Estimado Óscar Ortiz:
Vi que estabas bien contento sentado en un helicóptero volando a San Miguel “para verificar avances de Estadio Barraza”, según tu cuenta en Twitter.
De acuerdo: es bien bonito volar en helicóptero, luego de haberlos tenido encima queriéndole matar a uno durante la guerra. Espero que te hayan llevado por toda la costa, incluyendo tus propiedades en la isla Montecristo. Bien bonito este viaje. Yo una vez lo hice, pero no a costa del Estado, sino por invitación de Calvo que quería que hiciera un reportaje sobre su planta en La Unión.
Déjame hacerte algunas preguntas: ¿cuál era la urgencia para que no te pudieras desplazar en carro a San Miguel?¿Desde hace cuánto es tarea del vicepresidente “verificar los avances” de la remodelación de un estadio? ¿Tienes las calificaciones para esta verificación?
Y, ¿cuánto costó esta excursión al arca del Estado?
Estimado Eugenio Chicas:
Espero que te haya gustado el viaje a Taiwán. Ya aclaraste en Twitter que fue una “generosa invitación Gob. Taiwán que ha cubierto gastos aéreos-tierra”.
Pensaba que ibas a publicar, luego de tu excursión de Semana Santa, un informe sobre los beneficios que lograste conseguir con esta misión. Para mi sorpresa, detecté en el sitio oficial de Casa Presidencial un escrito tuyo que mucho me hizo recordar los odiosos ensayos que en el colegio nos obligaron a escribir al regreso de vacaciones. Así que ahora los ciudadanos sabemos que te impresionaron las “120 especies de mamíferos, 670 de aves, 141 de reptiles y 400 de mariposas” que tiene la isla Taiwán, pero todavía no tenemos idea de qué fuiste a hacer ahí, aparte de turistear.
Disculpa, ya encontré el escueto informe oficial. Dice: “Se proyectan apoyos a los medios del gobierno: Televisión de El Salvador (Canal 10) y Radio Nacional de El Salvador”.
Claro, Taiwán siempre sabe dar al inquilino de turno de Capres apoyo para propaganda. Lo dio a Paco Flores y a Mauricio Funes, ¿por qué no a ustedes?
Estimado Hugo Martínez:
Estambul también es un destino muy atractivo. Puedo entender que luego de una Semana Santa en la que tenías que dedicarte incansablemente a supervisar la respuesta del gobierno a los constantes temblores, te cae bien un viajecito a Turquía.
Me imagino que aprovechaste esta misión para expresar al gobierno turco las profundas preocupaciones del presidente Salvador Sánchez Cerén sobre la persecución de opositores, periodistas y jueces en Turquía. Bueno, más o menos como lo hicieron en el caso de Venezuela: apoyando al gobierno en su esfuerzo de usar el diálogo para agarrar oxígeno…
Con cordiales saludos a los tres viajeros, Paolo Lüers