En Venezuela, la oposición, Estados Unidos y el régimen, están negociando la remoción y futuro de Nicolás Maduro. Pero negociar con éxito la remoción no será fácil, considerando que bajo un nuevo gobierno muchos de sus funcionarios, sobre todo los de confianza del régimen, enfrentarán cargos criminales en juicios cuyo resultado podría ser la cárcel y la extinción del dominio de propiedades y activos obtenidos ilícitamente e incluso, la extradición hacia Estados Unidos.
Sin embargo, las conversaciones pueden estar dando ya resultados, en tanto una figura militar destacada y clave parece lo suficientemente confiada sobre su futuro como para apoyar a la oposición liderada por el Presidente Encargado Juan Guaidó, en su lucha por restaurar la democracia llamado a elecciones.
El pasado 21 de febrero, el exjefe de inteligencia militar Hugo Carvajal, publicó un video pidiendo a las fuerzas armadas venezolanas que derrocaran a Nicolás Maduro, reconociendo el reclamo de Guaidó a la presidencia interina. Carvajal ha criticado los movimientos anteriores de funcionarios del régimen venezolano para consolidar el poder político de Maduro, incluida la creación de la Asamblea Nacional Constituyente en 2017.
Esa declaración de Carvajal sugiere que no está seriamente preocupado por lo que significaría para su futuro y seguridad personal una transición a un gobierno dirigido por la oposición. Esto es significativo porque la caída por otra vía del régimen en Venezuela lo colocaría en riesgo personal de encarcelamiento en el país o el enfrentar juicio en Estados Unidos. Si bien su mandato como director de inteligencia militar terminó oficialmente hace cinco años, Carvajal aún enfrenta riesgo de extradición a Estados Unidos por cargos por tráfico de cocaína en 2014. Además, el general retirado también fue vínculo clave entre Hugo Chávez y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Otros oficiales importantes del ejército que enfrentan procesos judiciales y de extradición por presunto tráfico de cocaína podrían comenzar a seguir este ejemplo, al evaluar que cambiar de lado ahora, es una opción para salvaguardar su pellejo.
Por lo tanto, el repentino apoyo de Carvajal a Guaidó plantea la posibilidad de que los esfuerzos de la oposición y Estados Unidos por negociar con funcionarios venezolanos una amnistía política hayan producido ya un acuerdo satisfactorio, protagonizado por el general retirado. Como ex funcionario de alto rango, Carvajal probablemente también conserve cierto grado de influencia al interior de las fuerzas armadas. Esto significa que otros oficiales que podrían enfrentar procesos judiciales y extradición, estarían considerando seriamente seguir su ejemplo, encontrando que cambiar de lado ahora para salvaguardar su futuro, es una opción más aceptable, que podría más temprano que tarde dar la sorpresa al mundo.
Sin embargo, las negociaciones en curso para cambio de régimen, entre la oposición, Estados Unidos y miembros de las fuerzas armadas venezolanas no necesariamente van a producir una transición política perfecta. Existe la posibilidad que como resultado se abra a una coyuntura compleja, conflictiva y de tiempo indefinido, entre los funcionarios que se sienten confiados negociando una transición con la oposición y Washington y aquellos que consideran que seguir siendo leales a Maduro sea la opción más segura para sus huesos. Tal coyuntura aumentaría la probabilidad de un intento violento de eliminar a Maduro, a manos de facciones en guerra dentro las fuerzas armadas.
La oposición política de Venezuela y la diplomacia Trump se ven comprometidas en conversaciones con las fuerzas armadas venezolanas en un esfuerzo por persuadir a más miembros para que cambien su lealtad y apoyen a Guaidó; y además, presionen a Maduro para que abandone el poder por las buenas.
Sin embargo, los acuerdos de amnistía tendrían que cimentarse para que tales negociaciones tengan éxito.
Exministro de Economía resmahan@hotmail.com