A 10 meses del peor descalabro electoral del FMLN, su candidato presidencial, Hugo Martínez, se muestra tranquilo, amable y hasta optimista.
Desde su oficina en la colonia Escalón, el exministro de Relaciones Exteriores afirma categóricamente que desde mediados de diciembre su partido ha empezado a remontar y las perspectivas electorales no parecen tan sombrías como hace poco.
Por eso, la misma oficina donde sostuvimos una breve conversación tiene un rótulo peculiar. En letras rojas y grandes, la puerta dice “Presidente”. Y dentro de ella, él destaca algunos puntos de su plan de gobierno. El camino, sin embargo, no parece fácil y de eso trató nuestra entrevista. Esto es lo que nos dijo:
Para ejecutar su plan de gobierno hay que ganar las elecciones. ¿Es eso factible? ¿Sigue vivo el FMLN?
Venimos de una situación difícil, donde el frente obtuvo un resultado adverso, pero también es cierto el trabajo que hemos hecho con Karina a lo largo del territorio nacional. Ser la única fórmula de gobierno que tiene un plan de gobierno presentado al público, ser el candidato mejor evaluado en los debates frente a algunos candidatos que ni siquiera asisten a los debates nos da ese potencial que se ha convertido en la esperanza de ganar la elección el 3 de febrero.
Estoy convencido que desde mediados de diciembre hemos experimentado una remontada que se verá reflejada estos últimos días.
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¿Cómo hacer para detener el desangramiento de la izquierda y el FMLN? Hemos ido a nuestros orígenes, a fortalecer nuestros valores y principios de izquierda y somos el único país de izquierda participando en la contienda. Hemos ido al territorio, al encuentro de la gente porque uno de los reclamos fundamentales era que se había debilitado el vínculo entre el FMLN y la población. Hemos visitado más de 250 municipios y gran parte de la campaña la hemos dedicado a resolver los problemas de la gente incluso antes de llegar al poder.
Dice ser el único candidato de izquierda en la contienda, pero parece haber un sector que ha migrado a Nayib Bukele o que piensa que con él como presidente la izquierda está en una posición saludable. ¿Qué opina de esto?
Lo primero que quiero decir categóricamente es que él no es de izquierda. Como decían los abuelos, dime con quién andas y te diré quién eres. Él es un personaje que se hace acompañar por Walter Araujo, que fue presidente del COENA, del TSE y la Asamblea Legislativa, que se llega a un juicio en una camioneta del expresidente Saca, que se hace acompañar por Neto Sanabria, asesor del presidente Saca y es el candidato de un partido de derecha. Si camina como ganso, si tiene plumas y hace ‘cuac’, es ganso. Él no es de izquierda.
¿Por qué parece robar voto del FMLN?
Porque él ha querido capitalizar ese descontento que se dio en marzo y que fue un golpe a la mesa al FMLN pero eso no debe confundir a la población entre un proyecto de izquierda y uno de la nueva derecha. De dónde surge GANA, de una ruptura en ARENA y votar por GANA es votar por los mismos que fueron miembros de ARENA. Al decir los mismos de siempre, se puede uno referir a Tony Saca, Walter Araujo, Ernesto Sanabria y la gente que rodea a Bukele, que no representa un proyecto de izquierda.
Al preguntar a la población, contestan que GANA es un partido de derecha y si tú te rodeas de ese tipo de gente que ha militado en la derecha por años y no son su mejor carta de presentación, el que anda entre la miel algo se le pega. hemos visto algunas formas de proceder que tuvo Saca en su gestión y que ha tenido Bukele en la Alcaldía de San Salvador.
¿Un ejemplo de eso?
El mismo hecho del Mercado Cuscatlán, donde ha habido una sombra de cómo se hizo la concesión y cómo se hacen los pagos. Es curioso y hasta risible que algunos pagos se hacen con hamburguesas, pero no logro entender la dimensión de ese arreglo. Uno puede ver algo oscuro en ese arreglo que es la típica forma de actuar, el modus operandi de estas personas de la vieja escuela que se quieren presentar como una nueva derecha y rodean a Nayib Bukele.
¿Qué hay de los rumores que algunas estructuras del FMLN trabajaban para la candidatura de Bukele?
Lo desmiento categóricamente. Eso no es cierto, es parte de las ‘fake news’ de la guerra sucia que se ha querido hacer. Se quiso presentar a personas en el sector salud que aparecían apoyando esa candidatura y eran noticias falsas. Se ha querido hacer ver a gente del FMLN apoyando, dan a entender que Fabio Castillo está apoyando cuando ustedes mismos han publicado afirmaciones suyas en las que no votó por ciertas decisiones que se tomaron en la alcaldía porque no le parecieron correctas.
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Es el modus operandi de esta gente que difunde noticias falsas y busca confundir a la población. Yo quiero hacer un llamado muy respetuoso a quienes consideraron apoyar a esta candidatura de Bukele y de GANA: eso no puede llamarse un proyecto de izquierda cuando todo el equipo que lo rodea es de la derecha. Aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Aunque se quiera presentar él como candidato de izquierda los hechos hablan. Sus aliados y la gente que lo rodea es gente de derecha y nunca se ha querido pronunciar sobre sus planteamientos y no ha querido ir a los debates y eso refleja que también le esconde algo a la población.
Usted ha mostrado algunas divergencias con la dirigencia del FMLN. ¿Qué balance debe tomarse entre alejarse de una dirigencia desgastada y mostrarse como un partido unido y ganador? Con Hugo Martínez estarán de frente a una nueva forma de gobernar basada en los consensos que la población expresa a nivel nacional y yo lo dejé ver al frente de la cancillería. El gobierno será lo más parecido a la sociedad salvadoreña y pienso que el FMLN debe ser lo más parecido a la sociedad. En una izquierda plural y democrática respeto las opiniones de todos los militantes y dirigentes pero las decisiones las voy a tomar yo.
En mi gobierno estaré tan cerca del FMLN como el FMLN esté cerca del pueblo. Si el FMLN se aleja de la población, pues deberé tomar distancia de su posicionamiento.
Un tema que ha generado molestia es la relación de los gobiernos del FMLN con Venezuela y Nicaragua. En lo que queda de gobierno de Sánchez Cerén, ¿cómo debería actuar? Y si gana usted la presidencia, ¿cómo plantea abordar estos casos? No niego que puede haber afinidades porque se conocen los liderazgos de un país con otro o hay afinidades de partido, pero eso no puede impedir, evitar u opacar que la apuesta sea una relación institucional. Esas relaciones no son un cheque en blanco, es como en la amistad, uno da su apoyo pero también señala cuando esos amigos no proceden de acuerdo a las expectativas que uno tiene. No se debe operar con doble moral, porque se pregunta sobre la situación en algunos países pero se ignora la de otros.
En Honduras, Nicaragua y en Venezuela hay problemas de represión que pronto pueden suceder en Brasil. ¿Qué...? (Interrumpe.)
Independientemente del tamaño del país o si el gobierno es de izquierda o de derecha, uno solo debe tener una posición: vigilante y de respeto a los derechos humanos fundamentales, sea aquí en el continente o fuera de este. Mi posición personal y como presidente será la misma, no cheques en blanco, no doble estándar, y no tolerancia a un país independientemente de su tamaño o signo ideológico si está cometiendo errores.
En resumen, ¿su posible gobierno de izquierda democrática sería capaz de condenar abusos de poder perpetrados por otros gobiernos de izquierda?
De todos los gobiernos. Yo voy a condenar cualquier abuso de poder independientemente de quién sea el gobierno. Lo haré sin doble rasero.
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Para cerrar, volvamos al punto inicial. ¿Está motivado el militante del FMLN? ¿Está motivado Hugo Martínez?
Estoy optimista, encantado de la vida, me gusta estar en esta campaña, que de por sí plantea muchos desafíos pero la militancia ha cambiado.
Acepto que estaban desmotivados después de marzo y hubo gente que no fue a votar o que consideró otras opciones. Puedo mencionarte muchos militantes que apoyaban esa otra opción pero cuando se fue desenmascarando ellos volvieron al partido. Toda la estructura de las llamadas “Nuevas Ideas” en Los Ángeles, Nueva York y Washington volvió al FMLN y así está pasando aquí en el territorio.
El llamado que quiero hacer es que respeto que estén indignados con la forma de hacer política en los últimos años pero eso no los puede llevar a apoyar una candidatura de derecha. Como lo decía un compañero hace poco, votar por GANA es votar por la derecha y eso lo deben tener en la cabeza los que quieran razonar su voto.