Se ha vuelto a poner sobre la mesa el tema de las pensiones, ante las justas protestas de cientos de jubilados que se preguntan por qué tras ahorrar durante tantos años les espera una pensión de hambre. Un problema que no es únicamente nuestro, sino que existe en muchos países. Un especialista europeo en sistemas previsionales declaró recientemente que de 30 países que habían adoptado el sistema privado, 18 habían decidido volver al sistema público.
Como el sistema previsional debe ser analizado de manera diferente por cada país, dependiendo del panorama económico y su sistema de gobierno, vale considerar algunos datos sobre las pensiones. El dinero de las pensiones estaba manejado por el Estado, con un fondo común, pero llegó a quebrar por su mala administración, haciendo necesaria una reforma en 2017, reforma que únicamente sirvió para aliviar el enorme problema fiscal que el Estado tenía, pero que no fue de ningún beneficio para los pensionados.
Responsables de este desastre son dos presidentes de ingrata memoria: Saca, actualmente preso, y Mauricio Funes, prófugo, que decidieron que las Administradoras del Fondo de Pensiones (AFP) debían permitir al gobierno tomar el 30% del dinero de sus ahorrantes para cumplir con sus compromisos con los pensionados del sistema público, pagando intereses del 3%. Luego Funes decretó que se tomara hasta 45% de los fondos, al mismo miserable interés, aun cuando a organismos internacionales se les pagaba entre 8 y 9%.
Por esta movida, durante 13 años, los cotizantes perdimos $5,800 millones, el 60% de nuestros ahorros, siendo el daño tan grande que en opinión del Lic. René Novellino, presidente de ASAFONDOS, “ninguna reforma que hoy se haga eliminará el daño que hicieron al sistema por más de 10 años, ya que lo único que puede mejorar las pensiones es la rentabilidad”. Además se limitó a las AFP a invertir únicamente el 10% del dinero de los ahorrantes, en instrumentos internacionales, para obtener una mejor rentabilidad. Este robo perpetrado por dos ex presidentes merecería que se les acusara de mal manejo de fondos que eran propiedad de los ahorrantes, y exigirles que lo devolvieran.
Ya en la Asamblea se nombró una comisión para analizar una segunda reforma de pensiones, en un nuevo intento de volver al fracasado sistema público. Esta reforma debería establecer un aumento en las edades de retiro, ya que al haber cotizado durante pocos años, hasta allí llega capacidad de ahorro del trabajador, ya que el trabajo que se realice posteriormente sin cotizar, disminuirá el monto de la pensión. Pero este es otro caso de engaño a la población que considera beneficioso un retiro temprano. Por justicia, el gobierno debería reembolsar a los cotizantes los casi $2,800 millones que perdimos por la tasa de interés miserable que nos pagó para hacer uso de nuestros ahorros. Vamos a luchar por defenderlos.
Cambiando de tema, el Sr. Bern Finke, Embajador de Alemania, publicó recientemente un artículo sobre la conveniencia de legalizar el aborto en El Salvador poniendo como ejemplo la regulación alemana sobre el tema. Expresa su compasión para las 17 pobres mujeres condenadas a 30 ó 40 años de prisión por abortos espontáneos, lo que sostienen abogados y defensores de los derechos humanos consultados. Como estas fuentes de información son bastante parciales, con todo respeto invito al señor Embajador a consultar este caso con Medicina Legal, para que pueda ver las escalofriantes fotografías de esos 17 bebés asesinados, ninguno prematuro, para que entienda nuestra lucha en defensa de la vida.
Maestra.