Hay 16,000 esclavos en El Salvador que son obligados a trabajo forzado y prostitución

Un anciano o una joven con un bebé en brazos, parados en una esquina y que extienden la mano para pedir dinero, mientras aprovechan la luz roja del semáforo, es una imagen cotidiana y común en San Salvador. Sin embargo, detrás de esa acción, que apela a la lástima, puede estar oculta una forma moderna de esclavitud.

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13 March 2019

La mendicidad, la prostitución, los extenuantes trabajos de pesca en altamar, en el comercio o la agricultura; y hasta trabajar en salones de estética de uñas para mujeres son algunas de las expresiones modernas de esclavitud. Una lacra a la que no se escapa El Salvador, aunque en menor proporción si se le compara con otras naciones.

Para 2016, en el mundo había unos 40 millones 300 mil esclavos modernos, de acuerdo al Índice Global de Esclavitud, que es publicado por la organización Walk Free Foundation, con sede en Australia y que hace un seguimiento constante de este fenómeno.

En El Salvador, unas 16 mil personas viven en condiciones de esclavitud moderna, con una prevalencia baja, si se compara con el número de habitantes del país (6 millones 312 mil 478 personas, según el último censo poblacional). Así, la proporción es de 2.55 esclavos modernos por cada 1,000 habitantes.

 

El trabajo forzado, la mendicidad y la prostitución destacan como las principales formas de esclavitud en el país.

Uno de los últimos casos de este tipo se conoció el domingo 10 de marzo, cuando la policía detuvo a Edwin Arnoldo Juárez García y a Edgar Francisco Juárez García, ambos de nacionalidad guatemalteca, acusados de mantener en la esclavitud a 43 de sus compatriotas en San Miguel.

Trasladados desde la aldea Villa Canales, a unos 22 kilómetros al sur de Ciudad de Guatemala, los guatemaltecos eran obligados a vender piñas, con una cuota diaria por persona de más de 50 dólares. A cambio, no les entregaban remuneración alguna y solo les daban dos tiempos de comida. Dormían en el piso en cartones, en condiciones deplorables, según la denuncia que interpuso una de las víctimas que logró escapar.

Violeta Olivares, jefa de la Unidad Especializada de Trata y Tráfico Ilegal de Personas de la Fiscalía, ha sostenido que los guatemaltecos viajaron engañados a El Salvador, mientras que los menores de edad fueron introducidos por puntos ciegos en la frontera común, para eludir a las autoridades.

Desde hace un año, aproximadamente, la escena también se volvió común en San Salvador. Un grupo de guatemaltecos ofreciendo piñas, cargadas en la cama de viejos pick ups, con placas guatemaltecas.

Las vendían en las principales avenidas de San Salvador y San Miguel, en las plazas y parques; o deambulaban en los pasajes de las colonias, en una lenta procesión que iba de un lado para otro, mientras ofrecían la muestra. - “¡Está dulcita, patroncito, pruébela. ¿Va a querer? Se las vamos a dar a buen precio!”

Al final de la jornada, regresaban al mismo punto, a una condición de miseria y explotación.

Por esta trama de esclavitud moderna, Edwin Arnoldo y Edgar Francisco (se les vincula como hermanos entre si) deberán responder ante los tribunales de justicia salvadoreños.

En 2016 y durante una visita al país, Urmila Bhoola, experta en derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), instó al gobierno salvadoreño a desarrollar e implementar iniciativas para proteger a las víctimas de las formas contemporáneas de esclavitud.

Entre éstas, la especialista pidió poner más atención al combate al trabajo forzoso, la servidumbre doméstica, el trabajo infantil en condiciones peligrosas y otras actividades en las calles.

Con menos esclavos en la región

El Salvador es el país que menos esclavos modernos tiene en el triángulo norte de Centroamérica ( 16 mil como ya se ha mencionado).

En tanto, en Guatemala la situación es más delicada: Unas 47 mil personas viven en condiciones de esclavitud, según el Índice Global de Esclavitud. Con una población estimada en 16 millones 252 mil personas, 2.92 personas por cada 1,000 habitantes viven esclavizados.

Mientras que en Honduras (8 millones 960 mil habitantes) unas 30 mil personas son víctimas de esclavitud. 3.39 hondureños por cada 1,000 ciudadanos de ese país están en esa condición.

 

La mayoría de estas personas es víctima del crimen organizado, de redes dedicadas al tráfico de drogas, de personas y a la explotación sexual.

En la medida que se avanza hacia el norte del continente, las estructuras son más complejas y poderosas.

Mujeres, las más vulneradas

Las que más sufren y padecen la esclavitud moderna son las mujeres. De acuerdo al índice global, de los 40.3 millones de esclavos en el mundo, el 71 % son mujeres, es decir, 28 millones 613 mil personas sometidas a toda clase de vejaciones, entre las que destaca la prostitución. El 29 % restantes de ese universo son hombres ( 11 millones 687 mil víctimas).

Walk Free Foundation estima que - del anterior universo - 15 millones 400 mil personas fueron “obligadas a contraer matrimonio”, debido a las condiciones propias de determinados países. Mientras que 24 millones 900 mil han sido forzados a trabajar.

La situación más grave y preocupante se vive en países de Asia y África, con un alto índice de prevalencia de esclavitud moderna.