Cuba no renuncia al socialismo con su nueva Constitución

Durante una rueda de prensa, a la que acudió el alcalde de Miami, Francis Suárez, los grupos del exilio cubano lamentaron que el "texto constitucional está diseñado para garantizar la perpetuidad en el poder" del Partido Comunista de Cuba.

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26 February 2019

La Habana. Los cubanos ratificaron con una holgada mayoría su nueva Constitución, que contempla avances económicos sin renunciar al socialismo de partido único, un resultado satisfactorio para las autoridades del país comunista.

Sin embargo, organizaciones de la oposición y el exilio cubanos llamaron a la comunidad internacional a declarar inválido el proceso de reforma constitucional en Cuba y desconocer los resultados oficiales del "fraudulento" referéndum del domingo.

Rosa María Payá, líder de Cuba Decide, señaló que se trata de un proceso "viciado desde el origen" y denunció el incremento de la represión e intimidación de la sociedad civil durante las votaciones en la isla.

Aseguró que hay al menos "nueve desaparecidos y un centenar de detenidos" y que decenas de opositores fueron golpeados durante una jornada que además careció de "observación nacional e internacional".

La activista consideró "ilegítimo" el proceso en el que más de siete millones de cubanos acudieron este domingo a las urnas para decidir sobre una nueva Constitución que no modifica el sistema político ni las aspiraciones comunistas.

Cuba Decide y otros grupos del exilio en Miami, entre ellos el Movimiento Democracia, cuestionaron que el referendo constitucional fue una "imposición" del expresidente y líder del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal), Raúl Castro.

En esos mismos términos se refirió el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, asegurando que "no reconoce" los "actos" e "instituciones" creadas por la nueva Constitución en Cuba.

"En dictadura referéndum es sinónimo de fraude. No reconocemos actos/instituciones creados por Constitución viciada de ilegitimidad de origen y contrarios a principios de Carta Democrática Interamericana. Pueblo de #Cuba no tuvo voz ayer ni la tendrá hasta recuperar la democracia", dijo Almagro en Twitter.

Almagro acompañó sus declaraciones con un video publicado por la disidente cubana Rosa María Payá, hija del fallecido Oswaldo Payá, y en el que se ve a un hombre supuestamente depositando en una urna una gran cantidad de papeletas del referendo constitucional en las que previamente había marcado el "sí".

Ese video ha sido grabado por miembros de la plataforma "Cuba Decide", que lidera la propia Payá y que propone la celebración de un plebiscito vinculante para "iniciar una transición a la democracia", según figura en su web.

Un total de 6.816.169 cubanos, el 86,85 % de los 7.848.343 millones de electores que ejercieron el domingo su derecho al voto, se decantaron por el "sí" a la nueva Carta Magna, que será promulgada en una fecha aún por decidir y con ello sustituirá a la vigente que data de 1976.

Los resultados fueron hechos públicos por la Comisión Electoral Nacional (CEN) el lunes, más de 20 horas después del cierre de urnas en la víspera.

Los votos al "sí" contabilizaron el 73,31 % del total del censo electoral de más de 8,6 millones de personas. Este dato es significativo ya que la aprobación requería de una mayoría simple sobre el número de personas con derecho a voto independientemente de que lo ejercieran o no.

En cuanto al "no", fue la opción de 706.400 cubanos, el 9 % de las papeletas escrutadas y el 7 % en comparación con el número de censados.

Los votos en blanco fueron 198.674 para un porcentaje del 2,53 % y los nulos sumaron 127.100, lo que supone un 1,62 % del total.

Las autoridades de La Habana consideran satisfactorio el resultado, y prueba de ello es el mensaje publicado en Twitter por Miguel Díaz-Canel, que en breve cumplirá un año como presidente de Cuba al haber reemplazado a Raúl Castro en abril del año pasado.

"Siento inmenso orgullo de ser parte de nuestro heroico, valiente y firme pueblo. Un pueblo así merece siempre la victoria. Qué tremendo homenaje a los padres de la nación, a Martí, Fidel y Raúl. Vencimos y vamos por más. Viva #Cuba Libre! #SomosCuba #SomosContinuidad #60YMás", escribió el mandatario.

Otras autoridades e instituciones cubanas han expresado su satisfacción con el resultado a través de sus cuentas oficiales, en las que también han reiterado la consigna #YoVotoSí.

Esta última etiqueta ha sido parte de la intensa campaña gubernamental a favor del sí, que en las últimas semanas ha dominado los espacios públicos con carteles en calles, establecimientos e incluso medios de transporte.

Mientras, activistas disidentes en Cuba y en el exilio desplegaron en las redes sociales una campaña a favor del no, al considerar que rechazar la nueva Carta Magna habría enviado un mensaje de repudio al sistema socialista aplicado tras la Revolución de 1959 -liderada por Fidel Castro- y vigente hasta la fecha.

La entrada en funcionamiento del servicio de internet por 3G en los teléfonos hace dos meses en Cuba, hasta hace poco uno de los países más desconectados del mundo, dio a quienes estaban en contra del proyecto una visibilidad inusitada hasta ahora en el país.

A pesar de la abrumadora mayoría del "sí" en el referendo del domingo, es significativo el hecho de que la Constitución no fuera ratificada por más de un 10 por ciento de los votantes y más de un 20 por ciento del electorado, en contraste con anteriores plebiscitos marcados por la casi unanimidad en los votos.

De hecho, la anterior Carta Magna de 1976, un texto a la medida del entonces mandatario Fidel Castro, fue refrendada por el 97 % de los votantes, con una abstención del 2 %, según los datos oficiales.

Compuesta por 229 artículos, 11 títulos, dos disposiciones especiales, 13 transitorias y dos finales, la nueva Constitución no contempla grandes cambios al margen de la economía, donde reconoce la propiedad privada y considera la inversión extranjera como necesaria, dos preceptos que ya se vienen aplicando desde hace años en Cuba al amparo de las reformas de Raúl Castro.

La más destacada novedad en el ámbito político es que instituye las figuras del presidente de la República y el primer ministro, y establece un límite de dos mandatos presidenciales consecutivos.

Sin embargo, mantiene al Partido Comunista de Cuba (PCC) como "fuerza dirigente superior de la sociedad" y ratifica el comunismo como aspiración, pese a que ese término se había eliminado en el primer borrador de la reforma constitucional.

LEY DE LEYES

  • La nueva Constitución no modifica el sistema político de la isla, supeditado al Partido Comunista, ni renuncia al comunismo, pero sí plasma los cambios económicos y sociales producidos en el país en la última década tras las reformas introducidas durante los dos mandatos del hoy expresidente Raúl Castro (2008-2018).
  • El texto reforma a la Constitución de 1976 --con dos reformas, una en los años 90 y otra en los 2000-- que incluí­a una visión acorde a la alianza de Cuba con la antigua Unión Soviética, en una época además en la cual muchos derechos y garantí­as no formaban parte de las cartas magnas en general.
  • La nueva ley de leyes en Cuba diversifica los actores económicos aceptando la propiedad privada entre los particulares --una reforma impulsada por el expresidente Raúl Castro-- y deposita en varias figuras el poder del Estado, como la creación de un primer ministro que acompaña al presidente, aunque mantiene la preeminencia del Partido Comunista.
  • Deja explicita la no discriminación por identidad sexual y hace mención especí­fica a los derechos civiles y polí­ticos, como a la libertad de expresión, pensamiento y conciencia, aunque no se admitirá invocarlos con el propósito de evadir la ley.
  • Mantiene los medios de prensa bajo la propiedad estatal y sobre todo la regulación de la concentración de la riqueza --siendo la empresa estatal el sujeto principal de la economí­a-- pero acepta las firmas mixtas y las cooperativas.
  • Algunas iglesias evangélicas se sumaron al “No”, sobre todo a partir de la una polémica que se abrió por un artí­culo que establecerí­a el matrimonio como una unión entre dos personas, eliminando el precepto de la vieja norma que lo establecí­a entre un hombre y una mujer. La cuestión finalmente se dejó para un futuro Código de Familia.