Hugo Martínez: "La militancia del FMLN pide abrir espacio a nuevos actores”

A dos semanas de una apabullante derrota electoral, el excandidato reconoce que deben fortalecer su compromiso con la justicia social.

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Hugo Martínez excandidato presidencial por el FMLN. FOTO EDH / Mauricio Cáceres

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17 February 2019

La puerta de la oficina del excandidato del FMLN, Hugo Martínez, aún conserva un rótulo grande y llamativo. En rojo, se puede leer la palabra: “PRESIDENTE” y las paredes de esta casa en la colonia Escalón siguen luciendo retratos de Martínez y su compañera de fórmula, Karina Sosa, en diferentes momentos de su campaña.

Sin embargo, el mismo Martínez que hace un mes aseguraba que el FMLN estaba experimentando una remontada territorial y que auguraba una sorpresa electoral ahora busca hacer un análisis de qué es lo que sucedió y por qué uno de los dos partidos mayoritarios de El Salvador tuvo que conformarse con un lejano y doloroso tercer lugar.

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Según el también excanciller de la República, su partido no entendió a tiempo la necesidad de renovarse, pero esto no quiere decir que su estructura haya perdido validez y que el proyecto de izquierda en el país ya no tenga un partido que lo represente.

 

“La mayoría de militantes está de acuerdo en que hay que refundar y fortalecer el partido”, afirma, y aclara que ha sostenido reuniones con líderes como el vicepresidente de la República, Óscar Ortiz, y dirigentes como el exministro de Obras Públicas, Gerson Martínez, o el secretario general del partido FMLN.

El excandidato presidencial considera que esta refundación pasa por incluir a nuevas caras y nuevas generaciones en la dirigencia del partido, pero los principios y valores se deben mantener. “El Frente surgió para luchar por la justicia social y esta lucha sigue vigente en el país”, añade.

Asimismo, recuerda que su partido siempre ha sabido adaptarse a los tiempos políticos. Martínez ilustra en su momento las organizaciones que dieron vida al FMLNpasaron de estar aisladas a integrar un solo movimiento; además, que supieron formar una fuerza político militar y que llegada la paz, supieron transformarse en un partido sólido y unificado. Siguiendo esta línea, considera que pueden refundarse y mantener su relevancia.

No lograron transformar el país

En esta conversación desde su despacho, Hugo Martínez recuerda cómo el líder histórico del FMLN, Schafik Handal, dijo tras la firma de los Acuerdos de Paz que “nosotros no estamos llegando a este momento como ovejas descarriadas sino como maduros y enérgicos impulsores de los cambios”.

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Ahí, afirma Martínez, reside una de las principales razones de la catastrófica derrota del FMLN, que el pasado tres de febrero solo obtuvo 389,289 votos y alcanzó un 14.41%, es decir más de un millón de votos menos que en la segunda vuelta de 2014, cuando ganó su segunda presidencia el partido de izquierdas.

En concreto, Martínez considera que las dos administraciones de su partido no lograron transformar las vidas de los salvadoreños y el progreso que hubo no se dio con la celeridad que la población esperaba.

Asimismo, considera que la maquinaria de Gobierno de su partido “se dejó absorber al entrar al monstruo del Estado” y no logró resultados. Ahí, reconoce, “empezaron las frustraciones y la gente siente que no se cumplen las expectativas”. En su lectura, este es el principal factor para haber elegido a Nayib Bukele como presidente.

El caso Mauricio Funes

Pocos días después de las elecciones, en una especie de “post mortem”, el secretario de Comunicaciones de la Presidencia, Roberto Lorenzana, afirmó que le pasó factura al FMLN haber protegido a Mauricio Funes, quien tiene varias órdenes de captura en su contra por presuntos delitos de corrupción y se encuentra en Nicaragua.

Si bien Martínez no lo señala con la misma contundencia, considera que esta opinión también su validez y puede ser un factor digno de estudiar para entender la debacle del FMLN.

Más allá del caso de Funes, a quien no menciona por su nombre cuando este medio se lo pregunta, el excanciller considera que “el tema central es que ningún partido debe tener titubeos en la lucha contra la corrupción”.

“Si me preguntas si el partido debió y debe tener una posición más contundente en la lucha contra la corrupción, estoy de acuerdo”, dice el ahora excandidato que parcialmente coincide con que el factor Funes también afectó la confianza de la población en su partido.

“El mensaje es para todos los partidos”.

Hugo Martínez no duda en reconocer que la población le pasó factura a su partido porque no supieron generar confianza en que estaban encabezando los cambios que el país necesita.

Sin embargo, considera que hay otra lectura, una menos alentadora, y es que según el escrutinio final del Tribunal Supremo Electoral, el domingo 3 de febrero solo el 51.88% de los salvadoreños empadronados salieron a votar. “La señal que esta cifra da es que ninguno de los partidos en contienda fue capaz de movilizar a la otra mitad de la población para ir a votar”, sostiene el excandidato del FMLN.

Esto, a su criterio, implica que los salvadoreños han mostrado una profunda desconfianza y frustración con los políticos, “pues sienten que no resolvemos sus problemas”.

Los más afectados tras esta actitud del electorado salvadoreño que parece haber alcanzado el hartazgo con la política tradicional y los partidos que encabezaban este sistema de aparente bipartidismo fueron precisamente los partidos más sólidos: ARENA y el FMLN, que alcanzaron sus peores resultados en su historia como partidos (770,950 y 389,289 votos respectivamente).

“Los salvadoreños decidieron no votar por el FMLN pues prefirieron probar algo nuevo (...). Este mensaje se está dando a nivel global, donde la población tiene en revisión a los partidos políticos tradicionales”, reflexiona Martínez, quien advierte que esto trae un problema y es que el descontento en ocasiones lleva a la ciudadanía a “optar por una alternativa que genera expectativas pero a la hora de resolver los problemas solo genera frustraciones”.

Por ello, considera que el gran reto del ahora presidente electo, Nayib Bukele, es resolver los problemas con habilidad política(ver nota aparte). Más allá de la gobernabilidad los próximos cinco años, el excanciller considera que ARENA y FMLN tienen el reto de reinventarse para seguir siendo partidos políticos relevantes. Si esto no se logra, afirma, estamos ante un panorama preocupante pues no habría una oposición articulada que haga frenos y contrapesos a una presidencia.