Gracias, señor Bukele

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23 January 2019

Raúl Lara Menéndez

Nunca agradeceremos lo suficiente a Don Nayib Bukele el favor que ha hecho a El Salvador, quitándose la máscara y mostrando su verdadera cara y personalidad de fanático instigador y violento, de negociante fraudulento, de hombre sin propuestas y sin ideas, ni nuevas ni antiguas, que rehúye los debates.

Su odiosa e inaceptable arenga incitando a la toma violenta del Tribunal Supremo Electoral, lo descalifica completamente para optar a un cargo público. Su turbia negociación y contrato de alquiler de un inmueble en cifras multimillonarias altamente lesivas para la Alcaldía que presidía, beneficiando a terceras personas en un acto de corrupción sin precedentes. Su medrosa y cobarde negativa a presentarse al debate político organizado por la Universidad de El Salvador, a quien absurdamente acusó de prepararle una celada, para hacerlo tropezar en temas de interés nacional, es una confesión pública de su incompetencia y falta de preparación para llevar soluciones a los principales desafíos que va a enfrentar el próximo gobernante. Negarse a debatir es una postura insostenible para la que no hay excusa.

La falta de escrúpulos y la irresponsabilidad del Sr. Bukele han quedado perfectamente demostradas y tan claramente evidentes, que da espanto pensar lo que podría hacer y deshacer en su locura y obsesión de poder. ¿Qué tan difícil puede ser tomar conciencia del peligro que nos acecha, si un solo ejercicio de lucidez y reflexión bastaría para activar las alarmas y los sensores de peligro? Cada vez son más los que están despertando a la realidad de estos hechos tan aplastantes, que no admiten discusión alguna.

La falsa moral de conveniencia del Sr. Bukele y su ambición desmesurada, que encuentra justificaciones y paliativos para todos los dobleces, engaños y manipulaciones de una mente retorcida, ya no convencerán al electorado joven que, según sus redes sociales, todavía lo apoya masivamente. El exalcalde Bukele se bebe sus mentiras y falsedades como agua y se las dan a los ingenuos e incautos endulzadas con su demagogia populista.

¿Desde cuándo la ignorancia, el desprecio y el error, alimentados por la ambición y la mentira, son ejemplo de modelo y esperanza de nada? Sería fatal llevar a hombres oscuros, intrigantes y astutos, pero incompetentes, a altos cargos de gobierno —para ver qué sale — como si el bien común pudiera depender de una caja de sorpresas, que no sería otra cosa que el desorden, el desastre y el caos de un desgobierno populista y centralista al capricho de una sola persona.

Traspasados los linderos, ya no hay límites para lo que venga. Donde terminan la Ley y la Justicia, empieza la tiranía… y cuando se sufre la catástrofe, ya es tarde para ser precavido.

La mayoría de las decisiones individuales importantes suelen tomarse con más apasionamiento que reflexión y esto puede llevar a graves equivocaciones. Hay otra conspiración silenciosa pero funesta, que se cierne en contra de nuestra sociedad en estas próximas elecciones y es la inercia de una pereza mental y una indolencia heladora, que hace suponer a muchos que no serán afectados por lo que suceda al vecino. Tonta ilusión e incomprensible suicidio. Con nada más que nuestra inconsciencia cuenta el enemigo para triunfar. En política, a la hora de las elecciones, no existen premios ni castigos… solo consecuencias… graves consecuencias, y para los abstencionistas el suicidio cotidiano de la resignación.

El señor Bukele cree contar con una legión de jóvenes sumisos, engañados, atados e indefensos, pero se equivoca: los jóvenes son por definición auténticos, nobles, valientes y saben que El Salvador es cosa suya y plantarán cara y defenderán siempre las verdades y los valores innegociables y volverán la espalda al usurpador.

Estos jóvenes de vida limpia y esforzada, que aman a su país, no caerán en las redes de una dialéctica populista y demagógica, ni en la trampa de una propaganda distorsionada y tendenciosa y no permitirán que el señor Bukele utilice la mentira y el doblez para llegar al poder y llevarnos a saltar al vacío de la egolatría mesiánica de su novela rosa, y no lo digo por el color de sus calcetines.

El señor Bukele se cree un zorro astuto y taimado, pero se le olvida que cada paso que da el zorro lo acerca más a la peletería. Nayib Bukele nunca va a ser la solución a nuestros problemas… Nayib Bukele es el problema.

Estas líneas han sido escritas para todos los salvadoreños, particularmente para los jóvenes. Apelo a su honradez de pensamiento y a su recta conciencia contra el adoctrinamiento claro o subliminal en las redes sociales que manipula el señor Bukele y que busca la sumisión y aceptación servil de un grupo importante de la población.

Cualquier persona honesta es capaz de percibir el instinto agresivo y totalitario del exalcalde que quiso manejar sus oficinas municipales como todo un tirano, que es exactamente lo que haría de llegar al poder.

¡¡ Joven… tú eres el presente y el futuro de la Patria. El Salvador te necesita hoy más que nunca... Veraz, honesto, firme, auténtico!!

¡¡Tú eres tu oportunidad!!

Nuevamente, muchas gracias señor Bukele por advertirnos de qué va su candidatura y qué veneno queremos escoger.

Doctor en Medicina