Biotecnología y sistemas de riego, claves para la moderna agroindustria

Un foro realizado por la Cámara Agropecuaria y Agroindustrial señaló que se debe apostar por la alta tecnología para tener mejores rendimientos con los cultivos ante la incertidumbre del cambio climático.

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William Meléndez presentador; Agustín Martínez, presidente de Camagro; Andrew Natsios, enviado a Sudán por el Departamento de Estado en EE.UU. y Elsa Murano, exsubsecretaria de Agricultura de EE.UU. y presidenta del Instituto Bourlag. Foto EDH / menly cortez.

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17 January 2019

Las transformaciones digitales están impulsando una serie de cambios que, para el sector agroindustrial del país, se han convertido en una oportunidad de aumentar la productividad y rentabilidad de las cosechas, apostando por la biotecnología y nuevos sistemas de riego de precisión para enfrentar las sequías y el cambio climático.

Esta fue una de las principales conclusiones de un encuentro organizado ayer por la Cámara Agropecuaria y Agroindustrial de El Salvador (Camagro), donde según su presidente, Agustín Martínez, cada día es más difícil producir los alimentos que demanda la población pero, sobre todo, mantener la sostenibilidad de los recursos como el agua y la tierra.

“Cómo sector vivimos una encrucijada, hoy hay mucha información, hay datos, hay tecnología pero debemos de integrar todos estos temas para ser más sostenibles y lograr un mayor crecimiento, nos mantenemos aportando el 6% del PIB nacional y eso debe aumentar con innovación en implementación de proyectos que garanticen la rentabilidad”, analizó Martínez.

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Una de las claves, según el titular de Camagro, es apostar por nuevas formas de distribución del agua en los distritos de riego, una idea que fue reforzada por Elsa Murano, ex sub secretaria de Agricultura de Estados Unidos, quién dijo que con sistemas de precisión se puede lograr eficiencia hasta en un 90% en el uso del recurso y la implementación de sensores para detectar la humedad o resequedad del suelo.

“Las tecnologías en todo el mundo están ayudando a que el cambio climático incida menos en los cultivos y a que los productores tengan información de primera mano de cómo manejar las cosechas y cómo volverlas más rentables, además de aprovechar mejor los suelos y el agua, que cada día es más escasa”, explicó Murano.

A futuro lo que se debe de considerar, según la experta, es en desarrollar cultivos más resistentes, por ejemplo variedades de café que den grano de calidad, con buena producción y qué se adapten a periodos de sequía o lluvias prolongadas.

“Una agricultura que está dentro de la revolución industrial 4.0 considera también el uso de la biotecnología, el cómo poder tener cultivos más resistentes a plagas y enfermedades, a los efectos del cambio climático e incluso considera la posibilidad de poder incorporar mediante la biotecnología alimentos más nutritivos y más sanos para la población”, puntualizó.

Otro de los invitados al encuentro fue Andrew Natsios, enviado especial presidencial a Sudán del Departamento de Estado de los Estados Unidos, quien recordó que la agricultura debe de aportar un alto porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) de los países y considero que las actual cifra de El Salvador (solo un 6%) sigue siendo muy modesta y no logra cubrir todas las demandas alimentarias de la población.

“Debemos de recordar que las agricultura es un sector transversal de la economía, si se le apuesta a desarrollar subsectores como la pesca, la silvicultura o las frutas y hortalizas se puede lograr más crecimiento económico, pero es una tarea que implica nuevas políticas públicas y una clara apuesta tecnológica”, puntualizó Natsios.

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Los expertos internacionales ejemplificaron como en países europeos y asiáticos la tecnología está aplicándose hasta en tareas agrícolas, por ejemplo con la robótica se están realizando tareas de preparación de terrenos, eliminación de maleza o incluso el empaque y selección de productos cosechados.

No obstante Martínez matizó que esto no debe de sustituir la mano de obra calificada y reconoció que en El Salvador hay un problema para que la juventud se involucre en tareas agrícolas, sobre todo por el efecto de la migración y las remesas.

“Las nuevas generaciones deben de participar de forma activa en la agricultura pero esto depende de buenos procesos de formación y de tecnificación donde las tecnologías jueguen un papel fundamental para garantizar la sostenibilidad alimentaria”, finalizó Martínez.

Camagro espera que este tipo de temas también sean parte de la agenda de los candidatos a la presidencia de la República y que se le dé más apoyo al sector, tanto para consumo y comercialización local como para las exportaciones.