Nuevamente, como todos diciembres, volverá “El año viejo” que resuena en estas fechas desde los Cincuenta… Es fácil de cantar, tiene un texto alegre, fácil repetir y si organiza o va a una fiesta, seguro que la bailará… La compuso Crescencio Salcedo y la grabó por primera vez Tony Camargo en 1952 en México con la orquesta de Rafael de Paz y ha sido interpretada por todas las grandes orquestas… Famosas fueron las versiones de Lito Barrientos, Luis Alonso Polío, la Billos Caracas Boys y otras orquestas famosas…
Lo cierto que es que el “Año Viejo” a todos nos deja algo bueno y menos bueno, satisfacciones e insatisfacciones, éxitos y fracasos y lealtades y desleatades que recordaremos al oir la famosa melodía... ¡No es nuevo!... Sucede todos los años que cuando en diciembre hacemos un balance, nos damos cuenta de que tanto uno mismo, incluyéndome yo, como otras personas reorientaron sus conveniencias…
¿Y que nos traerá el año 2019?… En primer lugar, constitucionalmente, un cambio que nos afectará a todos, pues en unas semanas tendremos elecciones y en junio, el cambio de gobierno, que definiremos todos los salvadoreños que responsablemente decidamos ir a votar y votemos conscientemente, por el candidato en quien firmemente creemos que tiene las mejores actitudes y aptitudes, es decir, buenas intenciones y amor por el país, buena preparación moral, ética y técnica, y principalmente, su conocimiento “estadista”, de las realidades políticas, macro y micro económicas y de los asuntos que conciernen al Estado y, por lo tanto, a los salvadoreños.
El voto que asignemos, en que se tarda solo unos segundos en dibujar la X en la papeleta, será para los siguientes cinco años. De ahí que debemos estar muy conscientes a cuál candidato concederle el nuestro, pensando en qué necesidades tiene el país y las soluciones viables que él puede aportar.
En lo profesional muchos se proponen para el 2019 seguir estudiando, terminar el bachillerato, terminar su carrera universitaria, hacer una maestría o doctorado, conseguir un ascenso en su empresa o la organización en la que trabajan, y en muchos casos, con los cambios que vienen, sencillamente conservar el empleo con el que sostienen a su familia…
Y en lo personal también empezamos el 2019 con nuevas expectativas, como bajar de peso, hacer un viaje o cambiar rutinas y hábitos que afectan a la salud, como dejar de fumar, alejarse del alcohol y buscar soluciones para mejorar la calidad de vida.
En lo profesional, mi gran ilusión es continuar acercando empresas y personas de El Salvador con los dos países que conozco bien, España y Alemania, por mi convencimiento que para las empresas salvadoreñas es la mejor vía para conocer y entrar en la Comunidad Europea. España, por el idioma, y Alemania, por su alto poder adquisitivo. Si alguna vez investigó la potencialidad de los mercados, sabrá que el mercado de la Comunicad Europea es tres veces mayor que el de Estados Unidos y que en la Comunidad Europea hay por lo menos cien millones de personas que hablan español y están conscientes e interesadas en los productos de esta región, por estar ya saturados, después de veinte años, de todo la proveniente de los países de Oriente.
El 2019 será un año de muchos cambios y hay que prepararse con tiempo… Dejarlo para última hora no es una buena recomendación, tanto si prevé que los cambios que vienen le afectarán en positivo, como en negativo. En todo caso, deseo para usted y los suyos y para mí y los míos, que el 2019 sea en todo, mejor que el 2018.