Sheriff Mark Napier: "A quien viene en la caravana: ¡vuelva a casa, no haga este viaje tan peligroso!

Estados Unidos tiene 31 condados fronterizos con México y cada uno tiene un alguacil a cargo de la seguridad pública. El Diario de Hoy entrevistó a uno de ellos, quien expresó que debería haber una reforma migratoria integral para reducir el riesgo a quienes buscan oportunidades en su país.

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El alguacil Mark Napier está a cargo de un territorio más grande que el mismo El Salvador. Foto de cortesía.

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18 January 2019

El viernes 11 de enero de 2019, el New York Times sostuvo una entrevista con Mark Napier, alguacil del Condado Pima en el Estado de Arizona. En esta conversación, ambos discutieron la política migratoria de los Estados Unidos y evaluaron algunos de los esfuerzos del presidente Donald Trump, quien insiste en un muro fronterizo. Esta conversación, si bien es fascinante, transcurrió entre dos estadounidenses.

Para efectos de ahondar en esta conversación y proveer una perspectiva distinta, El Diario de Hoy decidió solicitar una entrevista con el alguacil Napier, que pudo también conocer las inquietudes que le surgen a un medio salvadoreño.

Napier aceptó y por cerca de una hora conversamos abierta y honestamente sobre la actual situación fronteriza, el camino de nuestros migrantes hacia territorio americano y sobre las posibilidades de reconciliar los intereses de los residentes del condado Pima con los miles de centroamericanos que buscan cruzar ese territorio para abrirse oportunidades y huir de países violentos e inhóspitos. Encuentra lo que conversamos abajo del vídeo.

 

(Vídeo de Jorge Cabrera)

En su conversación con el New York Times, usted afirma coincidir con la visión del presidente Donald Trump de que hay una crisis en la frontera sur de Estados Unidos. ¿Cuál es la naturaleza de esta crisis?

Hay muchas facetas de esta crisis. Hay cantidades tremendas de drogas ilegales viniendo desde el sur hacia Estados Unidos. Solo ayer mis agentes interceptaron catorce libras de heroína. Además hay una crisis humanitaria, pues el tráfico de personas aumenta la criminalidad y muchos inmigrantes son victimizados por las bandas de coyotes. Además son víctimas de las condiciones climáticas que en el verano son muy duras.

¿Piensa que esta los migrantes representan una amenaza a los residentes del condado Pima?

El discurso político trata de simplificar a estos grupos y presentarlos como una masa homogénea. En estas personas que buscan migrar sí hay gente afiliada a pandillas y buscan traer comportamiento criminal, pero también hay gente tomando decisiones desesperadas para tener una mejor calidad de vida. Describir a este grupo como algo homogéneo es un error porque hay una variedad de gente buscando entrar al país. Muchísima gente lo hace para una mejor vida, para tener un empleo digno.

Antes de entrar al discurso político, quiero comprender al Condado Pima. ¿Es una entrada significativa de migrantes?

No somos un corredor tan grande como el valle del Río Grande, pero el sector de Tucson se ha vuelto especialmente vulnerable, pues si persigues las cosas en un lugar, estas se mudan a otro. Hemos visto esfuerzos en el valle del Río Grande y San Diego crecer y eso empuja a los migrantes a la región de Tucson, en Pima.

¿Cómo reacciona la comunidad con los migrantes que vienen?

Hay quienes son muy progresistas y otros más conservadores. En general somos una comunidad acogedora, muy progresista. Pero depende de quién te conteste. Es problemático ver a un grupo de personas y tratar de adivinar cómo piensan.

En los 31 años que lleva en el Condado Pima, ¿ha notado un incremento sustancial de inmigrantes?

Se ha mantenido consistente, y de hecho la gente que viene quizá va en disminución. Pero la composición de esta gente ha cambiado. Antes eran principalmente hombres jóvenes mexicanos, pero ahora hay más centroamericanos y muchas familias, mujeres y niños.

¿Enfrentan estos niños o mujeres más vulnerabilidad en el camino? ¿Cuál es la amenaza principal que los migrantes enfrentan al intentar cruzar la frontera?

Hay varios riesgos. La victimización por medio de la criminalidad, pues carteles de drogas controlan muchos corredores de entrada al país. En ocasiones son abandonados por sus coyotes y son víctimas del ambiente. Hay mujeres abusadas sexualmente en el camino y esto está subreportado. Cada año recuperamos cerca de cien cadáveres en el desierto pero no sabremos nunca cuántos cuerpos estarán ahí. Es un área enorme (su extensión es 3,000 kilómetros cuadrados mayor a la de El Salvador) y no se puede saber a ciencia cierta todo lo que pasa ahí.

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¿Se puede afirmar que la mayoría de estos cadáveres pertenecen a gente que buscaba llegar irregularmente a EE. UU.?

No sabemos. A veces recogemos solo partes de cuerpos y algunos ni siquiera podemos identificar si pertenecían a un hombre o una mujer. No sabemos si fueron víctimas de crimen, de exposición al clima, si es un migrante que falleció en el camino o incluso un narcotraficante que cayó a manos de bandas contrarias. Todas son opciones viables.

En sus décadas al servicio del condado, ¿ha notado una evolución de las amenazas?

Han sido 24 años. Las organizaciones de narcotráfico se han adaptado mucho. Antes movían cientos de libras de marihuana, con un tráfico muy violento, con atentados entre diferentes narcotraficantes. Pero el tráfico de droga se ha sofisticado mucho. Ya no vemos el tráfico de marihuana pero vemos drogas duras como heroína, cocaína o metanfetaminas que son más fáciles de traficar y esconder. Si fuéramos narcotraficantes tú y yo, quizá optaríamos por traficar drogas más fuertes pues podemos meter un par de libras y tener una ganancia mayor sin tantos problemas logísticos. Esto ha evolucionado mucho.

Usted fue elegido para defender los intereses de los residentes del condado Pima, pero debe seguir regulaciones dictadas en Washington DC. ¿Cree que allá entienden sus problemas?

Creo que no la entienden pero creen que sí. Somos los 31 alguaciles de los condados fronterizos de Estados Unidos los que tenemos la fotografía más clara. Suele pasar que al llegar una persona a Washington DC, se asume que lo sabe todo, pero para mí la medida de la inteligencia de alguien es ser consciente de que no sabe todo. Los que llegan a DC tienden a olvidar esto.

¿Qué es lo que no entienden en Washington DC?

Eso es fácil. El choque entre un enfoque exclusivamente de seguridad pública versus uno de derechos humanos. Un enfoque humano, comunitario se ve poco y luego la política partidaria se involucra mucho.

¿Platica regularmente con el resto de alguaciles fronterizos?

Sí. De hecho, hace poco lanzamos un ensayo en que colaboramos que explica nuestra posición sobre la frontera y la migración. Hablamos todo el tiempo, en ocasiones más de una vez al día.

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¿Son recogidos estos insumos en Washington para elaborar políticas a nivel federal?

Creo que están empezando a escucharnos. Hay cambios en cómo se abordan estos asuntos, que espero estén motivados por nosotros. Especialmente en lo relativo a un enfoque humanitario y no a satanizar a la gente de México y Centroamérica y espero que estemos moviéndonos en la dirección correcta. Aunque creo que no nos estamos moviendo a la velocidad adecuada.

Cuando uno piensa en un alguacil, tiende a pensarse en alguien duro, poco humano. ¿Por qué cree que un alguacil no se relaciona automáticamente a respeto a los derechos humanos?

En el pasado hubo alguaciles que hicieron mucho ruido y a todos nos pintaron con la misma brocha, pero todos los alguaciles que conozco son personas respetuosas de los derechos humanos. ¡Vamos! Yo llevo años haciendo esto y no para enriquecerme, sino porque me importan mis hermanos. Por cierto, me hicieron un regalo de Navidad el año recién pasado: tendré un yerno, ¿sabes de dónde es? De El Salvador. Mi hija se casará con él en septiembre. Él vino a este país legalmente, sirve en las fuerzas armadas pero se ha esforzado mucho para integrarse y aprecio su lucha. Si no eres humanitario ni te importa tu vecino, yo cuestionaría por qué estás en un cuerpo de seguridad.

Ha llamado al muro fronterizo una “solución medieval a un problema actual”. ¿Qué medida será más apropiada para 2019?

Un muro en sí mismo, no vigilado ni monitoreado, es una solución medieval que no funcionará. Construir un muro implica vigilancia. Las barreras físicas tienen sentido en algunos lugares, pero debe complementarse con tecnología y personal humano.

¿Cree que los políticos se aprovechan de la crisis de la frontera en su localidad para obtener rédito electoral?

Creo que ambos bandos políticos están tan preocupados por quién gana contiendas políticas. Los demócratas están pensando derrotar a Trump y Trump, a los demócratas. Y yo me estoy preocupando por los estadounidenses. Yo tengo una nieta de dos años y quiero que crezca en un lugar mejor, compasivo, con oportunidades.

Estudios muestran que la migración no incrementa la violencia. ¿Resuenan estas conclusiones con su experiencia?

No he visto evidencia empírica que apoye la noción de que la migración indocumentada incrementa el crimen. No creo que eso sea cierto. Lo que hemos visto en este país es que sí ha pasado que indocumentados cometen crímenes, y eso es terrible y no debería pasar, pero sugerir que quienes entran a este país son una horda violenta de gente es falso, no hay evidencia empírica que apoye esto.

Mientras hablamos, una quinta caravana de salvadoreños está buscando llegar a Estados Unidos. ¿Qué mensaje le mandaría a alguien que va en esta caravana o alguien que piensa sumarse a una en el futuro? ¿Tienen mayores probabilidades de cruzar?

No es más seguro. Sabemos que hay actores nocivos que usan las caravanas para mezclarse. Además, una caravana trae atención política. Sabemos que el presidente Trump habló de ellas muchas veces y la probabilidad de entrar es menor. Yo entiendo el ánimo de tu gente de venir pero les pido que den la vuelta. Probablemente no tendrán éxito, muchas mujeres serán victimizados, los niños correrán riesgos en tan largo camino. Por favor, ¡den la vuelta y no hagan este viaje, es muy peligroso!

¿Cree que Estados Unidos precisa una reforma migratoria más humanitaria que facilite que inmigrantes puedan tramitar su estadía en este país?

Creo que es necesaria una reforma migratoria integral para acomodar personas que huyen de complicadas situaciones económicas o de la inseguridad en estos países. Debería haber reformas para asegurarse que la gente que quiera venir a trabajar y aportar tenga la oportunidad de hacerlo de forma legal.

El presidente Trump amenaza a países como El Salvador con quitar la cooperación. ¿Puede esto debilitar nuestras instituciones y agravar la crisis?

Una visión de sentido común diría que reducir la ayuda a El Salvador agravará el problema de la migración.

¿Qué rol pueden jugar autoridades locales para proteger a los residentes y a los migrantes al mismo tiempo?

Estamos comprometidos a la seguridad pública en el condado. De documentados e indocumentados. Hemos prohibido pedirle estatus migratorio a víctimas de crímenes, tampoco en escuelas. Estamos tratando de encontrar un balance en nuestro abordaje para proteger a todas las personas.

Ha mencionado que está cerca del final de su carrera y que no prevé mayores cambios en las siguientes décadas. Para que esto no sea así, ¿por dónde debe empezarse?

Necesitamos asegurar nuestra frontera sur porque hay amenazas de seguridad públicas y temas humanitarios. Tenemos que desincentivar la migración que corre mucho peligro. Tenemos que reformar el sistema migratorio para que la gente de buen corazón pueda venir a disfrutar la vida que he disfrutado como ciudadano americano. Además debemos dejar de demonizar grupos de personas, eso no ayuda. La gente de México y Centroamérica no son nuestros enemigos, son nuestros amigos, vecinos, socios comerciales y pronto uno de ellos será mi yerno.