Venezuela cumple 20 años padeciendo por la dictadura de un mesiánico

El salario promedio de los venezolanos es de seis dólares ¡seis dólares! por mes, la sexta parte de lo que los misérrimos cubanos ganan, en promedio treinta y seis dólares...

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22 January 2019

El desastre de Venezuela, que tantas amargas lecciones tiene para los salvadoreños, inició hace veinte años, al tomar el poder Chávez y desatarse la oleada de disparates y ocurrencias que ha convertido a la mayoría de venezolanos en mendigos sentados sobre enormes riquezas.

El salario promedio de los venezolanos es de seis dólares ¡seis dólares! por mes, la sexta parte de lo que los misérrimos cubanos ganan, en promedio treinta y seis dólares...

El análisis en que se basa esta nota lo escribió Herver Torres, del Centro de Estudios Estratégicos de Washington, que ha venido siguiendo el tremendo drama desde su inicio.

Chávez, nos dice, se aprovechó del descontento popular por una mala gestión de previos gobiernos, pero desde antes de presentarse a elecciones manipuló para suprimir los pesos y contrapesos institucionales del país. Llega al poder cuando el precio del petróleo estaba a cien dólares el barril, lo que le permite lanzar un programa benefactorista de gran alcance basado en un alto endeudamiento e importaciones de bienes de consumo y alimentos.

La bonanza fue inmediata; la gente estaba mejor que nunca, más o menos como cuando Perón gastó las enormes reservas argentinas en sus programas “para los descamisados”.

Simultáneamente afloraron los complejos sociales de Chávez, imponiendo regulaciones sobre empresas venezolanos y expropiando muchas de ellas. Miles de hectáreas de tierra fueron confiscadas para repartirlas o transformarlas en “cooperativas”, lo que rápidamente fue derrumbando la producción de alimentos, hasta llegar a la situación actual en que el país ya no produce lo que necesita.

La gran bonanza duró poco y la situación se agravó cuando Chávez, como represalia a los que operaban PDVSA, destituyó a todo el personal para reemplazarlo por petroleros de todas partes, generando un desorden que ha afectado desde entonces la producción de crudo.

Cada vez más gente busca

alimentos entre la basura

A cualquier protesta o reclamo de sectores, Chávez les respondía interviniendo o expropiando, con lo que la eficiencia se desplomaba forzando a la mayoría a cerrar. Por eso no hay pan en Venezuela, no hay carne en Venezuela, no hay medicinas en Venezuela... pero sí hay basureros donde más y más venezolanos buscan su sustento.

Una de las inmediatas consecuencias de tal estado de cosas, empresas y sectores en manos de incapaces, es que la corrupción se generalizó en los rangos chavistas, lo que a su vez hizo que capitostes del régimen se aliaran con los productores de droga.

Muy pronto Venezuela cayó en un estado de depresión peor que la mundial de los Años Treinta, situación en que se mantiene...

En este punto Chávez descubrió que padecía cáncer en el colón y fue a Cuba para tratamiento “dada la excelencia de la medicina cubana” que no pudo salvarlo de la muerte.

El poder cayó en manos de Maduro, un busero prepotente que desde entonces marca el paso hacia crecientes niveles de miseria, agravada por una hiperinflación, desastre sanitario, altísimos niveles de delincuencia, éxodo de venezolanos al exterior... lo que puede suceder aquí si los salvadoreños votan con sus pies y eligen a un mesiánico que va ofreciendo pomada mágica para todos los males, desde grandes aeropuertos y obras, aunque el verdadero programa es pasar a sus bolsillos lo más que pueda de dineros de salvadoreños.