Este día 8 de marzo se conmemora, no es para celebrar el “Día Internacional de la Mujer” y esta fecha debe contener una profunda reflexión para cada Estado con enfoque de derechos humanos, victimológico y criminológico; en el caso de El Salvador es una fecha propicia para revisar un año más esa fatídica lista de chequeo sin cumplir, ya que la activación política de la palabra “feminicidio” se generó entre abril y mayo del año 2018, logró la activación de las instituciones y muchas de ellas tienen avances importantes pero es insuficiente ante siglos de expresiones y violencia contra la mujer salvadoreña, discriminación y desigualdad.
- Los asesinatos de mujeres durante el presente año hasta el cinco de febrero del 2019 se registran sesenta y cuatro ( 64 ) lo que representa un asesinato por día, en relación al año 2018 con la misma fecha existe una reducción de menos quince ( 15 ) casos equivalentes a menos quince (-15%). Del total de asesinatos registrados en el año doce (12%) son mujeres. Por departamentos San Salvador registra el mayor número de asesinatos, seguido de Sonsonate, San Miguel, Usulután, Morazán, La Libertad. Puedo manifestar que los departamentos de San Salvador, Sonsonate y San Miguel aportan el 55% de los asesinatos de mujeres, lo cual debería de generar las políticas de prevención en tres departamentos donde se concentra la mayoría de asesinatos, delitos y expresiones de violencia.
- Privaciones de libertad y desapariciones forzadas de mujeres, que por lo general es el paso previo a los asesinatos, y que en un buen porcentaje se atribuyen a las pandillas. Se requiere un protocolo de actuación de búsqueda, localización y recuperación desde la denuncia en sede fiscal o policial. Para ello es indispensable reforzar las Unidades especializadas de ambas instituciones con fondos, recursos humanos competentes y especializados, equipos, como tecnología.
- Desarrollar una política de prevención integral para todo tipo de expresiones de violencia contra niñas, adolescentes y mujeres, desde la primera infancia; el factor de educación es vital, así como trabajar en la familia que es donde deberían estar más seguras, pero no es así.
- Continuar el trabajo de fortalecimiento de Unidades de Género en los tres órganos del Estado, autónomas y semi autónomas, alcaldías municipales; y de igual forma en el sector privado en donde los departamentos de capital humano deben contribuir con la sensibilización, formación, asistencia y asesoría para direccionar a los facultados.
- Los medios de comunicación, prensa escrita, radio, televisión, medios digitales tienen un gran poder de penetración para difundir mensajes, campañas, cadenas nacionales; lo cual ya lo está haciendo ASDER con gran responsabilidad social empresarial.
Mujer salvadoreña son de gran bendición y apoyo para El Salvador, representan al menos el 54% de la población, que en esta fecha de conmemoración desde esta columna, es mi aspiración que todos los hombres podamos reflexionar sobre la necesidad de nuevos procesos de masculinidad para erradicar el machismo y las relaciones de poder, y que lo hagamos tanto en lo individual y colectivo en simultáneo, ya que los datos y estadísticas nos ponen en evidencia que la violencia contra las niñas, adolescentes y mujeres es una prolongación de una sociedad violenta que necesita una cultura de paz, respeto y amor hacia el prójimo.
Experto en seguridad y criminología