Una nueva manera de hacer política

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23 February 2019

Con 1.4 millones de salvadoreños votando por Nayib Bukele, las elecciones del 3F fueron una prueba más de democracia, por lo que el resto de los ciudadanos que no le dimos nuestro voto lo respetamos como futuro presidente y confiamos en que las promesas realizadas que le dieron la victoria se cumplan para que nuestro país emprenda la ruta del desarrollo.

Han sido promesas esperanzadoras, como que cuando no se roba, alcanza, y una nueva manera de hacer política que Bukele debe demostrar desde ya que está dispuesto a cumplir y el pueblo a exigirle, y que tanto él como sus asesores recuerden que tienen que cumplir primero para luego hacer cumplir la Constitución de la República. Pero por las actitudes y declaraciones de muchos de ellos, pareciera que siguen en una campaña de redes sociales, a base de insultos.

Sus abogados alegan que no tiene que responder a las demandas pendientes, porque la toma de posesión del 1 de junio es un acto meramente simbólico, pues la investidura presidencial se la ha dado el pueblo con su voto, así que ya goza de fuero. Esto es un desprecio a nuestras instituciones, pues el presidente jura cumplir con la constitución en una sesión solemne de la Asamblea Legislativa, lo que no es una formalidad cualquiera.

Una nueva manera de hacer política es diferenciarse de los manejos oscuros de sus tristemente célebres predecesores, de su lenguaje ordinario y de sus graves faltas de educación y protocolo. Pero para recibir las credenciales del TSE, llegó con 72 minutos de retraso, emulando la prepotencia de Funes. Se sabe que la puntualidad es la cortesía de los reyes, que por ostentar tan alto cargo y ser figura protagónica en actos oficiales, respetaban a su pueblo que les juraba obediencia.

Tiene perenne validez la impresionante frase que los súbditos de unos de los antiguos reinos de la Península Ibérica dijeron a su soberano: “Recordad, Señor, que si vos sois más que nos, nos juntos somos más que Vos”. Porque si el pueblo es el soberano, que con su voto delega en el mandatario la potestad de gobernarlo, éste está obligado a cumplir fielmente las leyes de la República.

La actual polémica originada por la iniciativa del futuro presidente de utilizar $16 millones de los $32 destinados al palacio legislativo, para construir 50 escuelas, 14 bibliotecas y centros de arte, evidencia que tanto él como sus asesores desconocen los procedimientos que regulan los préstamos y sus destinos, siendo una muestra de populismo, ya que apoyar la educación despierta la simpatía de todos los salvadoreños, que no comprenden las regulaciones que no lo hacen posible. Eva Perón, como primera dama de la Argentina, dedicó millones de dólares en proyectos y programas según ella destinados a aliviar la pobreza de sus descamisados, pero dejó en quiebra a un país considerado del Primer Mundo.

Esta iniciativa de Nuevas Ideas no es una nueva forma de hacer política, sino más bien una demostración de la ignorancia de muchos legisladores. En desafortunadas declaraciones tanto el presidente de la Asamblea como 4 diputados de ARENA han hecho gala de desconocimiento de las condiciones que establecen los préstamos con organismos internacionales, y pretendiendo ganar notabilidad apoyando la iniciativa, ponen en tela de juicio su capacidad para discutir proyectos de ley y despiertan la duda si merecen ocupar la silla curul. Se acepta votar con independencia al resto de su partido, pero también demostrando que lo hacen con conocimiento de las leyes. Los salvadoreños estamos a la espera de esa nueva forma de hacer política. ¿Será cierto?

Maestra