Periodistas de Nicaragua informan desde el exilio

“Despacho 505” y “Nicaragua Investiga” son algunos medios que han creado los periodistas nicaragüenses en el exilio.

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28 February 2019

Obligados a abandonar Nicaragua, los periodistas que eligieron el exilio no se han desconectado de su patria, y aunque lamentan que en los países que los acogieron pareciera que en su nación no está pasando nada, ellos mantienen intacto su compromiso de seguir informando a unas audiencias que les creyeron antes, y aún hoy siguen creyendo en ellos.

Sus historias se parecen mucho: tuvieron que huir de la persecución, salir del país subrepticiamente (a veces, de forma ilegal por las fronteras nicaragüenses), depender de la solidaridad de colegas, conocidos o familias, y buscar cómo seguir informando a través de las redes.

Es lo que sucedió con el programa de opinión ‘Café con Voz’, que el periodista Luis Galeano dirigía en el canal 100% Noticias; alertado que iban por él y el resto de rostros visibles del canal, Luis salió del país con su familia más cercana, sabiendo que era su única opción para seguir libre.

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Ahora, el comunicador sigue haciendo su programa desde Miami a través de un Facebook Live que su audiencia sigue sintonizando y comentando en su perfil en esa red social, en la que ya acumula más de 111,000 seguidores, y que puede mantener al aire, gracias al apoyo de la comunidad nicaragüense en esa ciudad de la Florida.

Otros periodistas tuvieron que reinventarse para poder seguir informando. Es lo que sucedió con Edith Pineda, Uriel Velásquez, Denis Cruz y Helio Sevilla, (los tres primeros, experiodistas de El Nuevo Diario, y el cuarto, encargado de prensa de una agrupación política local) que se juntaron en España para crear Despacho 505, en referencia al código telefónico de su país.

El grupo salió por tierra rumbo a Costa Rica, desde donde volaron hacia Madrid, y aunque algunos fueron retenidos más tiempo de lo normal en el puesto fronterizo nicaragüense, una vez en tierras españolas decidieron crear la Red de Periodistas Nicaragüenses en España, de donde surge Despacho 505.

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“Desde aquí informamos a Nicaragua y a la diáspora en España sobre los principales hechos que vive el país, principalmente la crisis que inició en abril, y a la que no le vemos una pronta solución”. A pesar de no tener recursos económicos, y de estar tan lejos, “apostamos por un periodismo de calidad, de denuncia. Queremos aportar al respeto de los derechos humanos y la construcción de la democracia en Nicaragua”, dijo Cruz.

Reinventándose

Es también la historia de Leticia Gaitán, Yelsin Espinoza, Gerald Chávez, Jénnifer Ortiz, Héctor Rosales, y un colega más, que tuvieron que abandonar el país cuando las amenazas se hicieron más constantes y más reales.

El grupo se encontró en Costa Rica, que se ha constituido una vez más en la Meca del exilio nicaragüense, para seguir haciendo lo que saben hacer: investigar e informar.

Aún desde el exilio, el grupo ha tenido que lamentar el asedio a sus familiares que quedaron en el país. “El temor es natural, pero el compromiso de seguir informando sigue firme, y desde el exilio, nosotros vamos a continuar denunciando las violaciones que se siguen cometiendo en el país, y dándole voz a los nicaragüenses”, declaró Chávez.

Frank y José son dos colegas que prefieren no ser identificados, por temor a represalias contra sus familiares en Nicaragua.

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Frank dejó una carrera trabajando con grandes cadenas internacionales de televisión, para salir inicialmente a Costa Rica, país que también tuvo que dejar, porque los ingresos que generaba eran insuficientes para cubrir sus gastos, por lo que viajó a El Salvador, donde sus dólares le rinden más.

José tuvo que abandonar una carrera prometedora, en la que a pesar de ser tan joven, ya acumulaba experiencia en prensa escrita, radio y televisión. La intimidación, y una golpiza recibida en mayo, le convencieron de que necesitaba escapar del país, por lo que viajó hasta Canadá, donde escribe artículos de opinión sobre la situación de Nicaragua en un periódico local destinado a la comunidad latina.

“Escribir para la audiencia nicaragüense pondría en riesgo a mi familia, además, mis fuentes fidedignas también están fuera del país, por lo tanto, escribir sin estar seguro de la información que te pasan no sería periodismo responsable”, confió.

Nueve de los reporteros que elaboran el diario digital Confidencial, la revista digital Niú, y los programas de televisión Esta Semana y Esta Noche, siguen haciendo esos medios desde Costa Rica, Estados Unidos, México y El Salvador.

Si bien el régimen de Ortega prohibió que los dos programas se transmitieran en televisión abierta, el equipo sigue produciéndolos y haciéndolos llegar a su público a través de la red.

En una nota de opinión publicada en The New York Times, el periodista Carlos Fernando Chamorro, director de los cuatro medios citados antes, dijo que “la resistencia de la prensa nicaragüense, con el apoyo de la prensa internacional, es crucial para que se conozcan en el mundo los crímenes que la dictadura pretende ocultar, y para apuntalar las bases de un cambio con justicia”.

“Mientras esta llama se mantenga encendida, tengo la convicción de que mañana podremos contar la historia de cómo enterramos otra dictadura de forma pacífica para que esta vez, como soñó mi padre, “Nicaragua vuelva a ser República”.