En espera de un 2019 prometedor para todos

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29 December 2018

Estamos a unos días de despedirnos de 2018, el cual ha dejado muchas vivencias, algunas agradables y otras no. No, para todos los salvadoreños ha sido un buen año, para unos, quizá fue el mejor y para otros, un año con ciertos momentos especiales para recordar.

Sea cual hubiera sido la experiencia de vida en el presente año para cada uno de nosotros, se debe rescatar lo bueno y agradecer a Dios por todo lo recibido, ya que independientemente del sabor que nos deje el 2018, es un año más de experiencia acumulada en la vida de cada salvadoreño, de la cual se debe aprender y crecer.

Para la historia de El Salvador y para el mundo entero, el 2018 ha sido un año difícil. Hemos sido testigos, a través de los medios de comunicación y redes sociales, de los problemas que han ocurrido a lo largo del año: la inseguridad, el alto índice de violencia, crímenes que han llevado luto a muchas familias y otros acontecimientos que han causado vulnerabilidad en la población. Ha sido un año de grandes desafíos, que cada quien ha enfrentado de la manera que ha considerado la correcta.

Es por ello que en esta época del año, en la que se recuerda el Nacimiento del Niño Jesús y se celebra el nuevo año por comenzar, todos debemos pedir a nuestro Creador por la paz en nuestro país y el mundo; reflexionar, ya sea en familia o de forma personal, sobre lo bueno y lo no tan bueno que hemos sido como personas y valorar que cambios podemos hacer en nosotros mismos, para mejorar como padres, hijos, hermanos, amigos, como seres humanos en beneficio de la sociedad. El cambio comienza por uno mismo, comienza en casa.

Para esta época es tradición el intercambio de regalos entre los amigos y familiares, el estreno y la cena de Nochebuena o de Fin de Año, o si es mejor viajar para estas fiestas, que bien, si usted es una de estas personas y puede hacerlo, pero no se nos olvide también de que es un buen tiempo para compartir un poco de lo que tenemos con aquellos que no tienen, en pedirle a Dios por el desvalido.

Estamos llegando a la entrada de un nuevo año, en el cual cada salvadoreño tiene un proyecto de vida diferente, según sus intereses y alcances; sin embargo, todos en general, esperamos que los problemas de los que adolece este país sean minimizados, si es que no, erradicados, que se busquen soluciones y tratamientos efectivos para combatirlos.

El nuevo año trae consigo un acontecimiento muy importante para El Salvador, como lo son las elecciones presidenciales, en las cuales los salvadoreños han depositado su confianza y esperanza, ya que definirán sin lugar a duda el futuro de este país.

Independientemente del partido político, de un color de bandera o de un candidato presidencial, la población espera cambios significativos, que beneficien las condiciones de vida, de trabajo, salud, educación, seguridad de la población, entre otros, por lo que se espera que el candidato que resulte electo cumpla con las expectativas de la población y podamos ver un país en crecimiento y desarrollo.

Aprovecho esta columna, para enviar a todos los salvadoreños un caluroso saludo y los mejores deseos de bienestar, que haya paz y prosperidad en cada uno de sus hogares. Que la Navidad les haya permitido estar en comunión con sus seres queridos y que el año 2019 nos depare un futuro prometedor para el bien de El Salvador.

¡Que Dios les bendiga!

Psicóloga.