La noche del domingo 13 de enero, mientras tres candidatos presidenciales se sometían a un debate organizado por la Asociación Salvadoreña de Radiodifusores (ASDER), el candidato de GANA, Nayib Bukele, transmitió una presentación de su plan de gobierno por medios digitales y algunos canales de televisión.
Si bien Bukele lanzó las principales líneas estratégicas de lo que plantea hacer en caso de ganar la presidencia, no sometió su plan a cuestionamientos, preguntas de ningún moderador y no abrió la puerta a que sus contrincantes le cuestionaran.
Al respecto, Álvaro Artiga, politólogo y catedrático de Sociología y Ciencia Política de la UCA, lamentó que Bukele se ausentara de este espacio de intercambio de ideas. A su juicio, esto dificulta la labor del ciudadano de informarse, contrastar las ideas y poder tomar una decisión fundamentada en lo que los aspirantes a la presidencia ofrecen.
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“Se me habría hecho más fácil que estuvieran juntos (los candidatos) presentando (sus plataformas) al mismo tiempo”, señaló Artiga y añadió que “escuchando lo que presentó el candidato de GANA, no creo que no lo pudiera haber hecho en el un espacio con los otros candidatos”.
El académico reconoce que esto complica a la ciudadanía, pues seguir un debate de este tipo es largo, y seguir dos transmisiones, especialmente si suceden al mismo tiempo, es muy complicado.
Asimismo, añade que sería apropiado que, así como se comprometieron por escrito, en algún momento la fórmula de GANA presentara una explicación oficial de por qué optaron por no participar en el debate del domingo y en el encuentro de vicepresidenciables, que se dio a cabo el pasado miércoles 9 de enero.
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Por su parte, los tres candidatos que sí acudieron al encuentro (Carlos Calleja, Hugo Martínez y Josué Alvarado) intercambiaron sus visiones sobre seguridad, política exterior, economía, políticas sociales e institucionalidad. Durante casi dos horas, además de interactuar con la moderadora, la experiodista de CNN en Español, tuvieron la oportunidad de hablarse directamente y hasta lanzarse señalamientos fuertes, como fue el caso de la política exterior y la protección de los migrantes salvadoreños.
¿Un candidato diferente?
A juicio de Álvaro Artiga, el sistema político salvadoreño está enfrentando tiempos interesantes. Por un lado, menciona que desde 2009 la ideología dejó de ser un factor predominante en los asuntos públicos. Esto a raíz de que el FMLN ganó la presidencia y para poder gobernar tuvo que hacer alianzas con partidos de derecha y entendió que su agenda más ortodoxa era prácticamente imposible de aplicar.
Por otra parte, resalta que a ARENA le resultó complicado adaptarse a un rol de oposición y ha aprendido con el tiempo que tiene que dialogar con su contraparte. Pero el principal cambio a juicio de este politólogo es que ha surgido una tercera opción electoral, que ahora corre bajo la bandera de GANA, y que se ha convertido en una competencia real, algo que el país no veía desde hace varias décadas.
Sobre esta tercera opción, Nayib Bukele, este académico resalta que su bandera es posicionarse como una alternativa diferente a la política usual, que la enmarca como “los mismos de siempre”, pero señala que este es un “discurso para construir una identidad, es un ejercicio de comunicación política. Otra cosa es que sean diferentes de verdad”.
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Y es que según Artiga, hay actitudes que se le han señalado a Bukele que no distan tanto de conductas que él mismo critica en la política usual, protagonizada en las últimas tres décadas por los partidos ARENA y FMLN. “Él ofrece un discurso que hace eco del descontento que hay un sector amplio de la población y presenta su plan para ilusionar, pero eso lo haría cualquier otro partido”, añade.
Un ejemplo claro de esta conducta es, según Artiga, la constante acusación de que se está fraguando un fraude en su contra, algo que a su juicio se vio en algunos ejercicios electorales anteriores. Para el politólogo, “este discurso se utiliza como justificación de una derrota, equivale a decir ‘perdimos no por nuestros errores sino porque nos quitaron la victoria’. Ese discurso lo emplea ahora Bukele”.
Adelantarse a un escenario de posible derrota podría no ser una estrategia descabellada para Bukele. Pese al entusiasmo que las encuestas han generado y al triunfalismo del candidato de GANA, algunos elementos en el territorio arrojan un panorama diferente.
Al ser cuestionado sobre esto, Artiga comparte esta visión. “Si me atengo a las encuestas, podría pensar que Bukele gana la elección. Pero si me atengo a marzo del año pasado y junto los votos de los partidos de la coalición (Alianza por un Nuevo País que aglutina a ARENA, PDC, PCN y Democracia Salvadoreña), solo ahí tiene 1.2 millones de votos”, dice. Asimismo, añade que si estas cifras de 2018 no se modificaran dramáticamente, GANA lo tendría realmente cuesta arriba para ganar, pues necesita sumar alrededor de 700,000 votantes. Que pase eso, reconoce el académico, suena muy complicado.