El Estado debe montar equipos especializados contra desapariciones

Algunos derechos que son violentados a las víctimas son: derecho a la libertad personal, a la vida, a la integridad personal, reconocimiento de su personalidad, a conocer la verdad, pero además tiene alcance a los familiares de la víctima directa, quienes son revictimizados por instituciones del Estado, por algunos medios de comunicación al no utilizar un protocolo de manejo informativo, comunicadores, por la sociedad misma en redes sociales, entre otros.

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08 April 2019

Finalmente en El Salvador la privación de libertad de personas, conocido como “desaparecidos”, está llegando a su momento de exposición mediática y política.

Las estadísticas oficiales de la FGR y PNC sobre denuncias de personas privadas de libertad en sus sedes oscila entre siete y diez diarias en promedio. Es una tipología criminal y delictiva que no es nueva en El Salvador; antes, durante y después del conflicto armado ha habido desaparición forzada de personas, pero es en esta década que se ha retomado por el crimen organizado, las pandillas y otro tipo de situaciones.

Pero el aspecto más importante, en mi opinión, que no tiene mayor cobertura o énfasis en la actualidad por parte del Estado salvadoreño, es el victimológico, ya que la desaparición forzada de personas es una violación continua de derechos humanos, ya que es una violación múltiple, pluriofensiva y compleja a la vez de derechos y es considerada a nivel internacional como de particular gravedad. En esta tipología criminal se concurren varios delitos como: en un primer momento la privación de libertad en este caso particular al que me refiero por crimen organizado, y la negativa de un Estado en conjunto de reconocer la problemática, minimizarla, justificarla, o trasladar hacia otros órganos del Estado o Instituciones la responsabilidad, que coloca a las víctimas en un estado de completa indefensión y que trae como consecuencia otros delitos conexos.

Algunos derechos que son violentados a las víctimas son: derecho a la libertad personal, a la vida, a la integridad personal, reconocimiento de su personalidad, a conocer la verdad, pero además tiene alcance a los familiares de la víctima directa, quienes son revictimizados por instituciones del Estado, por algunos medios de comunicación al no utilizar un protocolo de manejo informativo, comunicadores, por la sociedad misma en redes sociales, entre otros.

Los familiares, que son la expresión visible de este drama humano, también tienen derechos que se deben respetar como son: el derecho acceder a la justicia, a un recurso judicial efectivo, a conocer la verdad y estar informados de cada acción que el Estado está desarrollando para encontrar a su familiar, a una atención integral en especial psicológica, médica, psiquiátrica, no solo jurídica, todos estos y otros deben ser garantizados por el Estado salvadoreño, así como prevenir, investigar, sancionar, de hacer las reformas, adecuaciones o creación de ley especial, garantizar los derechos.

La familia de una persona desaparecida no solo tiene problemas psicológicos y de mal trato, sino problemas sistémicos para dormir, dolores de cabeza, diarrea, pesadillas, estrés, entre otros con repercusiones y manifestaciones físicas de una situación de origen psicológica; no resolver la condición y situación de su familiar se convierte en una tortura que puede llevarlo a una condición de estrés postraumático, ansiedad, depresiones, por sentimientos de culpa que surgen por medio de preguntas que se formula a diario la mayoría sin respuesta: ¿dónde está? ¿Qué le hicieron? ¿Estará vivo? ¿Estará muerta? Si hubiera hecho esto… Si no lo hubiera dejado ir a ese lugar…

El Estado debe activar equipos de búsqueda, localización y rescate especializados, pero debe proporcionar una atención inmediata y digna a las víctimas.

Experto en seguridad y criminología