El presidente electo Bukele expresó su deseo de trabajar en coordinación con el sector productivo para potenciar el desarrollo económico y generar empleo, sabiendo que es esa la única fórmula para superar el grave deterioro económico causado por las ocurrencias, el saqueo fiscal y la enorme carga sobre los recursos nacionales impuesta por los gobiernos previos.
El Salvador no puede continuar sosteniendo la masa de 40,000 activistas que entraron al Estado en estos 10 años, como tampoco los centenares de plazas fantasmas para favorecer correligionarios, según se ha denunciado.
Las viajaderas de diputados y funcionarios deben terminar, además de exigir a cada persona que sale rendir un informe de lo que hizo y lo que con ello aporta al país. ¡Uno de estos personajes pidió licencia para ir a Costa Rica vía Madrid!
Lo esencial para rescatar a nuestro país del agujero en que nos vienen metiendo y moverlo hacia adelante es mesura en el gasto, combate a la corrupción, regulaciones que contribuyan a la eficiencia y seguridad jurídica.
Seguridad jurídica y seguridad física, dos objetivos que el venidero gobierno debe priorizar, para lo cual es del caso pedir asistencia a naciones que hayan logrado tanto lo uno —confianza en las leyes— como reducir la delincuencia, que siempre la habrá pero no en la medida que la padece nuestro país, una de las herencias de la guerra de los años 80 y la tregua con las pandillas facilitada en el gobierno de Funes.
Hay casos en que los pobladores de una región, ciudad o inclusive país, consiguen proteger sus comunidades de un general desparpajo, como Cartagena de las Indias, en Colombia, donde un esfuerzo que involucró a prácticamente todos sus pobladores, la liberó de las luchas entre los cárteles de la droga.
Pero mal vamos con lo que sucede con Interpol en El Salvador, que se ha denunciado que se niega a tramitar la difusión internacional de la orden de localización y captura de Mauricio Funes, acusado del saqueo de $351 millones del Estado.
El venidero gobierno tiene que corregir estos procedimientos que van contra las órdenes de jueces, pues el mundo marchará muy mal si individuos se sienten protegidos para escapar de la justicia, como Funes, como el expresidente ecuatoriano Correa, como con las ciudades de la India que sufren de terrorismo alimentado por enloquecidos paquistaníes. No hay que olvidar que Pakistán dio refugio a Bin Laden y ha encarcelado a la persona que reveló su guarida.
El sano debate de las decisiones del gobierno es imprescindible
Con el progreso de la tecnología un gobierno tiene muchas herramientas para combatir el crimen en cualquiera de sus formas, pero igualmente los delincuentes utilizan esos avances para perpetrar sus fechorías. Hackers se meten en las instituciones para robar y extorsionar; el problema ha ido tan lejos que los rusos proyectan desligarse de la Internet mundial y crear su propia red... Rusia, un país empobrecido casi hasta los harapos por el comunismo (su PIB es igual al de Italia) pero tecnológicamente muy avanzado.
Cada paso del venidero gobierno contará con mucho apoyo, encontrará escepticismo y habrá opositores. Esto hace que la evaluación, los ajustes en la marcha, las consultas con otros, el sano debate, es más que deseable, imprescindible, pues el éxito o desencanto de una presidencia es el de todo un pueblo.