¡Yo sí!... Porque tengo claro que nuestro país requiere ser “reorientado”… Intencionadamente no escribo que requiere un “cambio”, porque los presidentes que en el pasado reciente prometieron “cambio”, lo hicieron tan mal, que desacreditaron el concepto y su espíritu.
Estoy claro de que es solo con el desarrollo y crecimiento económico mejorará la calidad de vida de los salvadoreños honrados que trabajan como empleados, los que se desempeñan como autónomos o freelance, y los que tenemos pequeñas, medianas o grandes empresas, por lo que requerimos una reorientación de las cosas y las políticas, de cómo se viene haciendo, hacia una dirección y línea de superación y motivación de las inversiones nacionales e internacionales, para crear muchos puestos de trabajo productivos.
Sí, señor… Puestos de trabajo productivos que agreguen valor en las industrias y en las empresas que prestan servicios es lo que nos falta, y no otros cincuenta mil como los de la fábrica de empleos del gobierno. Aquí, en nuestra cruda realidad, faltan quinientos mil puestos de trabajo para que la gente que no lo tiene pueda mantener su casa y los jóvenes encuentren su primer empleo, puedan superarse y ayudar a su familia.
Es importante que anticipadamente decida su voto y de aquí a las elecciones confirme cada día que su decisión es la correcta. Si tiene trabajo, para que lo conserve y se mejore, y si no lo tiene, para que el próximo gobierno en el corto plazo empiece a generar empleo.
Si usted no lo decide a tiempo, terminará dejándose llevar por las campañas, las encuestas políticas o lo que los fanáticos activistas o pagados le machaquen en su cabeza sobre a quién votar a través de las redes sociales.
Es cierto, que el voto de cada uno solo es uno, pero como todos suman igual, tenemos que responsabilizarnos de emitirlo, convencidos de que será para la reorientación que necesita El Salvador.
Al final, en el “momento sagrado” de votar, lo que expresamos es un sentimiento y lo importante es que el sentimiento sea propio. Las campañas políticas tratan de generarle emociones o sentimientos, de enojo, para que usted enojado se desahogue en el momento de votar y después de marcar la “X”, sentirse tranquilo porque no le dio el voto a tal candidato, sino que, “por enojo”, se lo dio al otro.
Tampoco el voto debe ser inducido por la manipulación, haciéndolo sentirse gran héroe porque servirá para cambiar la historia… Usted como votante no influirá en cambiar la historia… La historia la cambiará el grupo dirigente que promueve cambiar la historia. No olvide que la historia es pasado, no es presente ni futuro y lo que en este país necesitamos, es que se reoriente su presente y su futuro… La historia es cosa pasada que primero hay que vivirla y después juzgarla, porque el pasado siempre tienen varias interpretaciones, tanto en la vida de los países, como en la de las personas...
Mucha gente, y yo también, estamos enojados con tanta sinvergüenzada denunciada o que la Fiscalía ha destapado, que lo confirman un expresidente en la cárcel y el otro escondido en Nicaragua. Si al votar la emoción que espera sentir es la de castigar a estos corruptos, también se equivocará, porque sin quererlo, estará votando por el pasado pues eso ya no tiene influencia en el futuro.
Decidir a quién votar es uno de los compromisos más importantes de 2019, porque afecta nuestro futuro inmediato, a medio y largo plazo. Dedíquele tiempo a pensar a quién votará, y al hacerlo, hágalo en paz y convencido de que tendremos un mejor país.
Ingeniero
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