Aptitudes y actitudes

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19 January 2019

Aptitudes y actitudes son dos términos cuya escritura difiere solo en una letra, aunque al pronunciarla mal convirtiendo la P en C suenan como la misma palabra. Aptitudes son las habilidades técnicas que una persona tiene, y Actitudes constituyen su calidad humana, su compromiso y dedicación a la labor desempeñada. Así la suma de ambos es la base del trabajo bien hecho, que dignifica a quien lo realiza y da valor a la labor realizada.

La promesa de la Alianza por un Nuevo País de apostar por el trabajo es motivo de esperanza, porque tener empleo inicia una cadena que aumenta la autoestima de la persona que recibe un salario que le proporciona una mejor calidad de vida y ayudaría en gran manera a combatir la violencia, al ofrecer a los jóvenes un horizonte abierto para hacer realidad sus sueños alejándolos de las pandillas.

Muchos salvadoreños están decididos a votar por el candidato invisible, escondido tras las redes sociales, que incita a sus seguidores a la violencia y se dedica a insultar a quien disienta con sus grotescas opiniones. Futuros votantes guiados por el revanchismo, en que se devuelva lo robado, y que no son más de lo mismo, pero olvidan que su candidato está manchado con todos los pecados que pretende castigar. Porque sus allegados son más de lo mismo y de los peores: exmiembros de ARENA, traidores a su partido para convertirse en GANA, títere de Tony Saca, hoy preso por ladrón; su campaña se basa en mentiras groseras, pues considera a los ciudadanos tan ignorantes como para creerlas. Su ferviente llamado a defender el voto evidenció escasez de seguidores, aunque en las redes magnificó la asistencia. Alquilar el auditorio de Fepade mediante un prestanombre anunciando transmisión en vivo, cuando fue pregrabado y tardó mucho tiempo por la dificultad del golondrino para leer.

Su inasistencia a los debates tiene dos lecturas: Terror al ridículo que ha hecho cuando intenta tocar un tema serio (los 300 kilómetros de diámetro) o una soberbia aplastante basada en la seguridad de que ya ganó la elección y desprecio a los demás candidatos. El plagio de su plan de gobierno y su justificación lo retratan de cuerpo entero.

Evidentemente el candidato carece de aptitudes y actitudes. Sus habilidades técnicas son escasas pues carece de educación formal, y parece no importarle. Y sus actitudes son negativas al demostrar egoísmo, falsedad y desprecio por quienes no lo adulan. Su CV es desconocido y la huella dejada en las dos alcaldías que dirigió demuestra su incapacidad y falta de honradez.

Entre licitaciones amañadas, contratos con Goes, delitos a través de la agencia Bunker, contrato de lámparas led, mercado Cuscatlán y los otros tres mercados totalizan $128 millones apropiados antes de llegar a la Presidencia y tener a su disposición la partida secreta, para lo que ha tenido como mentores a dos sujetos impresentables como Saca y Funes, que indignamente ostentaron la primera magistratura.

Los que a ciegas votarán por Bukele lo hacen con un sentido de revanchismo, sed de venganza, de castigar a quienes robaron, sin considerar que el voto de castigo será contra ellos mismos, que vivirán en un país más empobrecido, con funcionarios corruptos dispuestos a beneficiarse del Estado. Sus promesas, tan falsas como absurdas, lo califican como alguien totalmente incapaz, a quien no le interesa ni el país ni sus ciudadanos, sino su ego enfermizo y su ansia de poder. Será un delito de lesa Patria el que cometerán los que se atrevan a marcar la bandera golondrina.

Maestra