El comisario clínico del Ministerio de Salud

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15 January 2019

Luego de la revolución Rusa, el poder se centralizó en el dictador Stalin, quien después de una purga que realizara en 1937, instauró la figura del comisario político. Se trata de organizar a la sociedad bajo el régimen del terror, formando comités e instaurando comisarios a manera de supervisores de la fidelidad al régimen.

Durante la Segunda Guerra Mundial los comisarios se enviaron sobre el Ejército Rojo, investidos con poderes incluso por sobre los militares, aun sin saber nada de milicia. Esto persiste hasta nuestros días, como en Cuba, donde hay comités de defensa en cada esquina de cada barrio. La idea es la represión y que cada vecino sea tu propio cuchillo. El Salvador no es la excepción con los dos últimos gobiernos de tinte comunista, que han organizado todo el Ejecutivo bajo el sistema de comités y de supervisores. A sabiendas de las carencias de todo el sistema, particularmente en salud, se organiza a los prestadores de salud en un sistema burocrático, abrumándolo por sobre la atención clínica y bajo amenaza.

Los comisarios suelen ser externos a cada lugar de trabajo, son de nivel central, regional o SIBASI, en algunos casos directores de establecimientos de salud son los privilegiados egresados ELAM ( salvadoreños graduados en Cuba con cinco años de estudio) que se han dedicado en su mayoría de casos a maltratar a los médicos en servicio social formados con mayor esfuerzo, tiempo y sacrificio aquí en el país se nombran por afinidad política o compadrazgo atestando al sistema de burócratas que no atienden un solo paciente, es decir, de mediocres sobre exigentes. Jamás se acercan para auxiliar al trabajador y preguntar por las necesidades para prestar un mejor servicio a la población. Lo patético es que “tu vecino”, tu compañero, quien antes militaba y sirvió al partido político contrario al opresor, SE VUELVA UN COMISARIO.

Parece que el partido de gobierno no aprendió la lección de las recién pasadas elecciones y se inclina por la vía dura y represiva. Se olvida de que cada trabajador tiene una familia y que todo se traducirá de nuevo en las urnas. El Salvador rechaza cualquier régimen totalitario. Si el Señor levanta su juicio sobre nuestro país y las cosas cambian, al menos para un respiro, estas figuras de emisarios debe cambiar por una figura que ayude, oriente, facilite, el trabajo de los operativos que sean para privilegiar militantes inoperantes y muchas veces ignorantes que tan costosos le salen al Estado y, por consiguiente, a usted y a mí, pues es de nuestros impuestos que salen estas plazas.

Es hora de que algo tan sutil se debe conocer desde ya: el sistema de operativización y supervisión en los servicios de salud, ya que algo tenemos claro: el sistema de salud fracasó, el modelo de atención y provisión fracasaron y fracasó por esta inoperancia de los comisarios clínicos sean estos médicos, enfermeras, supervisores de promotores de salud, personal administrativo y tristemente algunas veces los vigilantes y auxiliares de servicio, totalmente inoperantes con una sola culpa: su alto grado de desconocimiento, ignorancia disfrazada de maltrato.

Ya es hora de que visualicemos esta situación, y gobierne quien gobierne, sepa que es hora de cambiar esta persecución de la que hemos sido víctimas muchos trabajadores de salud, sin olvidar los que hemos sido víctimas de las epidemias y brotes mal manejados y que trabajando hemos sido un número más en las estadísticas de múltiples enfermedades.

Médico