Horribles fotografías

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30 enero 2013

Tenía mucho tiempo de no ver una cajetilla de cigarrillos, hasta el sábado pasado en casa de unos muy buenos amigos. Me quedé horrorizado al ver la fotografía de regular tamaño de una lengua cancerosa, justo debajo de la marca. Sin embargo, a juzgar por el gesto de placer de mi amigo en cada bocanada de humo, me parece que la foto le importaba menos que un comino.

¿Eso de convertir cada cajetilla de cigarrillos en una especie de la revista sensacionalista mexicana Alarma en miniatura tendrá algún impacto en reducir el número de fumadores? No tengo idea. Pero me parece que la medida es demagógica o más bien hipócrita. ¿Por qué no hacer lo mismo con las botellas de alcohol?

¿Qué tal que en los elegantes envases que suelen contener los licores aparecieran fotografías de hígados cirróticos o, peor aún, de los hierros retorcidos y la sangre en el pavimento que deja la conducción temeraria? No es lo mismo me dirán algunos, ya escucho el trillado argumento: tomar con moderación no hace daño. Es más, hasta puede ser beneficioso para la salud.

En cambio fumar no tiene ningún beneficio. El cigarro es el malo entre los malos. ¿Entonces por qué se vende? ¿Por qué se permite su publicidad abierta o subliminal? En mi opinión los mejores comerciales que he visto son los de los cigarrillos. A nivel subliminal James Dean en el pasado y en la actualidad DiCaprio, fumando en las películas, venden más cigarrillos que cualquier comercial.

La publicidad de licores resalta al ambiente alegre que genera el licor, o la categoría que supuestamente otorga tomar ciertas marcas, por ejemplo Cordon Blue. En casi todas las celebraciones se ofrece licor. Casi que no se concibe una fiesta seca. Y la gente toma el licor y el licor emborracha. Luego al pobre que se le pasó la mano o al que pillaron, se le despedaza socialmente, precisamente por borracho. Hipocresía pura.

Para empatar las cosas con los malos hábitos consideremos esto: nadie, por más cigarrillos que fume en una reunión, saldrá a manejar embrutecido a causar esos trágicos accidentes. Fumar cigarros no altera la personalidad a tal punto de hacer que un alto y públicamente tranquilo hombre de negocios por ejemplo, golpee o hasta mate a su esposa.

Al fumador se le ponen amarillos los dientes y los dedos de las manos, se le arruga la cara y huele mal (aparte, claro, de los enfisemas y el probable cáncer mortal), pero (si fuma fuera de la casa) se está haciendo daño él solo. El alcohólico, en cambio, aparte de los daños físicos en su persona, se degrada socialmente, daña en todos los sentidos a su familia y a casi todo el círculo que lo rodea.

¿Pero si se bebe con moderación? El peligro de comenzar bebiendo con moderación y terminar entregado a la botella ocurre de manera muy frecuente, no nos engañemos.

Difícilmente un tabaquista perderá su empleo por el hecho de serlo. Pero un alcohólico es seguro que perderá su trabajo o arruinará su negocio. En resumen, el tabaquista es una especie de suicida a plazos. El alcohólico aparte de suicida no tan a plazos, es un depredador social y puede ser hasta homicida múltiple. El alcoholismo es una enfermedad como el cáncer. Pero sólo las cajetillas de cigarros tienen esas fotos espantosas. Hipocresía, insisto.

Pero alto. No estoy defendiendo el tabaquismo. Tampoco proponiendo que se pongan fotos de mujeres golpeadas o gente arruinada en las botellas de guaro. No. Lo que digo es que en una sociedad libre e informada cada quien es responsable de su propio bienestar. Cada familia es responsable de educar a sus hijos. Cada quien es libre de hacer lo que quiera con su espíritu y su cuerpo siempre que no dañe a terceros.

Fumar o no fumar. Tomar o no tomar y en qué cantidades, apostar en los casinos, cosas así, son decisiones muy personales. La reducción de los vicios, no se logrará con esas fotos horribles. El combate a los vicios está relacionado más bien con el fortalecimiento de un sistema de normas y valores en el seno de la familia y la sociedad en su conjunto..

*Columnista de El Diario de Hoy.

marvingaleas@grupo5. com.sv