El FMLN en estos 10 años de caos, además de sembrar el odio de clases, hizo un perfecto lavado de cerebros para convencer a la población de que todo lo que está en manos privadas es la desgracia del pueblo, siendo la pobreza consecuencia del enriquecimiento de unos pocos. Sataniza así la privatización. El ex diputado Calixto Mejía ha repetido en varias entrevistas que en los 20 años de ARENA se habían privatizado 32 empresas estatales, sin mencionar de dónde sacó ese dato tan alejado de la realidad.
La distribución del agua es un serio problema, aunque seamos una región beneficiada con enormes cantidades de lluvia, por contar con un sistema de tuberías obsoleto, que no ha recibido el mantenimiento adecuado, como lo demostró la avería en una tubería de grandes dimensiones, que ANDA calificó de terrorismo, y que permite se desperdicie un 50% del agua y que grandes sectores de la población carezcan de este servicio.
La Ley del Agua, que lleva años en la Asamblea sin haberse discutido, ha permitido al Frente asegurar a la población que los empresarios pretenden privatizar el agua, para beneficio propio y dejar al pueblo muriendo de sed. Así han echado a la calle a sus activistas, aprovechándose de la necesidad de todos los sectores afectados, con demostraciones que han cerrado importantes vías, destrozado propiedad privada, involucrando a turbas bochincheras de la Universidad Nacional. Así como violentamente interrumpieron un foro organizado por el Movimiento Libertad con gritos, amenazas e insultos acusando de querer privatizar el agua.
En el proyecto de Ley del Agua actualmente en discusión se establece que la autoridad hídrica estaría integrada por el Ministerio del Medio Ambiente, el de Agricultura y Ganadería, la Universidad de El Salvador, sector productivo agropecuario, sector industrial, las juntas de agua y las municipalidades, que el FMLN considera como una privatización. Cuando ya se habían aprobado 14 de los 160 artículos de la propuesta, con los votos de partidos de la oposición, posteriormente dos diputadas areneras se retractaron de haber dado sus votos. No explicaron los motivos del cambio de opinión y, como unos días después la comisión del medio ambiente de la Asamblea Legislativa acordó eliminar los 15 artículos aprobados, se pone en duda la seriedad con que los parlamentarios estudian y analizan las leyes para votar por su aprobación.
Prestigiosos analistas políticos consideran que la creación de una nueva autónoma generará más burocracia, lo que se confirma con la experiencia de la pésima administración del agua por parte del Estado con ANDA, que presta un servicio deficiente, hace cobros exagerados sin opción de rectificar, aumenta tarifas sin estar respaldadas por estudios técnicos. Recientemente se han descubierto serias irregularidades en pagos millonarios a la empresa Tecnia, que exceden la cantidad autorizada por la sentencia de la Sala de lo Contencioso, que el ex presidente Fortín justifica que era para evitar un juicio penal (como hizo Funes con El Chaparral y ENEL) afirmando que todo estuvo dentro de la legalidad, avalado por la Corte de Cuentas. Ya el caso está en manos de la Fiscalía.
Una vez más queda demostrado que el Estado es un mal administrador, que sus funcionarios no son siempre las personas idóneas para las gestiones que desempeñan y que un tema tan vital como la distribución y manejo del agua, necesitaría un profesional con experiencia para aprovechar al máximo el agua de lluvia, dar mantenimiento al equipo, establecer tarifas justas y lograr que el Gobierno Central le pague la deuda millonaria que ha acumulado. Y mientras tanto, seguimos con la satanización de lo privado y aumentando el tamaño del Estado.
Maestra