Amor a la empresa…

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10 March 2019

¡El empresario que no ama a su empresa corre el riesgo de perderla!… Porque si no la ama no siente los síntomas que la empresa sufre cuando algo empieza a ir mal… Me gustó mucho esta expresión y conclusión de uno de los participantes en un seminario que impartí el sábado pasado… Más adelante, opinó otro: ¡Con las condiciones actuales de nuestra economía, es heróico seguir siendo empresario!… También tiene razón… Pues hay momentos en que los empresarios nos preguntamos, si vale la pena continuar o mejor vender la empresa, pero a todos los que amamos nuestra empresa, nos vence la esperanza y la expectativa de que las condiciones mejorarán…

Pero para mantener la competitividad y sobrevivir, desde hace diez años de estancamiento, tenemos que aplicar la creatividad mejorando los procesos, usar las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, atender con excelencia a nuestros clientes y mejorar la educación y las habilidades de nuestros colaboradores.

Sin duda alguna, las empresas necesitamos crecer y aprovechar mucho mejor nuestros recursos… Y se puede crecer desde adentro de la empresa, revisando los procesos, desde los más sencillos hasta los complejos y reducir todo lo que se hace y no beneficia a nadie, pero que consume recursos…

También se puede mejorar aprendiendo de otras empresas que aunque no se dediquen a la fabricación de los mismos productos y servicios, tienen una mentalidad diferente de ordenar y organizar sus áreas de fabricación y prestación de servicios.

En todas mis visitas a empresas en España y en Alemania siempre aprendo algo que se puede implantar aquí. El pensamiento y la forma de organizar las empresas en Europa, incluso para la fabricación de productos convencionales, utilizando máquinas convencionales, está orientado a un mejor aprovechamiento y casi cero desperdicio… Y mientras aquí el desperdicio que asumimos como normal puede rondar entre el diez y el quince ciento, en las empresas europeas no pasa del cinco por ciento…

Para mi, visitar una empresa es como leer un libro de quinientas páginas por la cantidad de cosas que se ven y sienten durante las visitas de las que se puede aprender una infinidad de cosas, aplicando la “observación activa”, es decir, observando con los cinco sentidos y memorizando los aspectos importantes. Mucho mejor, si después se realiza un resumen de lo visto y aprendido.…

Pero, volviendo al seminario que comentaba al principio, en el almuerzo me preguntaron: ¿Cómo siente que serán las cosas en este año de cambio de gobierno?… Les respondí: siento que de aquí a junio las cosas no mejorarán pues ningún gobierno intenta hacer algo nuevo en los últimos cuatro meses. El gobierno saliente dejará muchos problemas sin resolver, un gran endeudamiento y posiblemente todos los ministerios con déficit de dinero y exceso de personal… Y de junio hasta diciembre, el nuevo gobierno lo utilizará para aterrizar y asumir la situación tal como está… En resumen, los próximos doce meses, siendo realista, las cosas seguirán como venimos…

Nadie sabe qué decisiones tomarán, e incluso con la oferta de ayuda de EE.UU. y los bancos internacionales, por los trámites que se deben realizar, ni será rápido, ni gratis. Los prestamos hay que devolverlos y si la economía no crece pronto, el déficit si crecerá…

El crecimiento de las empresas y la continuidad de las empresas familiares se puede organizar desde adentro, preparando a las personas con suficiente tiempo para que aplicando nuevos planteamientos y desarrollando proyectos de mejora, consigan mantener la competitividad y asegurar el futuro, pero hay que invertir en su formación, saliendo del entorno cotidiano y conociendo en otros países, otras empresas y otras formas de administración y gestión empresarial.

Ingeniero Pedroroque@metodopr.com