, política, económica y socialmente es cómplice de semejantes tiranías, me tomo la libertad de hacerlo en nombre del pueblo salvadoreño, quien hace años también supo comportarse, con la participación determinante de las mujeres, cuando las circunstancias lo requirieron, como en la “Huelga de Brazos Caídos” en 1944. Menciono los nombres de María Loucel, Claudia Lars, Matilde Elena López, Lidia Valiente, Adelina Suncín y Altagracia Kalil.

Bien por ellas. No sabemos los que nos depara el destino, y algunos hombres ya no estaremos cuando se presenten los acontecimientos del futuro. Pero estamos tranquilos. Sabemos que los pueblos saben adoptar en la hora señalada, su puesto de combate, cuando las nefastas circunstancias de los caudillos intentan torcer el recto camino de la democracia, la libertad y el derecho.

Abogado.