Humillante participación en el show bufo

descripción de la imagen

Por

19 enero 2013

Humillante y preocupante fue la participación del vicepresidente Sánchez Cerén, en la pantomima populista, que disfrazada de legalidad, dio posesión a un presidente ausente, pisoteando y desobedeciendo la Constitución de la República.

El profesor-candidato, sin la cara de cándido abuelito que exhibe localmente, se transformó en exaltado orador, arengando a las masas, justificando con su presencia el atropello a la democracia y rindiendo pleitesía al chavismo, en una actitud rastrera y poco digna: Un "a sus órdenes, mi comandante", garantiza la continuidad de la afluencia de petrodólares que ha mantenido al gobierno del FMLN.

Pero el contenido de su mensaje constituye una verdadera amenaza para el futuro de nuestra democracia y sistema de libertad. Dijo representar al país en su calidad de vicepresidente, y considerar a Venezuela como la luz revolucionaria, socialista que ilumina América Latina, el Caribe y el mundo. Que el camino hacia adelante es seguir profundizando las grandes transformaciones revolucionarias que inició el presidente Chávez, pues El Salvador ha comenzado ya esa ruta, que no tiene retroceso.

Como muy bien analizó Joaquín Samayoa, el candidato del Frente fue veraz y diáfano al presentar su proyecto político, hasta dónde pretende llevar al país, pudiendo así ahorrarse el resto de su campaña electoral. Estamos advertidos que el futuro con ellos, será una desdichada copia del modelo chavista, siendo su primera gran amenaza el liquidar la libertad de prensa: "Vamos a ser parte de ese baluarte de enfrentar las mentiras de los grandes medios de comunicación, dominados por la derecha en el mundo: tenemos que levantar la voz de la verdad".

Recordemos las múltiples condenas a Globovisión, la última por haber presentado el video en que el presidente Chávez se despide, anuncia su operación en Cuba y recomienda que en ausencia, se llame a elecciones como manda la Constitución, y pide se elija a su candidato y ungido Nicolás Maduro. Anular la voz de la prensa ha sido arma de Ortega, Correa y Evo, molestos por la verdad, que descubre sus mentiras. Cuando todos ellos, con su presencia, estaban avalando en Caracas, el conjunto de mentiras más grande que se haya urdido en Latinoamérica.

Nos espera la nacionalización de las mejores empresas del país, especialmente del sistema privado de pensiones (AFP); han acusado a los gobiernos de ARENA de haber privatizado la banca, olvidando que ésta siempre había sido privada, y que su nacionalización por Duarte fue un robo a mano armada. Y anuncia su oposición a los asocios público-privados, ya que su sistema totalitario controlará y manejará el Puerto de Cutuco, mejor que cualquier empresa internacional con vasta experiencia, lo que terminará de hundir nuestra decadente economía.

Y aunque sin tecnología e infraestructura, los excomandantes tendrán a su cargo la generación de energía geotérmica, protegiendo el subsuelo que es patrimonio estatal. Y asegura la derogación de la ley de amnistía, que aunque afectaría al mismo candidato (como lo demuestra el libro de los hermanos Galeas, producto de seria investigación), éste gozaría del fuero que cubre a los funcionarios.

Y como ya controlan casi todas las instituciones del Estado, menos la valiente Sala de lo Constitucional, sólo les queda reformar a la Constitución, permitiendo el referéndum para consultar a este pobre pueblo medio ignorante, y poder de manera legal, eternizarse en el poder y apoderarse, para beneficio personal, de lo poco que va quedando de nuestro patrimonio. Estamos avisados de los proyectos del Frente, que revestidos de legalidad y democracia, pretenden arrebatarnos la libertad que tanto nos ha costado conseguir. Abramos los ojos.

*Columnista de El Diario de Hoy.