Asamblea analiza nueva propuesta de reforma de pensiones

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14 March 2019

La Asamblea Legislativa debate un nuevo proyecto de reforma de pensiones que se ha informado que busca elevar las pensiones y bajar la comisión que cobran las AFP.

Siempre que se lanza una iniciativa de este tipo, los salvadoreños deben estar alerta de que nadie se aproveche para manosearles o sustraerles su dinero, más de lo que ya les han quitado, como pretendían los efemelenistas.

De hecho, los diputados han admitido que los cambios hechos en 2017 fueron para resolver el impago que tenía el gobierno efemelenista y no beneficiaron a los cotizantes.  “Sólo fue un alivio fiscal, no dejó satisfecho a los pensionados”, declaró el presidente de la Asamblea, Norman Quijano, quien se pronuncia por una reforma integral pronta y no por parches a la ley.

En esto hay una realidad: el buen manejo del dinero de las pensiones es de decisiva importancia para los cotizantes, pues mantenerse con alguna holgura después de la jubilación hace la gran diferencia, más considerando el casi abandono en que están los servicios asistenciales a causa de la inepcia y los despilfarros sufridos durante diez años.

Los jubilados, a menos que hayan formado una familia que los apoye, quedan a merced de lo que consigan en clínicas y hospitales.

A las AFP se les quiere culpar de la no tan gran rentabilidad de los fondos, olvidando que “el Estado” roba casi la mitad de lo que se contribuye al forzar a las Administradoras de Pensiones a comprar sus certificados a tasas ridículas, muy por debajo de lo que el mercado ofrece. Y como si eso fuera poco, las AFP no pueden invertir en bonos del exterior, como lo hacen sus homólogas en otros países, que han acumulado enormes capitales en beneficio de sus contribuyentes.

Mucha gente de muy corta memoria ha olvidado el desmadre que se sufría cuando el Seguro Social y el INPEP administraban las contribuciones de los cotizantes; los sindicatos respectivos no se cansaban de presionar para caer encima de los ahorros, igual que quisieron hacer los efemelenistas hasta que se dieron por vencidos, y lo que pretendió Saca, que las cotizaciones fueran al Fondo General de la Nación.

Algunos políticos no duermen pensando en los ahorros de otros

Ya pueden imaginar nuestros lectores la situación en que estarían los jubilados si sus pensiones fueran pagadas de los presupuestos estatales, más considerando el saqueo que ha sufrido El Salvador en las gestiones de Saca y Funes.

Revertir el desorden de las pensiones fue posible gracias a una serie de afortunados hechos:

—el primero, que manejar las pensiones por entidades independientes que invirtieran los fondos en la Bolsa y los administraran con el propósito de obtener los mejores resultados, fue un esquema ideado por don José Piñera, hermano del actual presidente de Chile, que después de aprobarse por el Congreso de su país, despegó con enorme éxito hasta ahora;

—lo segundo, que al frente del INPEP fue nombrada la doctora Francia Brevé, persona con sentido de la realidad y que de inmediato y al darse cuenta del desastre de la entidad, adelantó la creación de las AFP;

Pero algunos políticos, como lo mostraron los efemelenistas, ahora no duermen pensando cómo caer encima de lo acumulado a favor de los cotizantes, pero siempre alegando que, con ello, los jubilados estarán mucho mejor que ahora. Siempre embobando a la población con lo del “cambio”; si el sistema “se cambia”, todos estaremos mejor.

El presidente electo debe forzar a los verdaderos ladrones a devolver lo robado, uno de sus lemas, en apoyo parcial a los actuales y futuros jubilados.