El Parlamento venezolano denunció que hasta horas de la tarde del sábado se contabilizan cuatro personas asesinadas y más de 20 heridos de bala en la frontera de Venezuela con Brasil.
Esto, mientras camiones con alimentos y ayuda humanitaria buscaban ingresar a Venezuela en diversos puntos fronterizos. Esta ayuda fue enviada por la comunidad internacional tras recibir un llamado de la oposición al chavismo, que ha expuesto la crisis en que viven los venezolanos.
La cúpula chavista, auxiliada por las fuerzas armadas del país, impidió el ingreso de esta ayuda y recibió con violencia a miles de manifestantes que exigían que se abriera el paso para estos bienes de primera necesidad, destinados a aliviar la profunda crisis que viven los venezolanos. A juicio de Nicolás Maduro, presidente de un gobierno ahora considerado ilegítimo, esta ayuda está disfrazando una intervención militar al país.
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El presidente encargado de este país, Juan Guaidó, convocó a sus conciudadanos a exigir que ayer se abriera el paso para numerosos contingentes de ayuda humanitaria, los cuales empezaron a llegar al país desde el 8 de febrero, pero permanecieron varados por bloqueos en las fronteras, ordenados por Nicolás Maduro.
Esta movilización fue recibida con violencia y en algunos territorios dejó muertos, heridos y un continuado abuso de poder por parte de los cuerpos de seguridad chavistas.
Tras la respuesta represiva de las autoridades venezolanas alineadas al chavismo, alrededor de medio centenar de manifestantes comenzaron a lanzar cócteles molotov y piedras contra un depósito de la venezolana Guardia Nacional Bolivariana (GNB, Policía militarizada), lo que intensificó la intervención de los agentes.
Esa unidad de las fuerzas venezolanas está muy cerca del único puesto de combustibles en esa zona, que es de la empresa venezolana PDVSA y que permaneció cerrado durante todo el día.
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Además de atacar a quienes exigían el ingreso de estos contingentes, grupos armados chavistas quemaron camiones enteros con la ayuda.
“Lo que ocurre en la frontera con Brasil no es represión común (...) Lo que ocurre en Santa Elena de Uairén (zona fronteriza) es una masacre contra el pueblo indígena pemón en donde contabilizamos cuatro personas asesinadas y más de 20 heridos de bala”, dijo en rueda de prensa el diputado Juan Andrés Mejía, opositor al chavismo.
Por su parte, el también diputado Américo De Grazia dijo en su cuenta de Twitter que en esta población fronteriza de Santa Elena de Uairén se registra una “represión brutal en las calles” y que la situación en el hospital del poblado es “grave”.
“GRAVE cuánto ocurre en el hospital de #StaElenaDeUairen, varios muertos, muchos heridos y las tanquetas de la GN disparan contra los ciudadanos que se encuentran en el centro asistencial”, aseguró De Grazia.
Y desde Caracas, la Comisión Parlamentaria para la Ayuda Humanitaria, aseguró en rueda de prensa que “esta actividad está flagrantemente violando normativas internacionales del Acuerdo de Ginebra” al referirse al ataque a un centro asistencial.
El médico Julio Castro, miembro de la comisión, recordó que atacar con armas de fuego a un establecimiento de salud, “está claramente en contra de normas humanitarias internacionales”.
Más temprano, dos ambulancias en las que movilizaban a supuestos muertos y heridos cruzaron la frontera entre Brasil y Venezuela, donde aguardaban, del lado brasileño, dos camionetas con ayuda humanitaria para el país caribeño, tras el cierre ordenado desde el jueves por el Gobierno de Nicolás Maduro.
La tarde del sábado las dos camionetas se retiraron hacia el interior brasileño por temor a posibles disturbios en la zona.
Algunos centenares de manifestantes antichavistas se reunieron en ese punto y se mostraron “dispuestos a acampar” hasta que se rompiera el bloqueo de las autoridades venezolanas y se permitiera la entrada del cargamento.
Queman camiones con ayuda
Dos camiones con cargamentos de la ayuda humanitaria solicitada por la oposición fueron quemados este sábado por la Policía Nacional Bolivariana en el lado venezolano del puente Francisco de Paula Santander, que conecta al país con Colombia, denunció la diputada Gaby Arellano.
“Quemaron dos de las cuatro gandolas (camiones) en territorio venezolano”, dijo a la prensa la opositora al chavismo que en ese momento se encontraba en el puente fronterizo.
Arellano publicó un vídeo en su Twitter en el que se puede observar el humo ocasionado por el incendio de los camiones.
“La Policía Nacional, lamentablemente por órdenes de Maduro decidió prenderle candela a las gandolas de comida que están en territorio venezolano y evitaron que ingresara”, dijo Arellano mientras organizaba a los ciudadanos que se encuentran en el puente para “salvar” las cajas que, asegura, contenían alimentos y medicinas.
La parlamentaria indicó que llevaban tres horas allí “resistiendo” los gases lacrimógenos y disparos de perdigones de las autoridades policiales que bloquean el paso de los camiones con ayuda.
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Cientos de voluntarios que participan en la movilización de ayuda humanitaria a Venezuela desde Colombia intentaron salvar medicinas y alimentos de dos camiones.
En medio del caos, civiles cruzaron al lado venezolano del Puente Internacional Francisco de Paula Santander para devolver a territorio colombiano algunas cajas con asistencia. Para esto formaron una cadena humana con la que pasaron caja por caja de la ayuda hacia otros camiones que se encontraban intactos en el lado colombiano del puente Francisco de Paula Santander.
En medio de la confusión, los voluntarios taparon sus rostros con banderas y camisas para evitar el efecto de los gases lacrimógenos lanzados por la Policía venezolana.
En el lado colombiano del puente, uniformados de la Policía y de la Defensa Civil ayudaron a los voluntarios a subir a los camiones la ayuda rescatada.
Denuncian represión
Además de la alerta de los diputados opositores al chavismo y de las protestas de miles de manifestantes, en el lado colombiano de la frontera se reunieron los presidentes Juan Guaidó, encargado de Venezuela; Sebastián Piñera, de Chile; Iván Duque, de Colombia; y Mario Abdó, de Paraguay. A estos se les unió el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.
Estos líderes denunciaron el bloqueo ordenado por la cúpula chavista, lo cual consideraron violatorio de derechos humanos. Además, responsabilizaron a Maduro de cualquier hecho de violencia (ver nota aparte).