Elecciones en El Salvador: esperanzas y expectativas en Francia y Alemania

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21 January 2019

Por David Izzo y Bernd Finke

Para Francia y Alemania, el 22 de enero es un día importante: Hace 55 años, el 22 de enero de 1963, fue firmado el tratado de amistad franco-alemán (el Tratado del Elíseo). Y hoy, el 22 de enero de 2019, el Presidente de la República francesa, Emmanuel Macron y la Canciller de la República Federal de Alemania, Angela Merkel, firman un nuevo tratado de Cooperación e Integración Franco-Alemana, en el salón del coronamiento del ayuntamiento de Aix-la-Chapelle.

El tratado de Aix-la-Chapelle se basa en los cimientos del Tratado del Elíseo de 1963 que ha contribuido ampliamente en la reconciliación histórica entre Francia y Alemania, para apuntar a un nuevo objetivo de mayor convergencia entre ambos países y prepararlos para los desafíos que enfrentan en el siglo XXI. Este tratado reforzará los vínculos ya estrechos entre nuestros dos países, particularmente en las áreas de política económica, de política exterior y seguridad, de la educación y de la cultura, investigación y tecnología, clima y medio ambiente así como la cooperación entre regiones fronterizas y entre sociedades civiles. Francia y Alemania pretenden profundizar su compromiso común con la seguridad y la prosperidad de sus ciudadanos en el marco de una Europa más soberana, unida y democrática.

Esta estrecha cooperación franco-alemana, uno de los motores de la construcción de una Europa de paz y progreso, también tiene sus aplicaciones en el extranjero, a través de nuestras redes diplomáticas y de cooperación. Aquí, en El Salvador, nuestras dos embajadas trabajan en estrecha concertación también con nuestros socios de la Unión Europea. Nuestras relaciones con El Salvador están guiadas por el deseo de contribuir a una mayor consolidación del Estado de Derecho, la democracia y los derechos humanos en nuestros países y de trabajar con El Salvador para hacer frente a los principales retos mundiales, incluido el cambio climático, el fortalecimiento del multilateralismo o la lucha contra el crimen organizado, el terrorismo y el extremismo religioso.

Un acontecimiento especial en la vida de cualquier democracia son las elecciones en las que el pueblo elige a sus representantes parlamentarios o a su jefe de Estado. Por ello, Alemania y Francia prestan especial atención a las elecciones presidenciales que El Salvador organizará en unos días. Se trata de una etapa importante en la continuidad de los Acuerdos de Paz de 1992, para el funcionamiento del Estado de Derecho y el refuerzo de instituciones al servicio de los ciudadanos.

Las elecciones son como la respiración de una democracia y nos alegramos de esta oportunidad que se nos brinda, conjuntamente con la Misión de Observación Electoral (MOE-UE) de la Unión Europea, de observar el buen desarrollo del voto.

Esperamos que estas elecciones ofrezcan a los salvadoreños en todo el territorio nacional, las más completas condiciones de seguridad, confianza y transparencia a fin de que esta jornada electoral sea una real ‘fiesta democrática’.

Esperamos que El Salvador compruebe nuevamente que es en efecto una democracia joven, pero sólida y comprometida, convirtiéndose así en un buen ejemplo para otros países de la región. Invitamos a todos los salvadoreños a que hagan uso de su derecho fundamental y democrático este próximo 3 de febrero. En muchas partes del mundo las personas arriesgan su libertad o hasta su vida en la lucha para una participación democrática. ¡Aprovechen esta libertad que existe en El Salvador! La política decide hoy sobre muchos temas de mañana. Quien se abstiene de ir a votar hoy, renuncia también a participar en la creación de su propio futuro.

Confiamos en que estas elecciones, después de una transición ordenada y responsable, abran paso a una nueva etapa para el futuro de El Salvador, construyendo un país más seguro y próspero, capaz de cumplir con las expectativas de más justicia y equidad. Los desafíos son muchos y las expectativas son altas, en términos de acceso a la educación y creación de oportunidades para los jóvenes, pero también en la lucha contra los efectos del cambio climático que afectan las condiciones de vida de muchos.

Alemania y Francia desean que el futuro Presidente y Vicepresidente del país se pongan a la disposición de la ciudadanía, encuentren la fuerza y el valor de superar la todavía existente polarización ideológica, así como de integrarse en debates constructivos sobre el bienestar común. A la democracia siempre le pertenece también la discusión y la competencia por el camino correcto. Pero la política no debería ser vista como un juego de suma cero, en el que uno tiene que perder para que el otro gane. La política es el arte del compromiso. Debido a los grandes desafíos que El Salvador debe disputar, el país necesita de un discurso político en el cual los intereses particulares no estén en el centro, sino que en el bien común de todo el país. Siempre el interés general debe prevalecer. Los salvadoreños lo esperan y lo merecen.

Por esas razones esperamos, que las elecciones del domingo 3 de febrero traigan buenas noticias – para la democracia y para el país, para el bienestar de la población y la reputación de El Salvador en el mundo.

Profundamente comprometidos a la construcción de un futuro en armonía y prosperidad por El Salvador, nuestros dos países se mantienen a su lado, fuertemente implicados para un desarrollo de lazos que nos unen, con la esperanza de nuestra sólida amistad y de respeto mutuo que caracteriza las relaciones entre nuestras naciones y pueblos.

Embajador de Francia en El Salvador/

Embajador de Alemania en El Salvador