Carta al Fiscal General: ¿Destape o tapadera (II)?

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03 April 2019

Si la historia se repite, también se pueden repetir mis cartas. Cuando el entonces fiscal general Douglas Meléndez negoció el juicio abreviado con penas reducidas a Tony Saca y sus cómplices, le mandé una carta titulada “¿Destape o tapadera?”. Hoy, el nuevo fiscal  Raúl Melara negoció un acuerdo similar con la esposa del expresidente, Ana Ligia de Saca, acusada de haber lavado el dinero robado por su esposo. Le mando la misma carta, solo cambia su nombre, el nombre del acusado, y muy pocas palabras que usted ve en negrita. Todo lo demás, lo que ve en cursiva, es literalmente igual. Cambió el fiscal, pero todo sigue igual…

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Doctor Raúl Melara:

Lo que molesta del juicio negociado entre la Fiscalía General y Ana Ligia de Saca no es la pena reducida (3 años de prisión sustituidos por trabajo de utilidad pública). Lo que molesta es que en este “juicio abreviado” no vamos a conocer toda la verdad.

Las penas de cárcel son secundarias, lo esencial es la verdad, toda la verdad sobre cómo funciona el poder de Casa Presidencial, que maneja cientos de millones sin rendir cuentas. Es un monstruo que aún no está desarmado, y solo conociéndolo con todos los detalles en un juicio público lo vamos a poder desmantelar y someter a los mecanismos de control institucional.

Este tipo de acuerdos, con juicio abreviado y penas mínimas, solo son admisibles cuando ayudan a llegar a la verdad. En cambio, si sirven para mantenerla encubierta, son obscenos. En este caso, el caso que usted con tanta pompa bautizó “Destape a la corrupción” termina siendo tapadera.

Entonces le pregunto: ¿En qué se benefician el Estado, el país, la ciudadanía con el juicio abreviado que negoció la Fiscalía con la esposa de Saca? Dicen que el Estado se ahorra un juicio tedioso de varios meses, con el desfile de cientos de testigos y peritos. Este es un argumento perverso: queremos escuchar a los testigos. Necesitamos escucharlos, conocer los números, las cuentas, los trucos, los beneficiarios, los colaboradores, los encubridores. Ahorrarnos esto significa privarnos del derecho a la verdad.

Usted ha autorizado este acuerdo con Ligia de Saca y nos tiene que dar las garantías de que a pesar del juicio abreviado vamos a conocer toda la verdad.

Usted nos tiene que comprobar que los beneficios que usted concede son a cambio de haber entregado toda la información. Solo así se justifican las penas mínimas y el juicio abreviado. Si no es así, no hay cómo justificar los beneficios, porque impiden el acceso a la verdad. Así de simple.

Tengo dudas de que la señora de Saca tenga que aportar algo esencial a la búsqueda de la verdad. No creo que ella pueda explicar la trama criminal detrás del lavado de pisto. Más bien creo que fue nada más un instrumento útil (pero tonto) para esconder y lavar los fondos robados. Usted, señor fiscal, convénzanos de lo contrario, mostrándonos las revelaciones que usted consiguió en canje contra la reducción de la pena… Si no, esta negociación resulta ser otra más de las transas de Tony Saca.

Todo depende ahora de lo que usted nos va a revelar sobre la verdad que pudo alcanzar con las confesiones. No nos diga que la verdad está en los archivos de la Fiscalía, tiene que ser pública. Es la materia prima para la tarea que tenemos adelante de subsanar el sistema corrupto en Casa Presidencial, de una vez por todas.

La pelota está en su cancha, señor Fiscal General.

Saludos, Paolo Lüers